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lunes, 3 de febrero de 2014

SANTA FE;Barrio Sur- Incomprensible ola de ataques contra domicilio

Desde hace ya casi un mes la familia Scarponi ha perdido la tranquilidad. Y los motivos están más que justificados. 

Es que el domicilio que ocupan desde hace años en el tradicional barrio Sur viene siendo blanco de reiterados ataques y agresiones.

Ya son cinco los episodios violentos que se consumaron en el inmueble, que forma parte de un complejo de departamentos ubicado en la esquina de Francia y Entre Ríos. 

Es de hacer notar que dicho espacio habitacional tiene como rasgo característico que sus departamentos son todos iguales.

Los ocupantes de la vivienda no encuentran algo que explique semejante situación y creen firmemente estar siendo víctimas de una equivocación.

“La secuencia se inició en la última semana de diciembre”, comenzó diciendo Roberto Scarponi (53) quien hoy visitó la redacción de este diario.

“Primero fueron naranjazos contra la puerta. Luego siguieron con ladrillos, botellas hasta que finalmente el lunes de la semana pasada ocurrió lo peor... el fuego”.

Alguien dejó junto a la puerta una estopa embebida con algún líquido combustible y le prendieron fuego. Las llamas rápidamente tomaron la abertura. 

El siniestro no pasó a mayores gracias a que el dueño de casa se despertó como consecuencia del humo que había en los ambientes. 

“Abrí los ojos y había humo por todos lados. De inmediato buscamos baldes y logramos sofocar las llamas”, indicó. 

Sin explicación

Más adelante Scarponi reflexionó sobre lo acontecido. 

“Todo esto que está pasando nos llama la atención por el tipo de familia que somos. Mi esposa es maestra jardinera rural y yo soy profesor de tenis. Como se darán cuenta nos movemos en un ambiente que no es conflictivo.

No tenemos empleados, no tenemos juicios, tampoco tenemos deudas. Tenemos hijos que son relativamente chicos. Nuestras relaciones sociales están en perfecto orden. Entonces todo nos lleva a pensar que estamos siendo víctimas de una equivocación.

En otra parte Scarponi narró que dado estos inconvenientes se vio obligado a colocar un cartel en la puerta de su casa con su apellido y el de su esposa.

“No se me ocurrió otra manera para indicar a quienes vivimos en esa casa”, dijo.

Por último Scarponi informó que todo lo ocurrido está denunciado en la seccional 2da. que interviene por jurisdicción.

“Además del expediente que se inició en la Policía también estoy en contacto con el juez de instrucción en turno quien me aclaró que va a investigar este asunto hasta las últimas consecuencias”, culminó.
El Litoral

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