viernes, 6 de julio de 2012

Restregarse los ojos acelera una enfermedad degenerativa

El queratocono es una patología que afecta a la córnea y produce visión defectuosa. No tiene cura, pero el diagnóstico temprano es clave para su tratamiento.


Detrás de una miopía o astigmatismo, puede ocultarse una enfermedad que genera deformación de la córnea y visión defectuosa: el queratocono. “Es una enfermedad de la córnea —que es la membrana anterior del ojo— que la debilita, la afina y la deforma”, explicó el médico oftalmólogo Sebastián Páez Allende.
Al menos una de cada 2.000 personas padecen queratocono en el mundo y la provincia de Santa Fe no es la excepción, advierte el Colegio de Ópticos de Santa Fe 1ra. circunscripción.
En las etapas iniciales, los síntomas son similares a los de cualquier defecto de refracción ordinario. A medida que la enfermedad progresa, la visión se deteriora, principalmente para ver de lejos. En algunos individuos, la visión en uno de los ojos es marcadamente peor que en el otro, y hay quienes desarrollan hipersensibilidad a la luz (fotofobia). Usualmente, es una patología indolora, aunque cuando avanza puede aparecer sensación de arenilla o cuerpo extraño, por la mala lubricación corneal.
Cuando la enfermedad es incipiente, para diagnosticarla el profesional debe estar atento. “El diagnóstico se da si uno lo busca. Ha habido un aumento del diagnóstico de queratocono porque aumentó su búsqueda”, señaló Páez Allende y agregó: “Si el queratocono avanza, el diagnóstico es evidente porque se ve la córnea deformada”.
Generalmente, la enfermedad se detecta en pacientes adolescentes y jóvenes, de cerca de 20 años, quienes acuden al oftalmólogo por problemas progresivos en su visión. “El diagnóstico temprano del queratocono es fundamental para prevenir daños irreversibles y evitar o demorar la necesidad de una cirugía”, advirtió el médico oftalmólogo Sebastián Amado.
Si bien no se conoce la causa exacta que lo provoca, concurren factores hereditarios (a veces hay varios familiares enfermos), genéticos (por ejemplo asociado al Síndrome de Down) y alérgicos (por el constante frotar de los ojos), entre otros. Frotar los ojos no causa la enfermedad, pero sí acelera su desarrollo.
El queratocono no se cura, pero existen estrategias de prevención para demorar su avance y mejorar la visión. “Desde hace 20 años existe un tratamiento específico que fortalece la córnea”, indicó Páez Allende.
La recomendación final es visitar al oftalmólogo periódicamente y que los profesionales tengan en cuenta esta enfermedad cuando diagnostican miopía o astigmatismo. “Con un estudio sencillo y no invasivo se puede detectar el queratocono”, concluyó el oftalmólogo.
Restregarse los ojos acelera  una enfermedad degenerativa
Oculto. El queratocono puede confundirse con miopía o astigmatismo.

Tratamientos
En los primeros estadios de la enfermedad, cuando el queratocono se presenta con miopía o astigmatismo no muy elevado, el oftalmólogo recomendará anteojos para corregir el defecto visual. Las lentes de contacto son también de gran ayuda.
El Colegio de Ópticos advierte: “La lente adecuada para estos tratamientos sólo puede ser definida por un médico oftalmólogo y luego confeccionada por un profesional óptico. Cualquier dispositivo visual que se adquiera fuera de las casas de óptica habilitadas, puede agravar seriamente el problema”.
También existen alternativas quirúrgicas, como la de segmentos de anillos intracorneales y el cross-linking. “Son técnicas con varios años de implementación y resultados alentadores. Son utilizadas para reformar y reforzar la estructura corneal, para tratar de detener la progresión. Cuanto más temprano sea el diagnóstico, mejor será el pronóstico visual”, explicó el oftalmólogo Sebastián Amado.
En última instancia, se encuentra el trasplante de córnea, reservado para aquellos casos más severos.

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