La ilusión de Newell\'s sigue su
marcha, intacta. En Bahía Blanca ganó un partido chivísimo ante Olimpo
por 2 a 1 luego de ir perdiendo. Laso abrió el marcador, a los 15, pero
Newell\'s no se desesperó y dio vuelta un disputado encuentro con goles
de Figueroa y Pablo Pérez.
El partido se presentó con mucho ritmo. De entrada nomás, los
bahienses se plantaron de igual a igual y le propusieron un golpe por
golpe al equipo de Martino, que pareció un poco desorientado.
Aunque la paciencia es una gran virtud de los once del Parque, y por eso, aguantó los embates yno dejó nunca de intentar ponerla contra el piso para avanzar en bloque.
En ese ida y vuelta frenético que propuso el conjunto de Perazzo, con una presión constante en tres cuartos de cancha, a los volantes rojinegros se les hizo cuesta arriba, y más aún tras el gol de Maximiliano Laso, a los 15.
El primer guiño de la historia de este partido en el Carminatti fue la rápida igualda, porque ahí nomás, a los 18, Urruti ganó un pelotazo largo que encontró mal parada a la defensa bahiense y cedió para Víctor Figueroa, quien con un zurdazo mordido venció a Ibáñez.
Y el partido siguió siendo de ida y vuelta, con los arqueros como figuras, tapando cada uno de los intentos.
En el segundo tiempo pareció aflojar el ritmo pero no así la vocación ofensiva de los dos. Hubo para todos los gustos y el gol merodeó ambas áreas, pero en otro guiño, Aquino, que recién había ingresado, la peleó en mitad de cancha, aguantó la marca y con toque bochinesco dejó a Pablo Pérez cara a cara con el arquero.
El volante que volvía de la suspensión dejó en el camino a Ibáñez y desató el delirio de los miles de leprosos que viajaron hasta Bahía Blanca.
El partido siguió siendo chivo, porque Olimpo fue con toda su vergüenza a buscar la igualdad y arrin conó a los rojinegros. pero la defensa sacó todo, Perata se hizo gigante y hasta se pudo aumentar la ventaja en un par de contras.
Newell\'s aprobó un examen difícil en una cancha complicada y ahora mira a todos desde arriba y sueña con un traspié xeneize, porque la ilusión del campeonato está más firme que nunca.
Aunque la paciencia es una gran virtud de los once del Parque, y por eso, aguantó los embates yno dejó nunca de intentar ponerla contra el piso para avanzar en bloque.
En ese ida y vuelta frenético que propuso el conjunto de Perazzo, con una presión constante en tres cuartos de cancha, a los volantes rojinegros se les hizo cuesta arriba, y más aún tras el gol de Maximiliano Laso, a los 15.
El primer guiño de la historia de este partido en el Carminatti fue la rápida igualda, porque ahí nomás, a los 18, Urruti ganó un pelotazo largo que encontró mal parada a la defensa bahiense y cedió para Víctor Figueroa, quien con un zurdazo mordido venció a Ibáñez.
Y el partido siguió siendo de ida y vuelta, con los arqueros como figuras, tapando cada uno de los intentos.
En el segundo tiempo pareció aflojar el ritmo pero no así la vocación ofensiva de los dos. Hubo para todos los gustos y el gol merodeó ambas áreas, pero en otro guiño, Aquino, que recién había ingresado, la peleó en mitad de cancha, aguantó la marca y con toque bochinesco dejó a Pablo Pérez cara a cara con el arquero.
El volante que volvía de la suspensión dejó en el camino a Ibáñez y desató el delirio de los miles de leprosos que viajaron hasta Bahía Blanca.
El partido siguió siendo chivo, porque Olimpo fue con toda su vergüenza a buscar la igualdad y arrin conó a los rojinegros. pero la defensa sacó todo, Perata se hizo gigante y hasta se pudo aumentar la ventaja en un par de contras.
Newell\'s aprobó un examen difícil en una cancha complicada y ahora mira a todos desde arriba y sueña con un traspié xeneize, porque la ilusión del campeonato está más firme que nunca.
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