domingo, 22 de abril de 2012

SANTA FE: Un reclamo que se tornó masivo

En los 10 días que pasaron del ataque a una joven en la Peatonal, se realizaron cuatro marchas multitudinarias

 

Esperanza. A la luz de las velas que iluminaron la marcha, la mamá de la joven abusada pidió justicia.
Diez días, cuatro marchas, reuniones con ministros y policías: la familia de la joven asaltada y abusada en un local comercial de la Peatonal santafesina, el pasado 11 de abril, no ha descansado de su reclamo de justicia y seguridad.
Esperanza. A la luz de las velas que iluminaron la marcha, la mamá de la joven abusada pidió justicia.

El viernes a la noche, se realizó una emotiva sentada frente a la Casa Gris, y la Plaza de Mayo se iluminó con la luz de las velas que portaban los cientos de santafesinos que se sumaron a la convocatoria. Pidieron que el caso no quede impune y que el joven procesado por el caso, de ser hallado culpable, reciba la pena máxima posible. Pero además, reclamaron en conjunto que no vuelva a suceder otro caso igual. A las 21, un enérgico aplauso dio por finalizado el encuentro.

“Venimos a pedir justicia, seguridad y un cambio en el Código Penal para que a la gente que realiza este tipo de hechos se la encierre en la cárcel. Esto le puede pasar a cualquier chica. Y todos los que estamos aquí creemos que esta persona va a salir en unos años y seguramente va a reincidir. Por eso les pedimos por favor a los diputados que trabajen todos juntos. La sociedad se lo está pidiendo”, dijo la mamá de la joven. Consultada sobre cómo había tomado la decisión del juez de procesar al presunto autor del delito de robo y abuso sexual, expresó: “Al estar todas las pruebas sobre la mesa me pareció que se actuó muy rápido y agradezco que lo haya hecho así. Al menos para calmar mi dolor y mi angustia de madre. Espero que se haga justicia, ya que no lo pudieron prevenir, que no la pudieron cuidar, al menos que se haga algo”.

El apoyo que recibió la familia de parte del resto de los santafesinos fue manifiesto. Se vio en el viernes en la plaza, pero también en las dos marchas anteriores. Cada manifestación congrega más participantes. La indignación por la brutalidad del ataque, la emoción por el bienestar de la joven abusada y la esperanza de que este caso signifique cambios concretos en la persecución de este tipo de delitos, alentó el andar de quienes marcharon.

Pero la indignación también se expresó a través de las redes sociales. Una nueva forma de plasmar en público lo que se piensa, pero que también ha generado controversias por afectar el derecho de defensa del sospechoso. El debate quedó planteado en todas sus aristas. El caso mostró fallas en materia de seguridad y también en la justicia, ya que el joven tenía antecedentes estrechamente cercanos, en los que había perpetrado intentos de abuso que no llegaron a concretarse, pero que no fueron debidamente investigados.

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