El proyecto que prepara el senador Miguel Lifschitz para convertir en vía navegable el río Carcarañá generó un fuerte rechazo de organizaciones vinculadas a la defensa de la ecología al considerarlo de "alto impacto ambiental".
La Capital |
En Casilda, una de las ciudades que forma parte de la cuenca del Carcarañá, las voces en contra se hicieron sentir al punto que hasta el Concejo fijo posición en tal sentido.
El deliberativo local sancionó una declaración dirigida a las cámaras de Senadores y Diputados donde manifiesta su postura para que "se sigan sosteniendo los términos de la ley 12.175", que incorpora el curso del río Carcarañá al Sistema Provincial de Areas Naturales Protegidas. La decisión fortalece aún más la disconformidad con la propuesta del ex intendente rosarino, que "atenta" contra lo establecido en la citada normativa.
La movida ya se coló en las redes sociales para mostrar el malestar y evitar que la polémica iniciativa prospere.
La propuesta del senador por el departamento Rosario fue cuestionada con dureza desde la Cátedra Libre de Fauna Silvestre de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de Rosario que funciona en esta ciudad, así como por el Movimiento Campesino Liberación, el Museo Particular Los Desmochados, y el Club de Observadores de Aves Casilda, entre otros.
En el documento que circula por internet y que está disponible para su adhesión, se sostiene, entre otras consideraciones, que de prosperar el proyecto "se pondrán en peligro los servicios ambientales que hasta el momento brinda un humedal tan importante, no sólo para Santa Fe y región sino para todo el continente, como es el río Carcarañá".
Y en ese marco destaca su importancia de funcionar, desde el punto de vista ecológico "como un corredor biológico para cientos de especies, por ejemplo, de la avifauna".
Muchas especies de aves. De las 420 especies con que cuenta Santa Fe no menos de 150 pueden encontrarse en el tramo del río que cruza la jurisdicción casildense, entre las cuales hay aves migradoras que "necesitan —aseguran— de esa área natural para refugio, alimentación, nidificación, y descanso, bajo pena de no poder llevar adelante sus estrategias de supervivencia".
"El disturbio —añade— que lograrían causar las obras que supuestamente pondrían en condiciones de navegabilidad al río —construcción de canales, represas, esclusas, instalaciones para atracado, señalización diurna y nocturna— impactaría de forma directa e indirecta en el comportamiento biológico de la avifauna, entre otros grupos que se verían afectados de la misma manera".
"Además —resalta— provocarían cambios de todo tipo (físicos, biológicos y químicos) en la masa de agua con sus consecuencias negativas sobre los ecosistemas y las comunidades de las inmediaciones".
Asimismo se plantea que "está probada la riqueza paleozoica del lugar, el cual también fue asentamiento de pueblos originarios", además de sostener que "aún cuando sólo lo navegaran embarcaciones de pequeño porte, el ruido así como el oleaje y la descarga de combustibles derivados del petróleo contaminarían aún más este río que ya viene sufriendo desde hace años los embates de la contaminación por falta de control".
Mercantilizada. También advierte que "una obra de tal magnitud pergeñada para facilitar la salida de materia prima de nuestro país hacia el exterior, actividad vinculada con un sector de la economía de enclave relativa a los agronegocios, cuya rentabilidad está absolutamente concentrada y privatizada, solo dejaría como saldo los costos ambientales de los cuales deberíamos hacernos cargo. Más temprano que tarde deberíamos entender que la naturaleza no puede ser mercantilizada en aras del desarrollo, el modernismo o por imposición del mercado".
Como alternativo al proyecto sugiere la recuperación "plena" del ferrocarril, "lo cual no sólo abarataría los costos del traslado de los commodities sino que además disminuiría el tránsito de los cientos de camiones que destruyen nuestras vías de comunicación y provocan accidentes de todo tipo".
De avanzarse con el proyecto también plantea la necesidad de que se convoque a audiencias públicas para que la ciudadanía exprese su posición.
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