Julio, el bebé que nació con
síndrome de Down en la Maternidad Martin y cuya madre biológica había
decidido entregarlo, fue dado en adopción. Los nuevos padres se hicieron
cargo del chiquito y, por ahora, lo visitan en la sala de Neonatología
hasta que reciba el alta médica.
Una fuerte movida de la Asociación de
Padres Ayudando a Padres de Niños con Síndrome de Down (Apad) destapó el
caso del niño, que nació el 21 de abril paso, y que su madre lo dejó en
la Martin.
Desde que la difusión de la historia
hasta ayer, tres mamás de la agrupación se turnaron para ir a verlo
todos los días a Neonatología, acariciarlo, vestirlo, cambiarlo y, sobre
todo, darle cariño.
Además, la difusión del caso movilizó a que se presentaran en forma espontánea 15 familias con deseos de adoptar al bebé.
El Juzgado de Familia Nº 4 decidió ayer
dar la guarda provisoria del chiquito a un matrimonio joven, cuyo
legajo fue aportado por el Registro Unico de Adoptantes (Ruaga), en un
trámite que se inició cuando la defensora oficial pidió la "protección
de persona".
La madre biológica ratificó en sede
judicial su intención de darlo en adopción y aclaró que "no se debía a
la patología del chiquito" sino al hecho de que es soltera y debe
afrontar el cuidado de otro hijo, de 7 años.
"Todo fue muy expeditivo. Comenzó el
lunes, resolvimos la guarda y la comunicamos oficialmente a las
autoridades de la maternidad. El trámite fue rápido gracias a la
articulación que ahora se puede implementar con el Ruaga, que facilita y
acelera las cosas", explicó La Capital la jueza Alicia Galetto.
Ahora, la familia con la cual vivirá Julio puede comenzar los trámites para la guarda preadoptiva.
En familia. "Julio
todavía está internado en Neonatología y ya lo cuidan sus padres
adoptivos", comentó el director de la Martin, Daniel Crosta. Y agregó:
"El bebé se encuentra en buen estado pero todavía tiene que terminar su
recuperación".
Según trascendió, la nueva familia de
Julio es un matrimonio que no posee hijos y que está dispuesto a tenerlo
pronto en su casa.
El bebé nació ochomesino, con apenas dos kilos y ahora ya come y hasta se ríe.
En tanto, el estímulo que recibió el pequeño se debe a la actitud de tres mamás de Apad que lo acompañaron permanentemente.
Las mujeres estuvieron junto al bebé en
la internación y hasta los propios médicos comentaron cómo el chiquito
había cambiado a partir del cariño que comenzó a recibir de parte de
esas mamás.
No sólo en Rosario se sumaron las
parejas con interés en adoptar a Julio, sino que los pedidos llegaron
desde más allá de los límites de la ciudad.
Regalos
Muchos
rosarinos se solidarizaron con Julio, quien había ingresado sin nada a
la Maternidad Martin. La asociación Apad recibió donaciones de ropa,
pañales, juguetes y mantitas para el bebé. Algunas ya las pusieron en
uso y otras están guardadas hasta tanto el niño sea recibido en una
nueva familia. Los miembros de Apad quieren entregar a los padres todos
los regalos que los rosarinos le enviaron a Julio.
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