Un chico de 10 años agonizaba
anoche en el hospital de Niños Víctor J. Vilela tras ser baleado en la
cabeza por un vigilador privado de una guardería náutica que se levanta
en la desembocadura del arroyo Ludueña, a la altura de calle Nansen, en
cercanías del parque Alem.
Un chico de 10 años agonizaba anoche en el hospital de Niños
Víctor J. Vilela tras ser baleado en la cabeza por un vigilador privado
de una guardería náutica que se levanta en la desembocadura del arroyo
Ludueña, a la altura de calle Nansen, en cercanías del parque Alem. Por
el trágico hecho, que se habría desencadenado cuando el menor y otros
pibes robaban elementos de un obrador vecino, fueron detenidos dos
custodios del predio, uno de los cuales es un policía rosarino exonerado
tiempo atrás de la fuerza.
El hecho ocurrió alrededor de las 16 de
ayer cuando los vigiladores de la guardería observaron a un grupo de
menores que robaba diversos elementos del obrador que una empresa
constructora tiene frente al embarcadero. Aún no está claro cómo y en
que circunstancias los custodios dispararon con sus armas de fuego hacia
el lugar donde estaban los menores. Lo cierto es que los chicos
salieron corriendo del predio llevándose algunos elementos y subieron a
una camioneta que los esperaba en las inmediaciones.
Poco después, en el hospital Alberdi
ingresó con dos heridas de bala en la cabeza Joel Víctor Bonfiglio
Vázquez, de 10 años, quien más tarde fue derivado al hospital Víctor J.
Vilela debido a la gravedad del cuadro que presentaba. Quien llevó al
menor hasta el centro asistencial se identificó ante la guardia como
Gabriela Susana Dandra, cuyo parentesco con el chico no estaba claro al
cierre de esta edición.
En tanto, al tomar conocimiento de lo
ocurrido, personal de la comisaría 9ª llegó hasta la guardería y tras
las primeras investigaciones detuvo a los dos guardias privados que
estaban en el lugar y les secuestró las armas de fuego que portaban. Los
vigiladores fueron identificados por los pesquisas como Enrique Fabián
Cettour, de 50 años, y José Gabriel Correa, de 25, quienes quedaron a
disposición del juez de Instrucción en turno, Juan Carlos Vienna.
Cettour era suboficial de la policía
rosarina en 2002 y estaba a cargo del depósito judicial de automotores
ubicado en Doctor Riva al 7200. Entonces fue sorprendido in fraganti
cambiando los amortiguadores de su Fiat Uno por los que, con ayuda de un
mecánico, había extraído de un vehículo similar allí depositado. En
julio de 2006, Cettour fue condenado por la Cámara Penal a 3 años de
prisión en suspenso e inhabilitación para ejercer cargos públicos. Lo
que habilitó a que poco después sea exonerado de la fuerza.
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