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jueves, 8 de octubre de 2015

ROSARIO Puntapié inicial para el juicio por el crimen de Claudio “Pájaro” Cantero

La causa fue elevada a un Juzgado de Sentencia con tres imputados: Luis “Pollo” Bassi, Milton Damario y Facundo Muñoz. Claudio “Pájaro” Cantero era líder de Los Monos cuando lo mataron, el 26 de mayo de 2012, frente a un boliche.
La Capital | 
Puntapié inicial para el juicio por el crimen de Claudio “Pájaro” Cantero
 Fue una muerte emblemática en la historia criminal de la ciudad. El asesinato de Claudio “Pájaro” Cantero, principal referente de la banda de Los Monos, ocurrió hace más de dos años y trastocó la escena delictiva local. Provocó cuatro homicidios en represalia en las 48 horas subsiguientes a su muerte, disparó una escalada de violencia inusitada y definió el mapa de las causas penales más resonantes. Entre ellas, la que tiene a su familia como núcleo de una asociación ilícita. Con tres hombres procesados por instigar y ejecutar ese crimen, esta semana la causa fue remitida a un Juzgado de Sentencia para el comienzo del juicio. Una etapa signada aún por una incógnita: no se se sabe si el caso se ventilará en un debate oral, como prevé la actual carátula, o mediante un trámite escrito, como exigen de común acuerdo Fiscalía y defensas mientras reclaman una acusación atenuada.
  El pedido de las partes para recaratular el caso y rebajar la acusación fue planteado ya sin éxito ante el juez de Instrucción Andrés Donnola y llegó hasta la Cámara Penal. El mes pasado la camarista Georgina Depetris respondió que no era el momento procesal oportuno para pedir una calificación más leve y dijo que había que esperar hasta el inicio del juicio para discutir el asunto (ver aparte). Lo que ocurre es que, según la imputación que prevalezca, al caso le espera una u otra modalidad de juicio. Un debate oral y público por un delito con perpetua o un trámite escrito por una figura con 10 años y 8 meses de pena mínima.

Ejecutado. Cantero fue ejecutado a balazos el domingo 26 de mayo de 2013, cerca de las 6 de la mañana, frente al boliche Infinity Night de Villa Gobernador Gálvez. Recién llegaba al lugar en compañía de dos amigos tras estar en la disco rosarina Yamper y se apartó del grupo para orinar frente a un galpón. En ese momento se detuvo en la calle una Ford EcoSport gris oscura desde la cual bajó u tirador que descargó casi 15 proyectiles calibre 9 milímetros. Tres hirieron a Cantero y otro plomo alcanzó a su acompañante Lisandro Mena, quien siete meses más tarde fue asesinado a tiros frente al casino. En los dos días siguientes hubo cuatro muertes en venganza.
  Por el crimen, en base a escuchas al entorno del “Pájaro”, están acusados el ex barra brava de Newell’s y dueño de un boliche de Villa Gobernador Gálvez Luis “Pollo” Bassi como instigador y dos hombres señalados como de su riñón, Milton Damario y Facundo “Macaco” Muñoz, en calidad de ejecutores. Están procesados por un delito con pena máxima: homicidio calificado por la alevosía y la actuación premeditada de dos o más personas. La causa, que es del viejo sistema penal, para esa figura prevé un juicio oral.

Cambio de encuadre. Luego de dos años de trámite, cuando la etapa instructoria estaba cerrada y ya había formulado la requisitoria de elevación a juicio, el fiscal Enrique Hernán Paz cambió de enfoque e intentó aligerar el encuadre. Le pidió dos veces al juez acusar por la figura más leve de homicidio sólo agravado por el uso de arma de fuego, con proceso escrito. En una sintonía inusual entre partes en pugna, el abogado particular de Bassi, Fernando Sirio, y el defensor oficial de Muñoz, Oscar Loberse, plantearon lo mismo.
  Por un lado, las partes alegaron un problema de congruencia. Señalaron que al indagar a los acusados no se les reprochó el agravante de la premeditación. Esto, razonaron, les causó un perjuicio porque les impidió defenderse del reproche más grave. Lo que volvería a esa imputación blanco de nulidades. Por otro, el acusador advirtió que no existen pruebas para demostrar el concurso de dos o más personas en la escena del crimen. El debate no está cerrado.
  Esta semana el Juzgado de Instrucción Nº 11, a cargo de Donnola, remitió el expediente por la muerte del “Pájaro” al segundo piso de Tribunales para dar curso al juicio. El expediente recayó por turno en el Juzgado de Sentencia Nº 3, a cargo de Edgardo Fertitta. El magistrado comenzó con el trámite para cambiar la disposición de los efectos secuestrados pero acumulará la causa en el Juzgado de Sentencia Nº 3 a cargo de Gustavo Salvador, porque allí tienen otras causas en curso los acusados.

Otras acusaciones. En plena etapa probatoria de un juicio escrito, se juzga allí a Bassi, Damario y Muñoz por el crimen de Juan Pablo Colasso, acribillado bajo un infierno de plomo frente a su casa de Villa Gobernador Gálvez la madrugada del 16 de noviembre de 2012. Damario y su hermano José Iván, además, son juzgados por el asesinato a balazos de Lucas Fabián Espina, ocurrido la madrugada del 27 de enero de 2013 en la zona sur de Rosario.
  Con el cambio de juzgado intervendrá otro fiscal, Guillermo Corbella, el mismo que actúa en las causas Colasso y Espina. Todavía no fue notificado del arribo del expediente a Sentencia pero adelantó que sostendrá el cambio de carátula solicitado por el acusador que lo precedió. “El titular de la acción penal tiene la facultad de hacer una revaluación, reformular y readecuar su acusación”, planteó.
  En breve el fiscal y las defensas reiterarán el pedido de atenuar la calificación como trampolín a un juicio escrito. Es una situación atípica y con pronóstico abierto: el juez Salvador puede hacer lugar a ambas cosas o dar curso a un juicio oral y que sea allí donde se plantee el encuadre penal más leve.
  “No es un tema cerrado. Es amplio el bagaje de posibilidades”, reconoció el defensor Sirio, quien “inmediatamente” presentará un escrito reclamando la nueva acusación y el juicio escrito. “Es una cuestión de interpretación política, no es estrictamente técnica. Las partes involucradas, fiscalía y defensa, plantean que sea un proceso escrito. ¿Qué otro camino puede haber cuando ambas partes están de acuerdo? El juez no puede decidir en contrario”, opinó de cara a un juicio indefinido como una página en blanco, mientras las partes en juego empiezan a delinear sus estrategias.
 
Camarista rechazó la rebaja de la acusación
El pedido para rebajar la acusación contra los tres acusados del crimen de Claudio Cantero fue rechazado el mes pasado por la camarista Georgina Depetris, quien entendió que el momento previo al juicio no es la “etapa procesal oportuna” para ese planteo. La jueza consideró que el fiscal del caso puede cambiar su intimación en los alegatos de apertura de un juicio oral o al cerrar un acuerdo abreviado.
    La camarista señaló que el fiscal “oportunamente formuló requisitoria de elevación a juicio” por una figura penal más grave (homicidio calificado, con prisión perpetua) y “dicho acto procesal agotó la actividad” previa al juicio.
    Depetris advirtió que si el fiscal modifica su posición puede plantearlo “en los alegatos de apertura, como al formular conclusiones o al solicitar eventualmente la abreviación del procedimiento, si correspondiere y las partes lo considerasen conveniente”. Sobre todo, analizó, porque el cambio de enfoque obedece a una distinta valoración de las pruebas y no a un desfasaje entre la figura penal y el hecho.
  “Así las cosas, no tratándose de resolución definitiva, ningún gravamen irreparable se advierte”, opinó. Por último, remarcó que no puede considerarse un perjuicio que el caso se ventile en un juicio oral y público porque se trata de una “modalidad de proceso que se adecua perfectamente a la garantía de juicio previo e inviolabilidad de la defensa”.

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