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viernes, 4 de septiembre de 2015

La EPE pasaría a depender del Poder Ejecutivo

La cuestión fue tratada este jueves en una reunión entre socialistas y radicales.
Diario UNO | 
La EPE pasaría a depender del Poder Ejecutivo
 Si se cumpliera al pie de la letra lo conversado la noche del jueves en el despacho del diputado Eduardo Di Pollina, los días de la EPE como empresa estatal autárquica tal cual funciona ahora estarían definitivamente contados. Es decir, hasta el 11 de diciembre próximo, cuando el nuevo gobierno que encabezará el ingeniero Miguel Lifschitz la transforme en una empresa dependiente y controlada por el Poder Ejecutivo. No obstante, habrá todavía muchas idas y vueltas en cada cuestión puesta al debate interno de los socios mayores de la coalición de gobierno. En algún momento, además, escucharán a los restantes miembros.
 
En rigor, no se trata de ninguna novedad toda vez que el propio gobernador electo durante la campaña prometió “cambiar la impronta que tiene la EPE, que trata a los inversores privados como si fueran una molestia” y se quejó de que era insostenible que si alguna empresa quería invertir en la provincia lo que la EPE le exigía como inversión extra era casi lo mismo que les costaba levantar la fábrica.
 
Después de dos médicos en la Casa Gris, a quienes los radicales les vienen cuestionando que se hubieren quedado en replicar el modelo de Rosario con vértices en lo cultural y la salud, descuidando otros aspectos, el ingeniero sucesor de Bonfatti sedujo a sus socios con el sesgo desarrollista que impuso a la primera reunión bilateral en la que se abordaron ya cuestiones concretas. No, por ahora, nombres de gabinete. Pero sí definiciones de gabinete que harán al sino de la gestión.
 
Según quien cuente la reunión de la que tomaron parte además de Lifschitz, Di Pollina y Joaquín Blanco, dos radicales por cada sector —Mario Barletta y José Corral, por el oficialismo; Mascheroni y Galdeano, por el MAR; Pullaro y Michlig, por el Neo— se avanzó más o menos, pero todos coincidieron que en esa poco más de una hora (después de la sesión del Senado de ayer) hasta algo después de las 19.30, se comenzó a perfilar el nuevo gobierno. Se habló de la transición, de la aprobación del nuevo presupuesto con la nueva Legislatura (que tendrá mayoría oficialista en ambas Cámaras) y, claro, de las urgencias.
 
En materia de seguridad la impresión generalizada es que será Lifschitz mucho más pragmático, o al menos sin los pruritos de sus antecesores, y buscará generar efectos inmediatos, y eso pasa por estrechar la tolerancia ante el delito y establecer otra relación con la policía. No hubo mucho más por ahora, dijo una fuente consultada. Todos se cuidaron en decir qué medidas están pensadas si es que el gobernador electo las hubiere enunciado.
 
La EPE no dejaría de ser una empresa estatal autárquica pero ciertamente tendrá en el futuro secretario de Energía —área que saldrá del Ministerio de Aguas para convertirse en una secretaría de Estado— a su autoridad política última. Y será éste en consulta con el gobernador y, eventualmente, el resto del gabinete, el que definirá la política energética de la provincia.
 
Al menos ayer, si bien se habló se ASSA no se mencionó la idea de municipalizar el servicio de aguas, tal cual dijera en campaña Lifschitz. Lo que, según otra fuente, no quiere decir que no siga en carpeta o aparezca en las próximas reuniones. Va de suyo que los encuentros seguirán e irán desgranando nuevas o, tal vez, diferentes definiciones.
 
Otra de las novedades de ayer fue que Vialidad Provincial pasará a depender del Ministerio de Aguas, en tanto se creará la Secretaría de Ambiente. Y se puso énfasis en la necesidad de encarar un urgente plan de obras públicas para incentivar la producción. 

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