Se trata de una joven de entre 25 y 30 años que lesionó a Andrés Nicolás Acosta. Secuestraron una campera con sus pertenencias, que abandonó en el auto. “Me duele más no haberme dado cuenta de qué tipo de mujeres subí al remís, que las lesiones que me hicieron en la cara”, dijo el remisero.
Diario UNO |
Durante la noche del miércoles, agentes de Unidades Especiales, previo informar al fiscal del Ministerio Público de la Acusación, Omar de Pedro, estrechaban el círculo para aprehender a una mujer que agredió al remisero Andrés Acosta, con intenciones de asaltarlo junto con una amiga, en la madrugada de la víspera. La mujer dejó una campera en el vehículo la cual tenía en sus bolsillos el DNI y el teléfono celular de la asaltante.
Este miércoles, Diario UNO de Santa Fe, dialogó con Andrés Nicolás Acosta de 39 años, que lleva 20 de trabajo continuo como remisero, actualmente de la empresa Real, que estuvo al borde de la muerte, según su relato.
Relato dramático
Acosta, este miércoles a las 2, subió a dos pasajeras jóvenes, de entre 25 y 30 años, en la esquina de Peñaloza y Regimiento 12 de Infantería, ambas lo saludaron con cordialidad y una de ellas le dijo que por favor las lleve hasta la Plaza de las Banderas, más precisamente, Marcial Candioti e Iturraspe.
Pero, el pedido tuvo un giro inesperado cuando estaban llegando al lugar fijado y una de las mujeres pidió que fuera primero hasta Avellaneda y Gutiérrez. Cuando llegaron, una de ellas agredió al remisero con el pico de una botella desde atrás y le produjo heridas en el cuello, y en distintas partes del rostro.
Acosta resistió el embate de la mujer como pudo, mientras la cómplice, al ver su resistencia abrió la puerta y salió del auto. Cuando el hombre intentó inmovilizar a su agresora, la botamanga de su pantalón se trabó con la palanca de cambio, y eso le impidió salir rápidamente del auto, y ambas escaparon corriendo.
Cuando todo terminó, Acosta cayó en la cuenta que uno de sus dedos también resultó herido en consecuencia de la resistencia que opuso. Después, fue despacio hasta la base de la remisería Real, en Aristóbulo del Valle y Llerena, y llamó a la Policía.
Minutos después arribaron uniformados de la Comisaría 5ª, y cuando estos revisaron el vehículo, encontraron en el asiento trasero la campera de una de las mujeres en el que estaba su DNI y su teléfono celular. Desde entonces, ambas son intensamente buscadas por la Policía.
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