jueves, 10 de mayo de 2012

NAC. La muerte digna y la identidad de género ya son ley

Fueron aprobadas en el Senado por unanimidad y por mayoría abrumadora, respectivamente. Introducen cambios sustanciales en la legislación vigente y nacieron de reclamos populares.

El Senado convirtió en ley anoche los proyectos de muerte digna y de identidad de género, en sendos debates que insumieron toda la tarde. La muerte digna (que permite la desconexión de medios artificiales a los pacientes terminales) fue aprobada por unanimidad con el voto de 55 senadores, en tanto que la identidad de género obtuvo la misma cantidad de voluntades positivas (55) pero se registró una abstención.
Ambas normas, se supone, serán reglamentadas y sancionadas por el Poder Ejecutivo en breve tiempo y surgieron por reclamos populares que encontraron primero eco en Diputados. En el caso de la muerte digna fue vital el reclamo de Selva Herbón, mamá de Camila Sánchez, una beba de tres años que nació muerta, fue reanimada y vive desde ese momento conectada a un respirador: no ve, no camina, no habla, no respira, no siente.
En la de identidad de género resultó desencadenante la movilización de las minorías sexuales.
La muerte digna autoriza a los pacientes a rechazar procedimientos, cirugías y "medidas de soporte vital, cuando sean extraordinarias o desproporcionados en relación a las perspectivas de mejoría".
Votaron a favor 55 senadores pero cuatro de ellos hicieron la salvedad a un par de artículos, el primero y el segundo. Se trató del santafesino Carlos Reutemann, Sonia Escudero, Blanca Monllau y Roberto Basualdo. La justicialista disidente Escudero pidió expresamente modificar la mencion del derecho del paciente a no ser alimentado ni hidratado, sin torcer la voluntad del resto.
La ley modifica los derechos del paciente en su relación con los profesionales e instituciones de la salud. El paciente que presente una "enfermedad irreversible, incurable o que se encuentre en estado terminal" tiene el "derecho a rechazar procedimientos quirúrgicos, de reanimación artificial o al retiro de medidas de soporte vital". Y "ningún profesional interviniente está sujeto a responsabilidad civil, penal o administrativa".
La norma no implica la legalización de la eutanasia ni el suicidio asistido, y fue analizada por especialistas rosarinos en La Capital el domingo pasado.
En el debate participaron 23 oradores. El primero fue el titular de la comisión de Salud y Deporte, el radical tucumano José Cano, quien afirmó que la medida apunta a "mitigar el dolor y los sacrificios de los pacientes y sus familiares".
Los santafesinos Roxana Latorre (justicialista) y Rubén Giustiniani (socialista) lo hicieron luego. Latorre expresó que la nueva ley impedirá "el encarnizamiento terapéutico" para los casos de pacientes "irrecuperables o irreversibles".
Giustiniani manifestó que "damos una respuesta para terminar con el sufrimiento de miles de familias, que padecen la extensión artificial de la vida de los pacientes". La ley "es producto de la lucha de madres como Susana Bustamante, mamá de Melina, y Selva Herbón, mamá de Camila, que han trabajado intensamente para lograr esta legislación", apuntó el socialista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario