domingo, 6 de mayo de 2012

SANTA FE: Los adolescentes tienen mucho tiempo libre y pocos proyectos

El tiempo de ocio se utiliza, sobre todo, para estar con amigos. Y sólo algunos optan por hacer deportes o actividades al aire libre. El sedentarismo y el consumo son cada vez más habituales.

La mayoría de los jóvenes viven con sus padres, tienen mucho tiempo libre y lo aprovechan para estar con sus amigos. Además realizan pocas actividades al aire libre y son muy sedentarios. Así se desprende del trabajo “El ocio y el tiempo libre en adolescentes y jóvenes estudiantes” que realizó el Instituto de Investigaciones Educativas y Extensión de la Facultad de Humanidades de la Universidad Católica de Santa Fe. La investigación estuvo dirigida por el profesor Hugo Pais quien compartió los resultados con Diario UNO.


“En 2010 hicimos una investigación sobre violencia, bullying, acoso y abuso en los establecimientos educativos. El año pasado dimos a conocer los resultados pero nos quedó la duda de si muchas de esas cuestiones tenían que ver con el tiempo que los adolescentes y los jóvenes tenían sin ocupación”, señaló Pais.


Y agregó: “Entonces quisimos saber cómo utilizan el tiempo libre los adolescentes y los jóvenes. Quisimos ver dónde están las raíces de estos problemas. Las repercusiones del trabajo anterior nos movilizaron para saber qué hacen nuestros jóvenes”.


En ese sentido, tras tener los resultados, el director de la investigación resaltó que la mayoría de los encuestados no tienen proyectos de vida firmes. “Ante la complejidad y la incertidumbre que tienen los jóvenes, no encuentran estabilidad y eso hace muy complejo definir proyectos. Confiamos en que la aplicación de sistemas de tutorías con personal especializado pueda servir para orientar, acompañar e interpretar las necesidades y demandas de los adolescentes”, marcó.


También reconoció que los resultados del trabajo no lo sorprendieron y que estaban en línea con lo que esperaban. Por eso insistió en que se debe trabajar el tema de la autoestima de los jóvenes y adolescentes para lograr que puedan empezar a pensar en su futuro.


Sin trabajo y con los padres
La muestra de la investigación reunió a 900 adolescentes y jóvenes de escuelas secundarias, institutos terciarios y universidades. El grueso de los entrevistados tenía entre 16 y 25 años, aunque hubo un porcentaje de consultados que tenía entre 26 y 28 años. Entre las conclusiones alcanzadas se confirma que la adolescencia se extiende hasta los 25 años en la gran mayoría de los casos.


Casi la totalidad de los entrevistados reside con algún familiar. El 54 por ciento lo hace con los padres, el 27 por ciento con otro familiar (abuelos, tíos o hermanos), el 13 por ciento con amigos, sólo el tres por ciento lo hace en pareja y otro tres por ciento lo hace solo.


Además, tienen muy poco acceso a trabajos estables (sólo el cinco por ciento). Un 27 por ciento tiene trabajo precario y ocasional; y un 26 por ciento cuenta con ocupaciones temporales (en períodos de vacaciones, fiestas, entre otros).


“Los jóvenes de hoy crecen y se forman en un contexto hostil, que no le ofrece oportunidades y está cargado de relaciones no estables y ello se constata cuando se indaga sobre si sus grupos de amigos son estos estables o no. De la misma manera podemos afirmar, que en su grupo familiar, en un 35 por ciento no se puede verificar que viven con uno o dos de sus padres, aquellos que responden que lo hacen, evidentemente por sus respuestas, la desintegración de sus familias los ha afectado a la mayoría”, marca la investigación.


Y se añade: “Preocupa el tema de la situación laboral, en general los entrevistados son sostenidos por sus padres o algún otro familiar. Los que trabajan no tienen una gran disponibilidad y tiempo para ello, como garantía de estabilidad y continuidad. Están muchos aferrados a culminar una carrera y asegurarse trabajar, tema que resulta dudoso también en tanto desconocen el real mercado laboral de sus profesiones”.


El ocio y el descanso
Más allá de las características de la muestra, el estudio hace hincapié en la utilización del tiempo libre. Consultados sobre cuál es el significado del ocio para ellos, el 48 por ciento dijo que es un tiempo para salir con amigos y para el descanso; el 20 por ciento, un tiempo para afirmar su identidad e integrarse socialmente; el 15 por ciento, un tiempo donde influye la internet y las redes sociales; el 10 por ciento, un tiempo para ver la televisión; el cinco por ciento sostuvo que es tiempo vacío en el que influyen los sectores sociales; y otro cinco por ciento manifestó que es una nueva actividad de consumo.


Respecto a cuántas horas dedican al ocio, el 25 por ciento señaló que entre 15 y 20 horas semanales; el 20 por ciento, entre cinco y 10 horas; el 18 por ciento, 10 y 15 horas semanales; el 10 por ciento, 25 o más horas; y el cinco por ciento entre 20 a 25 horas.


Por otro lado, el 45 por ciento de los encuestados remarcó que tiempo libre es el que gozan con sus afectos; un 25 por ciento dijo que es el que se dedican para sí mismos; un 20 por ciento, el que disfruta con sus pares; y un 10 por ciento, el que dedica a otra actividad placentera.


De eso se desprende que el 75 por ciento consideró que ocio y tiempo libre se deben dedicar al bienestar. Mientras que un 20 por ciento marcó que es el momento para la sociabilidad; y un cinco por ciento, para encuentros cordiales.


Qué les gusta hacer
Un punto que puede despertar alarma es que los jóvenes y adolescentes dedican más tiempo a mirar televisión (el 60 por ciento le destina dos horas diarias) y utilizar distintos aparatos digitales (el 50 por ciento lo hace durante tres o cuatro horas por día) que a conversar con la familia (el 40 por ciento dijo que lo hace una hora por jornada).


“En general los jóvenes, en su mayoría, extienden el fin de semana, desde el jueves al domingo, para el encuentro con amigos, lo que no definen con precisión lugares y/o actividades, sí que en esos tiempos la pasan bien, hay siempre de por medio algo para tomar. Quizás nos quedaría indagar y profundizar más sobre el tema del consumo de alcohol y otras sustancias, que aparecen en el diálogo. El tema para el grueso de los entrevistados, es hacer algo, estar con, y en el consumo de servicios, particularmente de internet o televisión”, remarca el trabajo.


Por último, en relación a los hábitos cotidianos de los adolescentes y jóvenes se destacan: practicar deportes (20 por ciento), salir con amigos (90 por ciento), no hacer nada (30 por ciento), ir al gimnasio (30 por ciento), viajar (20 por ciento), ir a una biblioteca (10 por ciento), asistir a actividades religiosas (25 por ciento), concretar algún hobbie (20 por ciento), ir a una confitería o centro comercial (40 por ciento), fumar en casa (10 por ciento), fumar fuera de casa (15 por ciento), asistir a espectáculo musicales (10 por ciento) y asistir a espectáculos deportivos (10 por ciento).


“Es importante señalar que la práctica de deportes, decae gradualmente con la edad, y ello acelera las horas de sedentarismo, por lo que además, suman horas a la internet y a las redes sociales en los entrevistados”, se destaca. Y sigue: “El deporte, en tanto, ocupa mayor espacio en los jóvenes varones que en las mujeres, las que además son más en el porcentaje de presencia en los gimnasios”.

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