Según la medición ultramoderna
que realizó un equipo de investigadores encabezado por docentes de la
Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), el
Aconcagua mide 6.964,4 metros sobre el nivel del mar: 2,4 más que lo que
había arrojado el cálculo anterior, hecho en 1989.
La Capital |
Según la medición ultramoderna que
realizó un equipo de investigadores encabezado por docentes de la
Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), el
Aconcagua mide 6.964,4 metros sobre el nivel del mar: 2,4 más que lo que
había arrojado el cálculo anterior, hecho en 1989. Con ese resultado,
la montaña —ya considerada la más elevada del mundo fuera de Asia y la
segunda de mayor altura relativa— se puso a la par de los grandes picos
del planeta, como el Himalaya, medidos con mucha mayor precisión desde
hace unos años gracias a este mismo método de última generación.
Del equipo participaron la directora de
la Escuela de Agrimensura de la facultad, María Cristina Pacino; un
alumno del último año de la carrera, auxiliar docente "superentrenado en
mediciones de gravedad", Eric Jäger, y dos expertos del National Space
Institute de Dinamarca, René Forsberg y Arne Olesen. También colaboraron
Silvia Miranda (Universidad Nacional de San Juan) en vinculaciones
terrestres y Luis Lenzano (Universidad de Cuyo) en logística.
En el trabajo jugaron un papel clave la
Estación Permanente GPS Acon, instalada hace cinco años en la cima de
la montaña mendocina (lo que la vuelve la estación de monitoreo
satelital más alta del mundo), y la National Imagery and Mapping Agency
(Estados Unidos), que financió los gastos de la medición
"aerogravimétrica".
"Hace rato que las grandes masas
montañosas se manejan con mediciones realizadas en base a métodos muy
modernos y el Aconcagua merecía aggiornarse", explicó Pacino. Por
ejemplo, la última realizada sobre el Himalaya también determinó que
tenía "mayor altura".
Antiguamente, los picos montañosos se
medían en base a triangulaciones realizadas con equipamientos ópticos
desde la base, midiendo las distancias a otros picos.
Pero ahora, dijo la agrimensora, "la
estación GPS en la cima del Aconcagua mide permanentemente los
desplazamientos verticales y horizontales de la montaña". Porque, créase
o no, aunque parezcan lo más estable y quieto del mundo, la montañas se
mueven. Como todo en la Tierra, incluida la Tierra.
Para tener una idea: según detalló
Pacino, en sentido vertical el monte se desplaza hacia el oeste junto a
toda la placa sudamericana a razón de dos centímetros por año y también
presenta cierto movimiento autónomo.
Y a nivel vertical también muestra
movimientos hacia arriba y hacia abajo. Lentos —no bruscos, como los que
producen los terremotos—, pero a la vez constantes.
Así fue como el estudio reveló una
diferencia "más simbólica que otra cosa", pero diferencia al fin: que el
Aconcagua ya no mide en el Sistema Altimétrico Mundial, como se pensó
hace 23 años, 6.962 metros, sino 6.964,4.
Confirmación. Ahora,
ese valor deberá ser ajustado por un procedimiento aún de mayor
precisión. Una vez que concluya, el Instituto Geográfico Nacional
informará oficialmente la altura definitiva del monte.
Al margen del aporte científico que
implicó actualizar el dato en sí, Pacino resaltó que el trabajo "en
cooperación" con otras universidades y organismos —como el National
Space Institute danés, cuyo esfuerzo, dijo, que hay que destacar—
"posiciona a la UNR".
También para Jäger —encargado de medir
"la aceleración del campo de gravitación"— participar del equipo que
midió el Aconcagua "significó una oportunidad muy importante", en un
"trabajo fuera de lo común" y al que "no mucha gente logra acceder".
El estudiante (29) realizó hace dos
años una medición terrestre y en febrero de 2011 participó de otra
aérea. Ahora festeja que el Aconcagua haya crecido un poco más en el
ranking de los gigantes terrestres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario