El segundo juicio por la tragedia de Cromañón, que tiene como acusados a
un empresario, a tres ex funcionarios y a un ex comisario, se
reiniciará hoy en los tribunales porteños, tras quedar en suspenso la
semana pasada a raíz de incidentes con familiares de víctimas.
Las actividades se realizarán en el Salón de Usos Múltiples (SUM) del
edificio de Comodoro Py 2002, donde los integrantes del Tribunal Oral
Criminal (TRO) decidieron trasladarse para contar con un espacio mayor
para que puedan ingresar más familiares y evitar así nuevos
inconvenientes.
El debate se inició el 3 de este mes y,
luego de 10 minutos de lectura del requerimiento de elevación a juicio,
fue suspendido debido a que padres de víctimas que no habían podido
ingresar a la sala por una cuestión de espacio comenzaron a protestar, a
criticar al Poder Judicial y se enfrentaron al personal de seguridad.
Debido a que el recinto asignado en los tribunales de Talcahuano 550
sólo tenía capacidad para unas 30 personas, una gran cantidad de
familiares quedó afuera, lo que provocó descontento, reproches y
finalmente derivó en la suspensión del juicio "por cuestiones de
seguridad".
Al debate llegan acusados el dueño del local
donde funcionaba Cromañón, el empresario Rafael Levy; el ex secretario
de Seguridad porteño Juan Carlos López; su segundo, Enrique Carelli, el
ex director de Seguridad Privada Vicente Rizzo y el ex comisario de la
seccional 7ma. Gabriel Sevald.
La acusación más grave pesa
contra Levy, procesado como coautor de estrago doloso agravado por la
muerte de personas en concurso real con cohecho activo: el primer delito
tiene una pena de entre ocho y 20 años de cárcel y el segundo de 1 a 6.
A Levy se lo responsabiliza directamente por el incendio y
también de pagar coimas para que el local de Bartolomé Mitre al 3000 no
fuera controlado por la Policía.
A Sevald se lo acusa de
cohecho pasivo (recibir dinero, en este caso para no fiscalizar), delito
que tiene igual pena que el activo, y a López, Rizzo y Carelli de ser
coautores de incumplimiento de los deberes de funcionario público, que
prevé hasta dos años de prisión.
La tragedia ocurrió el 30
de diciembre de 2004, cuando el grupo de rock Callejeros tocaba en el
local y un grupo de jóvenes nunca identificados arrojó bengalas que
incendiaron el techo.
Por el hecho, se realizó un primer
juicio en el que se condenó al ex gerenciador Omar Chabán, a su mano
derecha, Raúl Villareal, al ex subcomisario Rubén Díaz y se absolvió a
la banda Callejeros, luego condenada a partir de un fallo de la Cámara
de Casación.
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