anuncio

anuncio

anuncio

anuncio

martes, 6 de agosto de 2013

SANTA FE: La Vuelta del Paraguayo: el drama de las familias aisladas-“Desde que nos inundamos, nadie nos vino a ver”, dijo Rosa

Los vecinos aseguran que son cerca de 15 los grupos que decidieron quedarse en sus casas y que no tienen forma de salir si no es en canoa. “Desde que nos inundamos, nadie nos vino a ver”, dijo Rosa.
.
 Rosa Dorado, es una de las vecinas de La Vuelta del Paraguayo que decidió quedarse en su hogar pese a la crecida. Hoy su casa está rodeada de agua y determinó permanecer en ella pese a las advertencias, el programa de asistencia y hasta las humildes viviendas que tienen a disposición los afectados. “Yo entiendo que hay gente que está en los módulos. Pero nosotros hemos decidido quedarnos. Espero que a pesar de nuestra decisión vengan para acá los asistentes sociales, o la gente que está en la ruta”, explicó la mujer.

Según Dorado, que vivió toda su vida en el barrio, actualmente hay unas 15 familias que están en su misma situación. “La gente que quedó aislada no pide colchones o frazadas. Sólo pedimos que pese a nuestra decisión, que desde la Municipalidad o el gobierno recorra por acá para saber si necesitamos algo”, expresó.

Por su parte el municipio santafesino erigió más de dos decenas de viviendas prefabricadas adonde ya se trasladaron varias familias afectadas por la inundación tanto de La Vuelta del Paraguayo, como de Colastiné Sur y del distrito de Alto Verde. Desde los diferentes órganos de prevención del avance de las aguas del municipio se informó también que, pese al lento descenso de las aguas, se continúa con los operativos especiales de control en el anillo de defensa de la costa.

Las cuadrillas municipales prosiguieron en las últimas horas con la limpieza de los módulos, como así también la revisión permanente de algunos sectores de las defensas en Colastiné Norte, bajada Distéfano y French. También, continuaron los operativos de desmalezado y limpieza y las tareas de preparación y verificación de las estaciones de bombeo. “Sabemos que no es lo ideal, porque cuando empezó a bajar el agua, tuvimos que matar 11 víboras yararás. Sabemos que deberíamos irnos, pero bueno, decidimos quedarnos a fuerza de la costumbre y de que así y todo nos sentimos bien” agregó, María Schutt, otra de las vecinas aisladas que dialogó con Diario UNO. La mujer vive junto a su marido, durante la semana sale a pescar, y lleva en su pequeña canoa a sus cuatro hijos a la escuela. “A veces nos demoramos un poquito para llegar, pero la maestra dijo que entiende la situación”, añadió.

Rosa Dorado concluyó: “Ojalá que esto siga así y que todo vuelva a la normalidad, con el sol fuerte que tenemos, una vez que ya no esté al agua todo se va a secar rápido. Ahora esperamos que el agua baje más rápido y esto se termine de una buena vez”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario