jueves, 11 de abril de 2013

Maltrato a los padres, un fenómeno que hoy se trata en la localidad de Casilda


La violencia tiene muchas formas de expresarse. Uno de los modos de agresión psíquica y física que está aumentando, pero del que se habla poco, es el que ejercen algunos hijos contra sus padres. Por eso, profesionales de la región se unieron con el objetivo de conocer las aristas de esta problemática y obtener más recursos para brindar contención a quienes la padecen y prevenir nuevos casos.
La Capital | 
Maltrato a los padres, un fenómeno que hoy se trata en la localidad de Casilda

 Es que entre hoy y mañana se realizará en Casilda el Primer Congreso Iberoamericano de Violencia Filio Parental organizado por el Club Rotario de Casilda y el Rotary Montes de Oca. El encuentro, destinado a médicos, psiquiatras, psicólogos, jueces, policías y miembros de la comunidad en general, invita a informarse para poder detectar hechos de violencia en el ámbito de la familia, en particular los que tienen como protagonistas a hijos que ejercen el control sobre sus progenitores. Este dominio que puede ser psicológico casi siempre va acompañado de agresiones físicas.
"Hay un quiebre en los lazos familiares y un cambio en los valores que se dio particularmente en la última década que produjo algunas consecuencias nefastas", advierte el psiquiatra Roberto Lazzarini, uno de los promotores del congreso.
Control. Entre los efectos más problemáticos, señala el profesional, "encontramos familias sumidas en la violencia donde los hijos ejercen un control sobre los padres y hasta les pegan para conseguir lo que quieren. Esto demuestra que la posibilidad de marcar límites por parte de los adultos se está diluyendo y que los chicos necesitan esos pilares para crecer de una manera saludable y para que no se enferme todo el grupo familiar".
La violencia filio parental no ha sido abordada en forma suficiente en la Argentina. No hay datos estadísticos y hay pocas experiencias de cursos y talleres específicos. No sucede lo mismo en otros lugares del mundo, como por ejemplo España, que en los últimos años desarrolló dispositivos de atención e investigaciones específicos ante el incremento notable de situaciones de violencia de niños y niñas hacia sus padres.
La licenciada en psicología y terapeuta familiar Lorena Bertino, una argentina que vive desde hace años en España, será una de las principales disertantes del congreso en Casilda. Tiene una amplia experiencia en este nuevo tipo de violencia ya que ha sido directora y coordinadora de Euskarri, un Centro de Intervención y Formación en Violencia Filio Parental, que funciona en Bilbao. "Entre 2004 y 2008 las denuncias de agresiones de hijos a padres se multiplicaron por cuatro en España, y en algunas comunidades por 16", describe la especialista para dar cuenta de la magnitud del problema.
Ocultos. "Si bien hay casos que salen a la luz porque los padres buscan ayuda terapéutica o porque se judicializan, sabemos que más de la mitad permanecen ocultos, y estimamos que en la Argentina debe suceder algo similar", reconoce la profesional. "A los padres les genera mucha culpa vivir situaciones como éstas y mucho más hacerlas públicas, denunciarlas".
Si bien no hay un perfil determinado de familia que pueda sufrir este estilo de violencia, Bertino señala que se incrementaron los casos en grupos familiares de recursos económicos medio o medio altos. "Nosotros atendemos ahora a más padres profesionales que sufren violencia por parte de sus hijos", menciona. "Antes era más común en familias marginales, con problemáticas sociales complejas. Hoy aumentaron en otros grupos, y se equipararon los varones con las chicas a la hora de ejercer el maltrato".
"Los que pegan y maltratan suelen ser niños, niñas, adolescentes de uno u otro sexo aparentemente sin problemas o patologías psíquicas o consumo de drogas necesariamente. Son chicos que en general no tienen problemas en la escuela o antecedentes de mal comportamiento. La violencia la ejercen hacia su mamá, particularmente, y dentro del hogar", dice Bertino.
Es imprescindible que los médicos, los maestros, los trabajadores sociales y todos aquellos que tienen un rol cercano a la familia en la comunidad conozcan con más profundidad la existencia de la violencia filio parental para detectarla y poder colaborar en la búsqueda de una solución. Para la disertante, son situaciones complejas que "necesitan de un tratamiento multidisciplinario. En España ya hay centros específicos a cargo del Estado que brindan atención y trabajan también en investigación".

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