Todos los dÃas hay algún robo, asalto o arrebato. La gota que rebasó el vaso fue el asalto a una mujer que iba a donar ropa. Los policÃas dispuestos tiempo atrás para caminar por el perÃmetro del hospital ya no están más.
“Zona liberada”. Asà definen los
trabajadores del Alassia al sector de la ciudad donde asisten a diario,
emplazado en el lÃmite de los barrios Roma y Santa Rosa de Lima.-
Un regalo iba a llegar el sábado pasado a la Casa de las Madres del Hospital de Niños Orlando Alassia, ubicada en calle Salta al 4100. Es que una mujer habÃa preparado una bolsa llena de ropa para donarle a los chicos y mujeres que se alojan temporariamente en la institución y están allà por motivos vinculados con alguna enfermedad o problema de salud de los niños y son del interior de la provincia. Pero el regalo de la mujer tuvo otro destino, y no porque se haya arrepentido. A pocos metros de llegar a la Casa de las Madres, una pareja la asaltó y le robó, además de sus pertenencias personales, la ropa que iba a donar.
El hecho del sábado, según lo manifestado por Fabiana Roa, miembro del Consejo de Administración del hospital Alassia, agotó la paciencia del personal que trabaja en el nosocomio. Es que todos los dÃas sucede un robo, un asalto o un arrebato en las inmediaciones. “Entrar o salir de nuestro lugar de trabajo nos da miedo. A diario pasa un hecho de inseguridad, y no exagero. A los delincuentes no les importa robarle a una mamá que va con un chiquito en brazos o con un nene discapacitado”, dijo.
La violencia con la que se producen los ataques también fue destacada por Roa. Contó que hubo gente que tuvo que pasar por la guardia para ser atendida y hasta personas que debieron quedar internadas. “Los hechos de inseguridad en las inmediaciones del hospital a cualquier hora del dÃa no es un tema nuevo. Hace años que los sufrimos. Adentro, la situación es diferente porque tenemos personal de seguridad”, refirió.
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