Es un proyecto destinado a la
clase media asalariada y cuentapropista para que tenga su lote. Apunta a
un suelo con infraestructura y se complementa con el plan para sectores
más vulnerables.
Con un presupuesto superior a los 450
millones de pesos, la nueva Secretaría de Hábitat provincial pondrá en
marcha un ambicioso plan que jerarquizará la compra o expropiación de
suelo urbanizable con equipamiento y servicios para la construcción de
viviendas colectivas. La propuesta apunta a incorporar a sectores medios
asalariados o cuentapropistas con ingresos familiares entre 3 a 10 mil
pesos, a los que asistirá con el acceso al lote propio y el "esfuerzo
compartido" de reintegrarlo en cuotas con un esquema social.
"Muchas personas tienen capacidad de ahorro y bien
podrían endeudarse para tener la casa y no el auto. El problema es que
no poseen la tierra ni la infraestructura", sentenció el gobernador
Antonio Bonfatti.
La provincia pondrá énfasis en el acceso a lotes con
todos los servicios para sectores medios de la población, que en su
mayoría no llega a reunir los requisitos que exige el sistema financiero
para dar un crédito y quedan excluidos del mercado inmobiliario. De
hecho, Bonfatti había anunciado el envío a la Legislatura de un proyecto
para el sueño del lote propio que muchas familias santafesinas anhelan.
El objetivo de la secretaría a cargo de Gustavo Leone
pasará por la compra del terreno (con fondos provinciales o subsidios a
créditos hipotecarios) para luego promover diversos sistemas para
lograr la casa propia: autoconstrucción, convenios con sindicatos o
municipios y la inversión conjunta con la Empresa Provincial de la
Energía (EPE) y Aguas Santafesinas SA (Assa) para los servicios.
Según los registros actualizados de la Dirección
Provincial de Vivienda y Urbanismo (DPVyU) en Rosario, de las 25 mil
familias anotadas a planes habitacionales el año pasado, 13 mil
persisten en la intención de ser propietarios de una vivienda por
gestión del Ejecutivo santafesino..
En Rosario, la problemática del acceso al suelo
motivó una fuerte advertencia de Bonfatti. "Con la ley de tierras el
sector privado tendrá que adecuarse a nuestro planteo, porque la tierra
es en función social y de la especulación. No estamos en contra del
privado, pero los desarrolladores deben ceder el suelo para lo público,
para el bien de todos. El desarrollo urbano no es gratis porque, cuando
se autoriza, implica un valor a la tierra que antes no era urbanizable".
La creación de Hábitat, que funciona como un
ministerio más, absorbió bajo su órbita a la DPVyU con un proyecto en el
que la tierra es el principal objetivo.
"Sin suelo, no hay chance", graficó Leone, para luego
agregar: "Lo que hoy si se visualiza es que el mercado excluye el
acceso a suelo y sólo llegan sectores con niveles altos y no los medios,
que en definitiva lo demandan mucho más como solución habitacional y no
como una inversión para una renta".
Leone pretende garantizar un lote con servicios para
la clase media para luego ofrecer a sindicatos, cooperativas o por
asociativismo la solución habitacional. "Es una propuesta distinta a la
entrega de viviendas llave en mano de sectores vulnerables sobre los
cuales también se seguirá trabajando", aclaró.
Los más de 450 millones de pesos para 2012 cambiarán
su lógica. en vez de orientarse exclusivamente a programas de
financiamiento y sumarle una reorientación de las partidas para la
adquisición de tierras. "Saldremos a adquirir suelo", dijo el
funcionario. En un segundo paso, proyectan incorporar las obras de la
EPE y Assa.
"Una vez que el ciudadano acceda al lote, es más
factible que pueda resolver la construcción de su casa por diversos
mecanismos. La principal barrera a superar es la propiedad de la tierra y
gran parte del presupuesto estará orientado a ello", insistió Leone.
La oferta del Estado tendrá varias aristas: o bien a
través de un banco de tierras, por débito en cuotas del sueldo, o
mediante un esquema financiero de la DPVyU. La compra a gran escala
siempre será sobre la base del "esfuerzo compartido".
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