domingo, 2 de octubre de 2011

ROSARIO/El estacionamiento es cada vez más caro y está a punto de colapsar

Hubo aumentos de hasta el 25 por ciento. El peor panorama se presenta en el centro. En los barrios guardar el auto resulta más barato, pero escasean los garajes.

El estacionamiento es cada vez más caro y está a punto de colapsar

A partir del crecimiento del parque automotor, guardar el auto bajo techo en Rosario se ha vuelto más caro y más difícil. El costo de las cocheras mensuales y del estacionamiento medido creció en forma sostenida a lo largo del año: según distintos analistas, se registraron aumentos de entre el 12 y el 25 por ciento en las tarifas. Los incrementos se sintieron más en el centro, mientras que en los barrios el valor es más bajo, pero los garajes escasean. El alza de los precios, que no están regulados, fue atada por los especialistas a dos variables: la escalada de la demanda y la suba general de los alquileres.    El auge del mercado automotor no sólo tiene su correlato en calles más congestionadas, una situación que en Rosario se intenta acotar con carriles exclusivos para el transporte público. También se expresa en las dificultades de quienes pueden comprar un auto para conseguir seis metros cuadrados donde guardarlo. Y ni hablar de las cuadras donde no queda el más mínimo espacio libre. Hallarlo requiere recorridas interminables básicamente en las horas picos. Aunque este esfuerzo suele ser infructuoso.    Según registros de la Dirección de Tránsito municipal circulan 537.400 vehículos por la ciudad. De ese total unos 380 mil son autos, lo que arroja uno cada tres habitantes. Los números corresponden a la cantidad de patentes otorgadas por la Administración Provincial de Impuestos (API) hasta 2010.    Ese volumen de unidades sobre ruedas generó que muchos usuarios se anoten en listas de espera para conseguir vacantes en los garajes. Y que el costo aumente. Según un relevamiento de La Capital, el valor de una cochera mensual oscila entre los 300 y 550 pesos, casi el doble que tres años atrás. En algunos locales del microcentro el costo trepa hasta los 700 pesos, lo que es incluso más caro que alquilar un monoambiente (se consiguen desde 650 pesos).    Como el precio no está regulado no es posible obtener una tabulación exacta, pero desde el sector convalidan esos números. Los dirigentes de la Cámara de Estaciones de Servicios, Garajes y Afines de Rosario (Cesgar), que nuclea a los dueños de cocheras, estiman que desde junio se registró un alza de entre el 12 al 15 por ciento. Desde las asociaciones de defensa del consumidor estiman que la suba en el año fue del 25 por ciento y algunos dueños de cocheras arriesgan que las tarifas seguirán creciendo de aquí a fin de año.    El último relevamiento hecho por la Intendencia sobre el uso y gasto en cocheras de los rosarinos que tienen auto es la Encuesta de Origen y Destino de 2008, aunque las autoridades indican que tiene vigencia. Allí surgió que el 25% de los autos no tiene cochera y la mayoría queda en la calle (55,7%) o en cocheras residenciales (24,9%). Los que permanecen en playas de estacionamiento son sólo el 7% del total.    El costo de las cocheras para el área metropolitana era entonces de unos 180 pesos aunque en Rosario podía alcanzar los 400 pesos. Si se comparan esos valores con los actuales, los incrementos fueron de hasta el 75% en tres años. Esa suba, ¿acompaña el aumento general de los precios o está condicionada por otros factores?    Para Oscar Liberton, prosecretario de Cesgar, “los precios han estado más o menos quietos este año y con modificaciones desde julio a agosto, cuando se terminaron de pagar los aumentos salariales establecidos en paritarias. Eso los disparó un poco, pero el componente más importante en la ecuación es el valor inmobiliario. La actividad no se basa en cobrar más caro porque hay más autos”.    Los dueños de cocheras aclaran que el costo de la tarifa está ligado a los sueldos de los empleados, impuestos, seguros y el alquiler de los locales. “El 80 por ciento de los que están en este negocio alquilan”, dijo Daniel, dueño de una cochera del centro. En ese orden, para Liberton, el negocio inmobiliario es más rentable y por eso “la ciudad ha sufrido la pérdida de unas cuantas playas en las que se construyeron edificios”.    Para Liberton, hay “un montón de componentes que hacen al precio. Hay zonas del centro donde tenés un precio de hora que a las cuatro cuadras se reduce a la mitad”. La situación se complica en los barrios, donde “es cierto que faltan cocheras. Ha cambiado la idiosincrasia de cada familia. Antes había un auto por grupo familiar y ahora llegan a ser dos o tres. Pero no pasa en ninguna ciudad del mundo que todos los autos estén bajo techo”.    Desde el sector inmobiliario también plantean que el movimiento de ese mercado repercute en el costo de las cocheras: “El precio se está moviendo en paralelo a la suba del alquiler del departamento residencial. En ese caso la actualización anual impacta más en el momento, pero va por detrás del índice de precio al consumidor. En las cocheras los aumentos van a la par y son más graduales”, dijo quien hasta el miércoles fue presidente de la Cámara de Inmobiliarias de Rosario (Cadeiros), Javier Grandinetti.    “No advertimos un incremento debido a una sobredemanda a excepción de la zona de Pichincha y de la costa entre Rodríguez y Presidente Roca, donde se levantaron torres de alta gama con una sola cochera por departamento”. En esa área el costo ronda los 500 pesos cuando “en el resto del centro está entre 350 y 400 pesos”.    En ese marco, para Liberton la situación del sector no es “desesperante”, pero tampoco de una rentabilidad extraordinaria. “Hoy es una actividad más”, dijo, con fluctuaciones según la época del año y la hora del día. Así, alrededor de Tribunales es casi imposible obtener una plaza por la mañana pero de noche la presencia de autos es “casi cero”.    Grandinetti también insistió en analizar la ocupación según la hora: “Hay que distinguir dos necesidades de guarda. El espacio nocturno, ligado a la vivienda, y el espacio diurno ligado al trabajo”. Así, mientras en algunos horarios se produce saturación, en otros la misma zona queda desierta. “Es un mal diagnóstico atar la cochera al departamento porque no sirve si de día está ociosa. Seguir generando espacios de guardado es realizar una mala asignación de recursos”, evaluó. Una necesidad que se nota En lo que va del año, la Municipalidad entregó 31 permisos para levantar cocheras en las ciudad, de las cuales 23 están en el distrito centro. Otros 16 emprendimientos se encuentran realizando el trámite, según indicó Marianela Mosconi, de la Dirección General de Habilitación.    El dato arroja que el sector sigue creciendo. La cantidad de cocheras de alquiler disponibles para el área central tuvo un aumento súbito en diez años. El informe del Plan Integral de Movilidad precisó que en 1999 se habían relevado 152 locales en la zona de Oroño, Pellegrini y el río. El número superó el doble en una década: hacia fines de 2009 las cocheras de alquiler disponibles para el área central eran 313

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