El velatorio del chico evidenció muestras de dolor de vecinos y maestras.
Las cientos de consultas realizadas puerta por
puerta en el barrio, así como las decenas de testimonios recogidos este
miércoles por personal policial, no lograban hasta la noche arrojar
pistas que podrían sindicar a quien cometió el aberrante crimen.
Las sospechas y pesquisas en un primer momento giraban sobre el entorno familiar del pequeño que desapareció en la tarde del lunes, pero pista aún débil colocó la lupa sobre un sujeto ajeno al círculo íntimo, aunque no hay muchos indicios que sostengan una potencial acusación.
Exequias
Este miércoles se realizaron allanamientos, interrogatorios y visitas a los habitantes de la zona donde habitaba el chico.
Los investigadores hablaron informalmente una y otra vez con los pobladores, pero todo era cansancio y penosa espera.
En tanto, a las 14.30, familiares y vecinos de Bajada Grande despidieron los restos de Cristian en el cementerio municipal de Paraná.
Escenas de congoja se vivieron en el último adiós al pequeño.
Los padres estuvieron acompañados por parientes, allegados al barrio y por maestras del jardín maternal Patito Sirirí, al que concurría Cristian cuando tenía 4 años.
El oficio religioso estuvo a cargo del cura Mario Taborda, a cargo de la parroquia Inmaculado Corazón de María de Bajada Grande, donde se realizó el velatorio.
“Esto no tiene palabras. Sí o sí que busquen al culpable y que realmente hizo el crimen”, manifestó una tía del niño.
“Pedimos justicia y que queden las cosas en claro, que no quede impune porque este no es un animal que trajeron muerto, trajeron una criatura de solo seis años de edad. No puede ser que se la hayan tomado con una criatura”, afirmó.
En el mismo sentido se expresó otra tía: “Solamente pedimos justicia, porque es un sobrinito que ha pagado con la vida cosas en las que no ha tenido nada que ver. Queremos que se investigue esto y que no quede en la nada. Aunque seamos pobres y humildes, que alguien nos de una mano y esto salga a la luz”.
Por su parte, otro familiar advirtió que por estas horas “se sospecha de todos”. Y sentenció: “Son unos malditos asesinos”.
Conjeturas
En contrapartida con algunas versiones, el padre del chico asesinado descartó que se haya tratado de una venganza, tal como intentan sugerir con sus palabras otros parientes.
Roberto Ríos, apuntó sus sospechas hacia algún depravado de la zona. En medio del luto y del dolor, afirmó que no se explica lo que pasó.
En referencia a las versiones que apuntan al entorno cercano como el presunto responsable del crimen, Ríos dijo: “algunos familiares sospechan pero todavía no hay ningún acusado. Yo creo que alguien del lugar lo puede haber engañado al nene con alguna golosina o algo y se lo ha llevado para otro lado; porque él no era de salir solo para ningún lado”, sostuvo.
Los investigadores esperan que este jueves, ya con un poco más de calma, la familia pueda ahondar en detalles que los enfrentan y dilucidar realmente si pudo tratarse de una venganza o solamente de un depravado de la zona de Bajada Grande que actuó en forma azarosa.
Niñez vulnerada
El padre de Cristian, de 58 años y de oficio pescador cuestionó la conducta de su mujer, la madre del niño.
“Hubo problemas con la mamá. Ella se fue varias veces de casa y yo, por el nene, siempre la volvía a recibir, para que el nene no se sintiera solo de parte de la familia”, explicó el progenitor del niño asesinado, al tiempo que agregó que si bien no tenía últimamente problemas con su pareja, “de ahora en más, veremos que pasa”, afirmó.
El hombre sostuvo que el menor estuvo un tiempo con la madre pero la misma, no lo “tenía en buenas condiciones y lo hacía faltar a la escuela, hasta que en un momento llegó a contraer sarna del perro”, reveló.
Las sospechas y pesquisas en un primer momento giraban sobre el entorno familiar del pequeño que desapareció en la tarde del lunes, pero pista aún débil colocó la lupa sobre un sujeto ajeno al círculo íntimo, aunque no hay muchos indicios que sostengan una potencial acusación.
Exequias
Este miércoles se realizaron allanamientos, interrogatorios y visitas a los habitantes de la zona donde habitaba el chico.
Los investigadores hablaron informalmente una y otra vez con los pobladores, pero todo era cansancio y penosa espera.
En tanto, a las 14.30, familiares y vecinos de Bajada Grande despidieron los restos de Cristian en el cementerio municipal de Paraná.
Escenas de congoja se vivieron en el último adiós al pequeño.
Los padres estuvieron acompañados por parientes, allegados al barrio y por maestras del jardín maternal Patito Sirirí, al que concurría Cristian cuando tenía 4 años.
El oficio religioso estuvo a cargo del cura Mario Taborda, a cargo de la parroquia Inmaculado Corazón de María de Bajada Grande, donde se realizó el velatorio.
“Esto no tiene palabras. Sí o sí que busquen al culpable y que realmente hizo el crimen”, manifestó una tía del niño.
“Pedimos justicia y que queden las cosas en claro, que no quede impune porque este no es un animal que trajeron muerto, trajeron una criatura de solo seis años de edad. No puede ser que se la hayan tomado con una criatura”, afirmó.
En el mismo sentido se expresó otra tía: “Solamente pedimos justicia, porque es un sobrinito que ha pagado con la vida cosas en las que no ha tenido nada que ver. Queremos que se investigue esto y que no quede en la nada. Aunque seamos pobres y humildes, que alguien nos de una mano y esto salga a la luz”.
Por su parte, otro familiar advirtió que por estas horas “se sospecha de todos”. Y sentenció: “Son unos malditos asesinos”.
Conjeturas
En contrapartida con algunas versiones, el padre del chico asesinado descartó que se haya tratado de una venganza, tal como intentan sugerir con sus palabras otros parientes.
Roberto Ríos, apuntó sus sospechas hacia algún depravado de la zona. En medio del luto y del dolor, afirmó que no se explica lo que pasó.
En referencia a las versiones que apuntan al entorno cercano como el presunto responsable del crimen, Ríos dijo: “algunos familiares sospechan pero todavía no hay ningún acusado. Yo creo que alguien del lugar lo puede haber engañado al nene con alguna golosina o algo y se lo ha llevado para otro lado; porque él no era de salir solo para ningún lado”, sostuvo.
Los investigadores esperan que este jueves, ya con un poco más de calma, la familia pueda ahondar en detalles que los enfrentan y dilucidar realmente si pudo tratarse de una venganza o solamente de un depravado de la zona de Bajada Grande que actuó en forma azarosa.
Niñez vulnerada
El padre de Cristian, de 58 años y de oficio pescador cuestionó la conducta de su mujer, la madre del niño.
“Hubo problemas con la mamá. Ella se fue varias veces de casa y yo, por el nene, siempre la volvía a recibir, para que el nene no se sintiera solo de parte de la familia”, explicó el progenitor del niño asesinado, al tiempo que agregó que si bien no tenía últimamente problemas con su pareja, “de ahora en más, veremos que pasa”, afirmó.
El hombre sostuvo que el menor estuvo un tiempo con la madre pero la misma, no lo “tenía en buenas condiciones y lo hacía faltar a la escuela, hasta que en un momento llegó a contraer sarna del perro”, reveló.
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