El Ministro de Salud de Santa Fe
disertó en la ciudad de Rosario, como cierre de las XXI Jornadas
Internacionales y XXII Jornadas Nacionales sobre Economía de la Salud,
Recursos Humanos y Ejes del Sistema de Salud, desarrolladas por la
Asociación de Economía de la Salud.
La actividad se desarrolló el Centro Cultural Bernardino
Rivadavia, donde expositores de reconocida trayectoria nacional
e internacional, sumaron su aporte al propósito de la Asociación
que llevó adelante el evento y que apunta a crear un ámbito
científico-pluralista para la reflexión, la investigación y la
formación de recursos humanos en el área de la Economía de la
Salud, con especial preocupación por la eficacia y la equidad
del sistema sanitario.
La Economía de la Salud se ocupa del estudio de los
procesos económicos y sociales vinculados a la producción y
distribución de bienes y servicios destinados a la preservación y
mejora de la salud de la población, identificando alternativas
económicas, sociales, organizacionales y administrativas.
En ese marco, Cappiello, expresó que en la gestión de
Recursos Humanos “se han producido novedades, superando
discusiones no sólo semánticas y que radican en que en las
enumeraciones más usuales, se suelen nombrar a los RR.HH al
final, después de haberlo hecho con los recursos materiales,
financieros, etc., por lo que habría que decir entonces ‘last but
not least’, último pero no por ello menos importante. Sin
embargo, entran en una categoría o en un género que incluye a los
‘recursos’, de todo tipo, lo que genera diversas controversias”,
señaló.
El ministro enfatizó sobre la necesidad que las
organizaciones actuales tienen de asumir como principio
fundamental que el factor humano es el recurso más preciado que
se tiene: un recurso que, se puede desarrollar, formar e,
incluso, gestionar, debiendo constituir, por tanto, una de las
variables estratégicas fundamentales en el proyecto de futuro de
cualquier organización.
Si usamos esta denominación, ‘recursos humanos’, dijo, al
menos quiero fijar una posición diferente, que es la que se
sostiene desde nuestra gestión, que se ubica en las antípodas de
cualquier concepción alienante, porque los ‘recursos humanos’
son, antes que nada, personas, sujetos de derecho, y el capital
más importante que puede tener una organización -y sobre todo
una que garantice salud- son las personas”resaltó.
FLEXIBILIDAD DE RECURSOS
Desplazando el análisis de las personas a las
organizaciones, Cappiello mencionó que, “las organizaciones más
exitosas son generalmente las que son flexibles y las que
institucionalizan su habilidad para adaptarse continuamente, y
dirigir la paradoja de “crear un entorno estable para el cambio
continuo”; advirtiendo que, “en el pasado, la flexibilidad
organizativa se ha asociado más a los factores técnicos que a los
humanos. Sin embargo, se está observando que esa flexibilidad
depende más del personal que de los factores técnicos”.
Apuntó entonces que “es necesaria la flexibilidad para adaptarse
a los requerimientos cambiantes en aquellos sectores en los que
las organizaciones se tienen que enfrentar a un entorno complejo
y dinámico” por lo que “desde este enfoque flexible, la gestión
estratégica de recursos humanos se preocupa principalmente de
desarrollar la capacidad organizativa para adaptarse a las
contingencias cambiantes del entorno”.
Seguidamente destacó que se necesita disponer además de una
infraestructura participativa, mecanismos para facilitar la
mayor cantidad de información a los empleados, descentralizar la
toma de decisiones y animar a los trabajadores a proveer
información a los procesos de toma de decisiones.
“Nosotros en Salud -ilustró Cappiello- y en otros organismos
estatales, conocemos muy bien lo que significan las oficinas
centrales pidiendo datos para confeccionar estadísticas, que
raramente han servido a quienes generan los datos, es decir a
los propios trabajadores, a los centros de salud, a los
hospitales. De manera que la recolección de datos no puede ser
una tarea meramente burocrática porque estamos empujando a que
se haga a desgano y mal”.
También conocemos la “importancia que tiene la presencia de
profesionales con amplia capacitación. Digamos que nuestro
médico generalista representa precisamente esa amplia gama de
disposiciones, de destrezas, de capacidad de resolver
situaciones diferentes en el nivel que corresponda.
No estamos diciendo ninguna novedad, salvo que no tenemos
suficiente cantidad de profesionales con orientación general y
muchas veces nos quedan descubiertos ciertos aspectos de la
atención de la salud porque no tenemos el especialista
respectivo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario