Choferes temen por su seguridad La línea 18 pide custodia para ingresar a Santa Rosa de Lima

Este martes se negaron a entrar al barrio y la empresa contrató un policía, pero pide que sea el Estado el que garantice la integridad de los trabajadores.

Foto: Archivo El Litoral
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Este martes por la tarde, los colectiveros de la línea 18 se negaron a ingresar al barrio Santa Rosa de Lima, tras el anuncio de un nuevo recorrido por parte del Municipio.

Hace meses que esta línea no entra a este barrio porque varias calles están intransitables debido a las retieradas lluvias de abril, las napas altas producto de la crecida de los ríos Salado y Paraná, y varias obras que se están encarando en la mencionada zona. Pero con el arreglo de Juan de Garay, el Municipio informó ayer a la empresa Recreo SRL el nuevo recorrido: por Lamadrid hasta Mendoza, luego Estrada y Juan de Garay hasta avenida Mosconi y de ahí retomar por Mendoza.

Cuando los choferes se enteraron, se negaron a ingresar al barrio por un tiroteo que se produjo el año pasado arriba de un colectivo en avenida Mosconi. “En esa zona siempre hay problemas, nos tiran piedrazos o suben personas que insultan y amenazan a los choferes. Entonces nos negamos a entrar a esa zona del barrio hasta tanto no esté garantizada la seguridad e integridad de los choferes y de los pasajeros”, explicó José Cicerchia, delegado de la línea 18.

Por este motivo, ayer a la tarde pararon las unidades y convocaron a una asamblea de trabajadores. Para destrabar el conflicto y garantizar el nuevo trayecto propuesto por la Municipalidad, la empresa de transporte contrató un policía adicional. “Fue una medida provisoria para garantizar el servicio. En realidad le pedimos a la Municipalidad que sea el Estado el que provea la seguridad de los colectivos porque la empresa no puede hacerse cargo de este gasto. Estamos a la espera de una respuesta”, planteó Iván Svotta, jefe de transporte de Recreo SRL.

Desde el municipio, el secretario general Carlos Pereira aseguró que desde ayer la empresa está cumpliendo con el recorrido solicitado y que “son algunos choferes los que se niegan a ingresar porque estigmatizan el barrio”, aunque negó que en los últimos días haya habido episodios violentos.

De acuerdo al balance por el uso de los botones antipánico en los colectivos, Pereira sostuvo que “el 90 % de los episodios se producen en las avenidas y en el macrocentro”. “Con ese criterio, deberíamos dejar de prestar el servicio en esas zonas”, criticó el funcionario y calificó de “irresponsable” negarse a ingresar a un barrio.