Ya presagiaba que su retorno debajo de los tres palos de Central no pasaría desapercibido. Pero Jorge Broun terminó demostrando, en el gran desafío ante River, ser una valiosa pieza dentro del engranaje auriazul si se lo propone.
“La verdad es que tenía unas ganas terribles de atajar”, acotó el uno de manera ansiosa. “Salió todo bien pese a que también protagonicé una acción con Talamonti donde casi nos termina costando el punto. Es más, si entraba esa pelota que terminó pegando en el palo en el cierre del partido, teníamos que hacer ahí mismo un pozo y meternos”, agregó a modo de autocrítica y con el rostro serio.
Broun tiene varias batallas en el lomo. Sabe lo que es hacer un paréntesis en su andar. Algo similar le había ocurrido también cuando Omar Palma comandaba el equipo, en la reciente temporada, y por un error ante Merlo decidió reemplazarlo al partido siguiente con Jorge Bava. Luego de unas semanas terminó recuperando su puesto y jugando en un nivel más que aceptable.
Y ahora, Juan Pizzi lo limpió en seco luego de haber tenido un acto fallido en la 6ª fecha ante Guillermo Brown. En aquel momento intentó rechazar con la pierna izquierda y no hizo más que comprometer a Lequi. Diego Giménez sacó provecho y terminó condenando a Broun, quien encima a los escasos días se lesionó. “Esa semana me pasó todo junto. Pero ya está, es una etapa que me golpeó, pero sirvió también para corregir algunas cosas”, enfatizó de manera breve el arquero canalla.
Por eso cuando Manuel García sufrió una lesión ligamentaria en la zona acromioclavicular del hombro izquierdo ante Atlético Tucumán, todas miradas se direccionaron rápidamente en su figura. Y no era para menos. Caía de maduro que iba a reaparecer nueve fechas después y ante el pez gordo de la categoría: River. “A nadie le gusta jugar porque tu compañero se lesionó. Encima el Melli venía mostrando un buen nivel. Su baja me dolió porque sé lo que trabajó para atajar. Pero independientemente de eso, traté de seguir con calma y trabajar con normalidad porque sabía que venía entrenando bien. Era cuestión de confiar en las condiciones de uno. Por suerte salió todo bien pese a que no pudimos ganar. Aunque Central dejó una grata imagen y eso es muy importante”, declaró.
Cuando se lo consultó sobre la última jugada de la jornada ante el conjunto millonario, dijo: “No nos entendimos con la Oveja. Es más, hoy (ayer) estuvimos hablando de eso y coincidimos en que si esa pelota entraba, los dos teníamos que haber cavado un pozo en la cancha para quedarnos ahí para siempre. Es que hubiésemos arruinado lo bueno que hicimos y además perdido un punto”.
Sobre las notables intervenciones que tuvo ante dos grandes arremetidas de Fernando Cavenaghi, el arquero se refugió en la humildad: “Esos momentos son relativos. A veces te salen todas y en otras no. Pero lo importante es seguir trabajando duro durante la semana en los entrenamientos y saber que uno siempre entra a la cancha para colaborar con el equipo. Porque cada partido siempre es una historia diferente. Por eso el sábado ante Patronato habrá que estar concentrado y tratar una vez más de demostrar lo que le puedo aportar a Central. Ese es mi objetivo”.
“Sólo pienso en lo deportivo”
A la hora de analizar su actualidad contractual, ya que en junio próximo Jorge Broun podría quedar en libertad de acción si es que los directivos de Central no activan las gestiones para tratar de retener un gran capital del club (en idéntica situación están Nahuel Valentini y Martín Rivero), el arquero fue categórico. “Por mi cabeza sólo pasa lo deportivo. No quiero desviarme de eso porque nos estamos jugando muchas cosas. Además, por el momento no puedo decir mucho porque la verdad es que los dirigentes todavía no definieron nada con mis representantes. Sería un error o darle lugar a los malos entendidos si digo algo distinto.
La verdad es que sólo quiero terminar el año lo más arriba en la tabla de posiciones. Para lo demás se encargarán las personas que correspondan como siempre fue”, expresó el arquero.
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