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martes, 6 de septiembre de 2011

EN LA PROVINCIA DE SANTA FE...A dos años de la tragedia de Ramona la única sobreviviente habló de su presente

El 5 de septiembre de 2009 se produjo un terrible accidente en Ramona que dejó 8 muertos y sólo una sobreviviente, la rafaelina Noelia Mainero. A dos años de la tragedia, afirmó: "Tengo mis días pero lo estoy superando".

A dos años de la tragedia de Ramona la única sobreviviente habló de su presente

El 5 de septiembre de 2009, la paz de la vecina localidad de Ramona se vio alterada por un hecho que conmocionó al país. Ese día, un terrible accidente entre dos autos provocó la muerte de ocho personas, seis jóvenes y dos adultos. El número de víctimas no fue mayor gracias a que Noelia Mainero logró sobrevivir a pesar que, en la actualidad, todavía sufre algunas consecuencias de aquel hecho. Hoy, al cumpirse dos años de la tragedia, UNO Rafaela habló con la joven, quien contó su experiencia, su milagrosa recuperación y su estado actual. "Estoy mejor pero no es fácil", reconoció. El accidente ocurrió en la ruta 22, a dos kilómetros del acceso a Ramona, pasadas las 5 de la mañana. Allí, un Ford Escort, en el que viajaban seis jóvenes, colisionó de manera frontal con un Fiat Siena, donde iba Mainero junto a su tío y su tía. De los nueve involucrados, ocho murieron casi de manera instantánea. Sólo la joven sobrevivió a pesar de las gravísimas heridas que sufrió. "Iba en el asiento que está detrás del acompañante, sino no se que pasaba", sostuvo. El día de la tragedia, Noelia tenía pensado viajar con sus tíos a Córdoba. Ella trabajaba con ellos en un cotillón y el viaje tenía como objetivo la compra de mercadería para el negocio. "Decidimos salir temprano porque íbamos en el día, volvíamos a la noche", señaló. Al iniciar el trayecto, aún dentro del pueblo, su tía le ordenó que se ponga el cinturón, algo que la joven realizó sin saber que eso le salvaría la vida. Minutos despues, llegaría el horror. "Vi una luz a lo lejos y cuando estamos por cruzarnos se nos viene encima", precisó. En ese sentido, admitió: "Fue rarísimo, a mi tío no le dio tiempo de nada". En el momento del choque, Mainero describió que "se agarró" del asiento del conductor y se sostuvo "como pudo". Una cosa que dejó bien en claro es que "nunca" perdió el conocimiento, por eso, en los minutos posteriores al accidente aún recuerda la situación. "Tenía los pelos para adelante, me dolía todo el cuerpo y no me podía mover", indicó. Al ser consultada si en esos instantes ya tenía conciencia de la magnitud del hecho, remarcó que "no se dio cuenta" pero que la falta de respuestas de sus tíos, ante sus preguntas, le confirmaron lo peor. "A él lo podía ver de costado y supe que estaba muerto, de ella sólo escuchaba un ruido, como si se quejara", explicó. Graves lesiones y una larga recuperación Según los primeros testigos que llegaron al lugar y las crónicas periodísticas, el panorama era realmente desolador. Había varios cuerpos desparramados sobre la cinta asfáltica y los autos estaban destruídos. Los médicos atendieron a Noelia y debido a la gravedad de su estado la trasladaron a un nosocomio rafaelino. "Me ponen en terapia intensiva y me mandan a Santa Fe porque pensaban que tenía la columna comprometida", reveló. Tras los primeros exámenes médicos se comprobó que sufrió la fisura de la segunda y tercera vértebra, la fractura del radio y la muñeca (donde tiene plaquetas y tornillos), la fractura de la tibia y el peroné (donde tiene clavos y tornillos), y la quebradura de la pelvis. En la capital provincial estuvo en el Hospital Jose María Cullen donde fue ubicada en una pieza común de traumatología pero Noelia se sentía muy mal. "Yo decía que no podía respirar", señaló. A raíz de eso, los profesionales decidieron revisarla y descubrieron que tenía un neumotórax. "Me practicaron un drenaje", resaltó. En Santa Fe, permaneció poco más de un mes donde estuvo en terapia intensiva, intermedia, y los últimos días los vivió en la sala de traumatología. Sobre fines de septiembre, fue operada de la muñeca y la tibia. En los primeros días de octubre comenzó la rehabilitación en el hospital. El 7 de octubre la trasladaron en ambulancia hasta su casa. "En mi pieza estaba preparada la cama ortopédica". Asimismo, remarcó que viajaba con cierta periodicidad a la capital provincial. "Estuve acostada hasta fines de octubre cuando me dieron permiso para estar en una silla de ruedas", reconoció la joven. La rehabilitación siguió y con el paso del tiempo, Noelia lograba pequeños pero significativos avances. "Después de eso, empecé con muletas sin apoyar los pies, luego apoyando con ambos, hasta que el 1 de febrero del 2010 me logré caminar sin nada", recordó. Según su relato, hasta el día de hoy se acuerda de tres cosas, "la luz, el golpe y el olor a nafta". Al respecto comentó que, en algunas oportunidades, todavía "sueña" con eso. Al mismo tiempo, mencionó que desde el accidente se encuentra con tratamiento psicológico pero "hace unos meses" que no acude a las sesiones por una cuestión de tiempo. "Por la escuela y el trabajo no voy pero me gustaría seguir", dijo.

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