Un grupo de usuarios, molestos
por no poder viajar en el horario vespertino que une a esta ciudad con
Cañada de Gómez "por falta de asientos", y por supuestos maltratos del
chofer, acudió a la comisaría local para dejar constancia de una
denuncia.
La Capital |
Los reclamos por el servicio de
colectivo de pasajeros escribieron un nuevo capítulo en el grueso libro
de quejas por diversas deficiencia en las prestaciones. Un grupo de
usuarios, molestos por no poder viajar en el horario vespertino que une a
esta ciudad con Cañada de Gómez "por falta de asientos", y por
supuestos maltratos del chofer, acudió a la comisaría local para dejar
constancia de una denuncia.
Jamás un chofer del servicio coordinado
(Monticas, Transur y Güemes) les había negado un viaje por no contar
con asientos libres. Pero esta vez, el conductor de la unidad impuso la
reglamentación vigente, debido a que llevaba entre sus pasajeros a un
inspector de la empresa para la que trabaja.
La situación se registró en la tarde
del lunes en la terminal de colectivos de Las Parejas, en el servicio
que, proviniendo de Las Rosas, debía partir de ese lugar a las 18.45
horas. El chofer comunicó lo que sucedía apenas detuvo la marcha, pero
una discusión no le permitió continuar.
Una decena de pasajeros.De
acuerdo al relato de los pasajeros, una mujer de 43 años, oriunda de
Cañada de Gómez, planteó como "injusta" la determinación del chofer, y
luego se subió a la unidad. La mujer representaba a una decena de
usuarios que estaban solicitando lo mismo.
Planteada una discusión entre ambos (la
mujer denunció al chofer por haberla tratado de loca y mal educada), y
luego de media hora de un fuerte intercambio verbal, siempre en el
interior del colectivo, una agente de la comisaría se llegó al lugar y
persuadió a la mujer para que radique una denuncia en la comisaría
local.
Constancia de mal servicio.A
continuación, un grupo de seis usuarios se presentaron ante el jefe de
la comisaría, Juan Carlos Suárez, para dejar constancia del "mal"
servicio que se presta para unir las poblaciones ubicadas a la vera de
las rutas nacionales 178 y 9.
Por su parte, el ómnibus continuó su marcha hacia Cañada de Gómez donde procedió a bajar pasajeros.
Piden ser escuchados. "Estamos
cansados de padecer problemas. Nos llevan como ganado o nos dejan
parados en la terminal sin cumplimentar con el servicio. No reponen las
unidades que se rompen. Jamás somos escuchados ni por los empleados, ni
por las empresas, ni por los funcionarios que deben controlar al
servicio", dijeron.
Los damnificados, después del incidente
en la estación terminal de Las Parejas dedujeron que "lamentablemente
se entabla una discusión entre choferes y trabajadores y nadie de ellos
tiene la culpa".
Viejo reclamo. Los
usuarios identificaron a la unidad con el nombre de General Urquiza,
pero aclararon que la misma "estaba prestando funciones para el servicio
coordinado".
En diálogo con los medios de prensa,
los vecinos calificaron a la declaración hecha en la policía de Las
Parejas "como un precedente importante para el posterior inicio de
acciones judiciales".
"Estamos hartos, cansados. Ese día
tuvimos que tomar un colectivo varias horas después y, por consiguiente,
llegar a casa con un retraso que no estaba previsto. Somos trabajadores
que viajamos para ganarnos el pan", dijo ayer Marcelo Acosta, uno de
los denunciantes.
Maltrato."El chofer me
maltrató verbalmente, y no me quiso dar su nombre, me trató de loca y
mal educada. El inspector manifestó que si era por él, nos llevaba,
porque comprendía la situación explicada, pero que el chofer no quería",
dejó sentado en la misma constancia. Por su parte, la usuaria Carmen
Barbero, de 43 años, dio otra versión diferente a la que expuso el
chofer.
Para Acosta, el usuario se está
acostumbrando a un mal servicio, pero alguna vez se debe decir basta y
reclamar. "Todos estábamos de acuerdo con Carmen y además siempre
viajamos parados. Más de una vez tuve que sostener bebés de madres que
lo hacen con criaturas de corta edad", dijo.
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