Se hacen en domicilios
particulares sin habilitaciones ni límites de horarios. El Concejo
evalúa sanciones para los responsables y dueños de los lugares donde se
realizan.
El Ejecutivo de esta ciudad
puso a consideración del Concejo un proyecto de ordenanza por el cual
pretende erradicar las fiestas clandestinas dirigidas a jóvenes y
adolescentes que se realizan en domicilios o quintas particulares, sin
control ni límites de horarios y sin habilitación alguna. La estrategia
sería aplicar sanciones a los responsables de las reuniones y a sus
organizadores.
Ocurre que en esta ciudad desde hace
tiempo no funciona local bailable alguno para esta franja etaria, por lo
que los jóvenes emigran los fines de semana a los boliches de
localidades cercanas, con los harto conocidos riesgos de accidentes
viales en rutas y la lógica preocupación de los padres y autoridades.
Para no trasladarse a otras ciudades,
la alternativa de diversión chicos es precisamente este tipo de falsas
fiestas privadas donde se expende alcohol sin control y que se
desarrollan con claros fines de lucro por parte de los organizadores.
Además, no cumplen con ningún requisito formal para este tipo de bailes.
La iniciativa del Ejecutivo apunta a
que se sancione con multas a los propietarios, responsables e incluso a
las inmobiliarias que suelen alquilar inmuebles por un día para la
realización de las fiestas. De esta manera, también se hará justicia el
resto de los locales, bares y pubs que funcionan bajo una adecuada
regulación y control.
Descontrol. En el
proyecto enviado al presidente del Legislativo, Horacio Rimini, el
Ejecutivo abunda en consideraciones relacionadas con la incidencia del
descontrol en el consumo de alcohol. La idea también observa aspectos
como la seguridad de esos lugares; la falta de salidas de emergencia,
medidas de protección y prevención contra incendios y la generación de
ruidos molestos que superan el límite de la normal tolerancia y la
normativa municipal vigente.
Tras las fundamentaciones, el Ejecutivo
pide que se incorpore al anexo del Código de Faltas municipal la
penalización "con una multa de "100 a 5.000 litros de nafta súper y/o,
de corresponder, clausura de hasta 90 días y/o las penalidades
establecidas en el artículo 3º de la presente ordenanza a los
propietarios, poseedores, tenedores de establecimientos, casas quintas,
fincas u otro tipo de inmuebles, sean personas físicas o jurídicas
ubicadas en Funes, donde se realicen actividades de baile y/o cualquier
tipo de espectáculos donde se compruebe la venta de entradas y/o la
venta de alcohol, y/o el ingreso masivo de personas, para las cuales no
posee la habilitación correspondiente".
El texto señala no obstante que "quedan
exceptuados de los alcances de esta norma las fiestas y encuentros
efectuados en clubes, sociedades de fomento, salones y establecimientos
habilitados expresamente a esos efectos y las realizadas en los locales
de esparcimiento a los que se refiere la ordenanza 392 y las normas
reglamentarias".
Organizadores. En el
artículo segundo del proyecto, se establece que se incorpore al anexo
del Código de Faltas que también "se impondrá una multa de entre 100 y
5.000 litros de nafta súper al productor del encuentro, entendiéndose
por este a la persona física jurídica encargada de la organización,
promoción, desarrollo y venta del espectáculo o actividad recreativa
bailable contemplado en este Código de Faltas. Dicha responsabilidad
solidaria alcanzará también a las personas físicas o jurídicas que
facilitaren en forma gratuita o mediante contrato el inmueble para tales
eventos, salvo prueba en contrario".
Argucia
En Funes, la convocatoria a estas
fiestas privadas buscan eludir controles y normas. Se publicitan por
mail o por redes sociales, lo que alerta a las autoridades sobre dónde
hacer los operativos, aunque los organizadores se anticipan y, a último
momento, trasladan la reunión a otro ámbito también irregular, e incluso
a otras localidades como Roldán.
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