Los radicales gestionan reuniones con las empresas. Números de la oposición sobre la realidad de ambas prestadoras de servicios.
Los diversos sectores en que está dividido el justicialismo en la Cámara de Diputados suman argumentos para cuestionar el incremento de tarifas anunciados por la EPE y Assa mientras que la bancada radical -integrante del Frente Progresista- solicitó reuniones urgentes con el directorio del Enress y de la propia empresa de energía para conocer en detalles los fundamentos de la decisión comunicada en el mediodía del pasado viernes.
La Cámara de Diputados advirtió en diversos pronunciamientos realizados el año pasado sobre el no cumplimiento de las inversiones previstas en el Presupuesto 2012 para ambas empresas.
Fue Héctor Acuña (Corriente Federal) un celoso custodio de la falta de esos aportes al igual que la importante diferencia de dinero obtenido con el reajuste dispuesto por Assa más allá de lo recomendado por el Enress después de haber realizado audiencias públicas sobre la prestación del servicio.
Otro seguidor de las inversiones, Mario Lacava (Santa Fe en Movimiento), pidió suspender el aumento de la EPE hasta que se clarifique el tema tras preguntarse por qué suben las tarifas si la energía que compra no subió de precio. “El nuevo aumento le aportará a la EPE unos 800 millones de pesos extra a su presupuesto. Si el aumento salarial dispuesto para este año alcanza a los 250 millones y el incremento de gastos de consumo y operativos se podrían incrementar en unos 100 millones de pesos más ¿ en qué aumento de costos se justifica la suba?”, disparó.
Su colega Marcela Aeberhard (100% Santafesino) también se detiene en los números de la prestadora eléctrica. “Desde el 2007 a la fecha, los gastos aumentaron un 356% mientras que la inflación para igual período según encuestadoras privadas, no oficiales, fue del 188%”. Además habló de desinversión “porque en gastos de capital nunca se cumplió con lo que se había comprometido en los presupuestos. En 2008 se ejecutó el 92% de lo pautado; en 2009 el 63%; en 2010 apenas el 51%; en 2011 el 78% y hacia fines de 2012 no había llegado ni a la mitad”.
La legisladora en el caso de Assa recordó que “el incremento entre 2011 y 2012 fue del 57%. En tanto que entre 2012 y 2013 fue de casi 30% y ahora se prevé del 26%. Pero la calidad del servicio lejos está de condecir con estos índices. La empresa es otro caso de desinversión, ya que los gastos de capital, que representan las obras y el mejorado, bajaron en términos absolutos”.
Cuenta especial
Acuña pretende que los ingresos generados por el aumento de la EPE vayan a una cuenta especial destinada a obras de infraestructura del servicio. No obstante, calificó de “inescrupuloso” al incremento en ambos servicios. “Advertíamos que esta situación iba a suceder toda vez que en los últimos presupuestos el gobierno decidió sacarle millones a las empresas, luego aumenta las tarifas y no lo invierte en obras de infraestructura”, explicó.
Para Acuña “una rápida mirada por la ejecución presupuestaria de la EPE permite ver que siempre han subejecutado las partidas para obras y maquinarias; por ello hubo y habrá cortes, aumento de las tarifas y mala prestación del servicio. El gobierno en el 2013 girará 60 millones menos que en el 2011 a la EPE. Con un aumento natural del consumo y sin inversiones ésta será la constante de un gobierno que elige la mentira en forma sistemática para comunicar y anunciar pero que no gestiona”.
En el caso de Assa, pidió que se respete el procedimiento fijado para los aumentos tarifarios, y que se deje sin efecto hasta que esto ocurra. “Que el aumento y que Assa sean alcanzados por el contrato de vinculación como los son el resto de las 370 prestadoras en toda la provincia” dijo.
Silvia De Césaris (Producción y Trabajo) calificó de “intolerable” para el bolsillo el incremento anunciado. “Hay que tener en cuenta que en los cinco años de gestión socialista la luz aumentó 100 por ciento y el agua 200 por ciento y en lo que concierne a la EPE ya dejó de recibir 520 millones de pesos en subsidios provenientes del gobierno de la Nación por los reiterados aumentos, que fueron seis en los últimos cinco años. Pero además no hubo aumento en la energía que compra la empresa”.
La Cámara de Diputados advirtió en diversos pronunciamientos realizados el año pasado sobre el no cumplimiento de las inversiones previstas en el Presupuesto 2012 para ambas empresas.
Fue Héctor Acuña (Corriente Federal) un celoso custodio de la falta de esos aportes al igual que la importante diferencia de dinero obtenido con el reajuste dispuesto por Assa más allá de lo recomendado por el Enress después de haber realizado audiencias públicas sobre la prestación del servicio.
Otro seguidor de las inversiones, Mario Lacava (Santa Fe en Movimiento), pidió suspender el aumento de la EPE hasta que se clarifique el tema tras preguntarse por qué suben las tarifas si la energía que compra no subió de precio. “El nuevo aumento le aportará a la EPE unos 800 millones de pesos extra a su presupuesto. Si el aumento salarial dispuesto para este año alcanza a los 250 millones y el incremento de gastos de consumo y operativos se podrían incrementar en unos 100 millones de pesos más ¿ en qué aumento de costos se justifica la suba?”, disparó.
Su colega Marcela Aeberhard (100% Santafesino) también se detiene en los números de la prestadora eléctrica. “Desde el 2007 a la fecha, los gastos aumentaron un 356% mientras que la inflación para igual período según encuestadoras privadas, no oficiales, fue del 188%”. Además habló de desinversión “porque en gastos de capital nunca se cumplió con lo que se había comprometido en los presupuestos. En 2008 se ejecutó el 92% de lo pautado; en 2009 el 63%; en 2010 apenas el 51%; en 2011 el 78% y hacia fines de 2012 no había llegado ni a la mitad”.
La legisladora en el caso de Assa recordó que “el incremento entre 2011 y 2012 fue del 57%. En tanto que entre 2012 y 2013 fue de casi 30% y ahora se prevé del 26%. Pero la calidad del servicio lejos está de condecir con estos índices. La empresa es otro caso de desinversión, ya que los gastos de capital, que representan las obras y el mejorado, bajaron en términos absolutos”.
Cuenta especial
Acuña pretende que los ingresos generados por el aumento de la EPE vayan a una cuenta especial destinada a obras de infraestructura del servicio. No obstante, calificó de “inescrupuloso” al incremento en ambos servicios. “Advertíamos que esta situación iba a suceder toda vez que en los últimos presupuestos el gobierno decidió sacarle millones a las empresas, luego aumenta las tarifas y no lo invierte en obras de infraestructura”, explicó.
Para Acuña “una rápida mirada por la ejecución presupuestaria de la EPE permite ver que siempre han subejecutado las partidas para obras y maquinarias; por ello hubo y habrá cortes, aumento de las tarifas y mala prestación del servicio. El gobierno en el 2013 girará 60 millones menos que en el 2011 a la EPE. Con un aumento natural del consumo y sin inversiones ésta será la constante de un gobierno que elige la mentira en forma sistemática para comunicar y anunciar pero que no gestiona”.
En el caso de Assa, pidió que se respete el procedimiento fijado para los aumentos tarifarios, y que se deje sin efecto hasta que esto ocurra. “Que el aumento y que Assa sean alcanzados por el contrato de vinculación como los son el resto de las 370 prestadoras en toda la provincia” dijo.
Silvia De Césaris (Producción y Trabajo) calificó de “intolerable” para el bolsillo el incremento anunciado. “Hay que tener en cuenta que en los cinco años de gestión socialista la luz aumentó 100 por ciento y el agua 200 por ciento y en lo que concierne a la EPE ya dejó de recibir 520 millones de pesos en subsidios provenientes del gobierno de la Nación por los reiterados aumentos, que fueron seis en los últimos cinco años. Pero además no hubo aumento en la energía que compra la empresa”.
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