anuncio

anuncio

anuncio

anuncio

lunes, 3 de marzo de 2014

SEGÚN CAME, DISMINUYERON UN 6,5 % Comerciantes preocupados por la caída de ventas de febrero

Referentes de las avenidas comerciales plantean que las ventas no fueron buenas. Las consecuencias son evidentes: liquidaciones abruptas, vidrieras sin precios y locales vacíos. El sector inmobiliario y el Cuec monitorean la situación para promover la continuidad de los comercios.

EL LITORAL.

“Hay una sensación de enfriamiento después de diciembre. Los negocios no están vendiendo bien. No pasa sólo en la peatonal, sino también a nivel país, y Santa Fe no es la excepción”. La frase es de Jorge Baremberg, secretario de la Asociación Amigos de Calle San Martín, empresario de esa arteria comercial y directivo del Centro Comercial de Santa Fe.

Su percepción no es aislada. Referentes de las principales avenidas comerciales se expresaron en la misma línea y radicaron sus opiniones en los mismos indicadores: liquidaciones abruptas y anticipadas; poca mercadería en los percheros, vidrieras sin precios e incluso locales vacíos.

Las voces del sector son cuidadosas. Los empresarios eligen con cautela los términos en que se refieren a la coyuntura financiera: “cimbronazo”, “enfriamiento”, “parate”, “incertidumbre”, calificativos que indican que el mes más corto del año no alcanzó para remontar la caída de las ventas de enero.

Esta mañana, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) difundió un informe que respalda su impresión. Detalla que “las ventas minoristas cayeron 6,5% en febrero” respecto del mismo período de 2013.

Baremberg también explicó las razones que motivan su opinión. Observó que “en muchos negocios, por las condiciones en que están presentando su mercadería, es evidente que están en franco inconveniente y que van camino al cierre”. A sus ojos, esta decisión es la conjunción de dos factores. Por un lado, “el alza de los alquileres, con un impacto directo en los ingresos comerciales”. Por otro, “una cuestión estructural como es el bolsillo de la gente: faltan medios, no hay de dónde sacar para tener recursos. Es como la inseguridad: parece que es una sensación pero no lo es, son datos objetivos de la realidad”.

Respuestas y compromisos

Como avenidas troncales, hace tiempo que Aristóbulo del Valle y Facundo Zuviría se imponen como centros comerciales a cielo abierto referentes de la ciudad. Allí “pasa lo mismo en todos lados: hay incertidumbre y preocupación”. Así dijo el presidente de la Asociación de Amigos de la avenida Aristóbulo del Valle (Acav), Daniel D’Angelo, quien contó que en los últimos días “hablamos entre los comerciantes de que vemos un ‘parate’. Todavía no tenemos un horizonte como antes, se está viviendo el día a día”.

La semana pasada, la comisión directiva de esta arteria comercial se reunió con sus principales referentes “para evaluar cómo vienen las ventas” en la avenida. Las respuestas indican que “luego de la devaluación hubo un freno, y si bien en estos días hay algo de movimiento, es Poco”, agregó D’Angelo. 

Con una arraigada trayectoria en venta de repuestos automotores, herramientas y afines, desde hace tiempo Facundo Zuviría es también una avenida con otros desarrollos comerciales como indumentaria y zapatería. 

Para Raúl Vacou, presidente de la Asociación de Comerciantes, Industriales, Profesionales y Amigos de Avenida Facundo Zuviría (Acipa), las dificultades financieras que vive el sector comenzaron en diciembre, “con el paro de la policía que también se vio reflejado en una disminución de las ventas esperadas para ese mes”. A esto, sumó que también se sintió “el cimbronazo del tipo de cambio” de los últimos días de enero. De allí, se vivió “una incertidumbre importante en los comercios con relación a los precios, sobre todo en cuanto a la venta: ¿A cuánto vender para poder reponer la mercadería?”. A ojos de este empresario del rubro de los repuestos, esto motivó una estimación de precios “para poder defender la mercadería” con un incremento “que el cliente sintió inesperado”. La consecuencia lógica es la situación actual: “Para los clientes, sus ingresos son los mismos y los precios son más elevados -agregó el comerciante-. Eso ha contraído el mercado notablemente, en los últimos días, y dificulta la respuesta de los comercios a sus compromisos”.

Un mes difícil
En el norte de la ciudad, las compras en la avenida Ángel Peñaloza también “han decaído”. Así contó Leonardo Hugo Trédici, presidente de la Asociación Comerciantes, Industriales, Profesionales y Amigos de la avenida. Lo sabe por experiencia propia: desde hace más de medio siglo está detrás del mostrador de su librería. Y, si bien en estos días encara las ventas de temporada por el inminente inicio de clases, “está tranquilo, otros años teníamos el negocio repleto de gente y no alcanzábamos a atender a todos. Este año no. Hay una merma -explicó-. La gente es muy selectiva en la lista, ordena el gasto”.

Trédici sostiene que lo que sucede en su mostrador se replica en sus pares de Peñaloza, “donde la mayoría son negocios arraigados de hace muchos años”. Este dirigente empresarial nota que allí también “la venta ha decaído”. Ante el cierre de algunos locales, analiza que “son los de recambio rápido: intentan un par de meses y se van porque tienen otras expectativas. Prueban y cierran, pero los locales se vuelven a ocupar. De todos modos, gracias a Dios veo gente en la Saladita que tengo enfrente, en el supermercado y en la carnicería”.

Todo parece indicar que, tras un diciembre que no cubrió las expectativas y un enero complicado por la fuerte devaluación de sus últimos días, febrero tampoco alcanzó. Más allá de la pluralidad de voces, una frase de Daniel D’Angelo las sintetiza: “Notamos con preocupación que las ventas mensuales no son constantes. Febrero suele ser un mes difícil, pero en este contexto fue más complicado todavía”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario