anuncio

anuncio

anuncio

anuncio

lunes, 27 de febrero de 2012

SANTA FE: "Hay que jugar dos clásicos amistosos en el invierno"

El presidente de Unión charló de todo con El Litoral, habló del choque que se viene, de la salida de Rosales, dio cifras de la oferta por Cavallaro y de la compra de Avendaño.

 

Caminata del presidente. Luis Spahn charla distendido junto a Emilio Lamas, Marcelo Piazza y Diego Sales.


Enrique Cruz (h) (Enviado Especial a Córdoba)

A días de “jugar” su primer clásico como presidente en la cancha de Unión (ya disfrutó de la victoria en el 2-0 del año pasado en el barrio Centenario), Luis Spahn “desafió” a su par sabalero para jugar dos clásicos en el invierno, poniendo en juego alguna copa. No sólo de este partido habló el presidente, sino también de las obras y otros temas que movilizan al titular tatengue.

—¿Qué falta ver de lo organizativo para el clásico, Luis?

—El primero salió muy bien y casi todo lo que se planeó para ese partido se repetirá en éste. Lo que me preocupa es la parte cultural y hay que hacerle entender a la gente que se trata de una justa deportiva que causará tristeza o alegría pero que empieza y se termina en un partido de fútbol, sólo eso. La misión de los dirigentes es que se trabaje ciento por ciento en la prevención para que no haya nada de qué lamentarnos.

—La cancha de Unión es distinta a la de Colón. ¿Qué les ha dicho la Policía?

—Tuvimos una reunión en forma particular con la Policía, como club, y estuvimos analizando alguna pequeña falla que hubo contra Boca y esperamos que eso no se repita. No dejaremos nada librado al azar ni a que haya interpretaciones equivocadas por parte de nadie.

—¿Qué pasó puntualmente en el partido contra Boca?, ¿por qué la Policía tuvo que reprimir con balas de goma en pleno partido?

—Hubo un pequeño altercado, algún empujón de un hincha a un efectivo y la respuesta inmediata. No fue nada importante, son cosas que pueden suceder y que se pueden y deben evitar.

—¿Es cierto que hubo socios que fueron a la cancha y no pudieron ingresar?

—No, no, de ninguna manera. Todos losp socios que fueron a la cancha, entraron. Hubo un pequeño incidente porque nuestros socios deben saber que el nuevo sistema habilita al ingreso de esa persona a la cancha y, de inmediato, el mismo sistema anula la posibilidad de que otra persona entre con el mismo carné. Entonces, alguno tuvo la intención de hacer entrar a un tercero con el mismo carné y se suscitaron problemas. El socio tiene que saber que el sistema deshabilita a ese carné a que ingrese nuevamente.

—¿Cuántos socios tiene Unión?

—Alrededor de 17.900.

—Con este número, ¿es imposible vender entradas generales?

—Sí, claro. El otro día hubo cerca de 2.000 socios que no fueron a la cancha contra Boca. Pero nosotros no podemos lucrar con ese pequeño espacio disponible que tuvimos, porque sería un riesgo. Tuvimos una primera medida contra Boca, pero necesitamos una segunda y será el domingo que viene en el clásico. Allí podremos tener una idea más fiel.

—Mientras se espera la ampliación del estadio...

—Estamos esperando que los profesionales que hicieron el anteproyecto lo conviertan en proyecto. Haremos un lanzamiento para el 5 ó 10 de marzo, más o menos. Allí saldremos a decir cuántos socios necesitamos que hagan la inversión de comprar una futura platea a cinco años y con eso financiar la obra.

—¿El gobierno, la AFA?

—Tenemos esperanzas y estamos esperando este lanzamiento. En marzo haremos la adhesión de los socios y nos tomaremos abril y mayo para buscar los presupuestos, hacer los contratos e iniciar las obras en el receso de invierno.

—¿Sólo tribuna sur por ahora?

—Sí, claro.

—¿Y de qué montos se habla?

—Alrededor de 15 millones de pesos para empezar.

—¿Te quita más el sueño la ampliación de la cancha o la adquisición de un predio?

—Mirá, para que Unión tenga un despegue definitivo se necesitan cumplimentar cuatro ítems. Uno es mantenernos en Primera; el otro es la ampliación del estadio; el tercero es la adquisición del predio y el cuarto es tener una economía depurada para no seguir penando con el pasado. El pasado no puede ser una mochila, sino que debe convertirse en un orgullo para Unión.

—Hasta ahora, ¿es una mochila?

—Sí, el pasado es una mochila.

—Fuiste muy cauto en la alegría, ¿te inquieta ahora mirar la tabla de promedios y ver a Unión en esta posición?

—No es que sea cauto en la alegría, sino que soy una persona que no exterioriza alegrías o preocupaciones por cuestiones laborales o deportivas. Soy diferente si se trata de cuestiones humanas. Me fui muy contento de la cancha el día del partido contra Boca y hasta considero que fueron injustos los comentarios, porque se puso más la lupa en lo mal que jugó Boca y no en lo bien que jugó Unión.

—Volvamos al clásico, ¿te gustaría que haya más de dos en el año?

—Ya se lo planteé a Germán Lerche y le pedí que juguemos dos partidos en el invierno, uno en cada cancha, y que lo institucionalicemos con el nombre de alguna copa. No podemos dejar escapar esta posibilidad, porque creo que desde lo económico nos ayudaría. El clásico es un patrimonio nuestro como hay muy pocos en el país y veo que no lo estamos aprovechando. Observo que Boca y River juegan en todas partes, en Salta, en Mendoza, en Chaco, en Mar del Plata y venden ese producto y ganan mucha plata.

—¿Frenaría ansiedades?

—Totalmente. Ayudaría mucho a que no haya tanta locura por un solo partido y hasta en lo deportivo también colaboraría con el equipo al que le fue mal, porque ese club sabe que al final de la temporada tiene la posibilidad de la revancha.

—La gente se obnubila demasiado con estos partidos, ¿no?

—Yo creo que la gente no tiene, a veces, formas de canalizar sus frustraciones, sus angustias laborales o familiares, y el fútbol, a algunos, les permite ser una válvula de escape. Hay gente que en su vida privada y profesional es incapaz de insultar, pero va a una cancha y se descarga. Esto ha sido siempre así y forma parte de una idioscincrasia muy propia de este país. Pero entiendo que los dirigentes contribuiríamos, haciendo dos clásicos más, uno en cada cancha por año, para calmar un poco estas ansiedades. Y de paso, ganaríamos dinero los clubes.

—¿Se vende a Juan Ignacio Cavallaro?

—Se está avanzando con el pasaporte comunitario.

—¿Se pueden saber los detalles de la oferta del Anderlecht?

—No puedo ser muy preciso porque la oferta comprende una futura venta del Anderlecht, que puede ser millonaria y que hoy es imposible de dimensionar. Fijáte que Belgrano va a recibir 5 millones de euros por el pase de Suárez, porque se reservó un porcentaje. El importe es superior al millón de dólares, traducidos los euros. No tengo dudas de que es una venta histórica para Unión.

—¿Por qué histórica?

—Porque en el pasado hubo una política de ceder juveniles por cifras irrisorias. De Unión se fueron jugadores por 3.000 ó 5.000 dólares. Eso no va a pasar más.

—O sea que la cifra de 800.000 euros sería el piso...

—Es lo que pretende Unión, además de un porcentaje de una futura venta y algunas cosas más que todavía estamos negociando con el Anderlecht.

—¿Alguna novedad con Avendaño?

—Por la comodidad en que se encuentra en Santa Fe y en Unión, el jugador manifestó a través del representante que quería que el club le hiciera uso de la opción. Me reuní con el representante en estas horas y le dije que espere un poquito. A nosotros nos interesa adquirir jugadores pero tenemos que balancear con alguna venta. No remataremos el plantel, no saldremos a vender cinco o seis jugadores, sino que la idea es que Unión retorne al mercado de pases. Y hacer una base de plantel que sea propia.

—¿Por Erramuspe no hay opción?

—Es el único caso y es porque la posición de Lanús fue totalmente inflexible. El presidente Russo parecía tildado, me decía “sin cargo y sin opción, sin cargo y sin opción”. No hubo caso de sacarle nada. No está en nuestros planes traer jugadores sin opción, pero el de Erramuspe es el caso que confirma la regla. Nosotros estamos muy contentos con el rendimiento de Rodrigo, ha cubierto ampliamente nuestras expectativas.

—¿Los ingresos en Primera cubren las expectativas que te hiciste cuando el equipo ascendió?

—En un club como Unión, siempre lo que ingrese va a ser poco porque hay muchas deudas y necesidades. El predio y la ampliación del estadio tienen un valor significativo y es algo que el club necesita. Por eso, nunca es suficiente. La temporada la estamos llevando aceptablemente en lo económico, pero en este período cancelamos una deuda con Perezlindo por 150.000 pesos, con Mazzoni por 120.000 pesos, con Gimnasia y Esgrima de Ciudadela por 80.000 pesos, estamos cerca de firmar un convenio con Juventud de Esperanza por el pase de Donnet, por una deuda que debe tener 10 ó 12 años y un convenio de 2003 que nunca se pagó... En fin, Unión necesita construir su futuro y no puede tener deudas con los clubes porque eso es lo que nos cierra las puertas deportivas para construir nuestras inferiores.

—¿Por qué demora tanto el despegue definitivo del club?

—Unión no tuvo años virtuosos, la economía siempre condicionó, este año empezamos el trabajo de inferiores comprando 280 pelotas para que nunca falten, tenemos las canchas en excelente estado y quizás muchos no comprendan mi ansiedad por restablecer las relaciones con los clubes. Si yo dejo que estas situaciones de deudas vayan a una instancia judicial a esperar un fallo, estoy seguro de que se transformarían en el doble. Entonces, hay una cuestión económica, por un lado, pero lo más importante es la imagen que queremos transmitir.

—Ayuda a que el club sea más serio...

—Quiero que Unión sea un club respetado, apreciado y una alternativa importante para los jugadores de la ciudad y la zona. Nuestras canteras se debilitaron porque muchas veces no fueron prioridad en la institución. Y esto es lo que queremos revertir en el futuro inmediato.

Sobre Rosales

Últimamente, cada vez que se menciona en el mundillo interno de Unión el nombre de Paulo Rosales, la sensación de polémica se agranda. El acuerdo primario de su situación contractual, que luego no fue rubricado con la firma del contrato, más declaraciones cruzadas entre las partes y la agitación de la interna dirigencial, fueron algunos de los cimbronazos que se dieron desde fines del año pasado a esta parte, con relación al muy buen volante ofensivo rojiblanco, ausente por decisión del entrenador en el partido del viernes en Córdoba.

“No le pido explicaciones al técnico, las escucho cuando hablamos de fútbol con él, pero no condiciono ninguna decisión que tome. Los técnicos son responsables de los éxitos y los fracasos y son los fusibles que tiene el fútbol. Con Darío no hablé de fútbol en esta semana, sólo lo hicimos de otras cosas, así que no hablamos del tema Rosales. Paulo es un elemento que, tal vez, el técnico considere que es de mucha presión para Colón y de mucha importancia para Unión en ese partido en particular, y por eso decidió sacarlo contra Belgrano. De mi parte no hay ningún cuestionamiento. Entiendo que el plantel tiene alternativas válidas para reemplazar la salida de un jugador”, dijo el presidente de Unión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario