Un hombre de 81 años fue a sacar
su licencia de conducir a San Cristóbal y olvidó un maletín. Un
trabajador advirtió que contenía dinero, lo llamó y se lo entregó. No
aceptó recompensa.
|
Un empleado de la Municipalidad de San Cristóbal tuvo un
gesto noble, destacable, de esos que no se escuchan todos los días:
devolvió 150 mil pesos que se encontraban en un portafolio que un hombre
olvidó en una oficina y no quiso aceptar recompensa. Se trata de José
Cortés, quien se sorprendió por la repercusión que tuvo su historia. “Me
doy cuenta que este hecho de devolver esta cantidad de dinero parece
algo fuera de lo común. Pero no era plata mía y no tenía por qué
quedarme con ella”.
El martes pasado, Cortés fue a trabajar como todos los días a una oficina municipal que otorga licencias de conducir en dicha localidad. A las 7.30, apareció don Livio Simonella, de 81 años, a quien conoce porque renueva su carné todos los años. Era una jornada agitada, y como Simonella había llegado temprano le pidió que volviera más tarde para que no perdiera tiempo.
“Me dijo que haría trámites y compras y luego volvería, como hizo. Debía observarlo el médico y llenar planillas para renovar la licencia. Cuando regresó, lo acompañé a otra oficina, completó el trámite y se fue”, relató.
Hasta allí, parecía ser un día normal. Pero mientras estaba ordenando los legajos junto a su compañero de oficina para poder retirarse a las 12.50 advirtió que alguien se había olvidado un portafolio negro.
Cortés dudó un instante, pero finalmente decidió abrir el maletín. “Me encontré con que había dinero y cheques y cuando me di cuenta que era de Don Livio me preocupé por su salud, sobre todo por cómo se iba a poner si se daba cuenta de la pérdida”, comentó.
“Entonces lo llamé por teléfono –continuó relatando el trabajador–. Primero no me atendía porque iba conduciendo, y cuando me comuniqué, me identifiqué y le dije: «Usted se olvidó algo». Primero me lo negó, pero fue hasta que le comenté lo del portafolio que había encontrado. Entonces le dije; «Me tomé el atrevimiento de abrirlo, pero no se preocupe que lo tengo yo. Venga mañana, retira la licencia y se lleva el maletín». Y así ocurrió”, explicó.
Al retirarse de la Municipalidad, llevó el bolso y lo aseguró en una caja fuerte sin saber con certeza la suma que atesoraba.
Rechazó la recompensa
Tras recuperar esa gran cantidad de dinero y en agradecimiento Don Livio quiso recompensar el gesto. “Yo le dije que no correspondía. Seguramente él trabajó toda su vida para tener algo”, reflexionó, y agregó: “Volvería a hacer lo mismo si tuviese otra oportunidad. La honestidad antes de todo”.
Livio abrazó fuerte a Cortés y pidió hablar con el intendente de la localidad para informarle de la buena acción del empleado. Pero ante la ausencia del jefe comunal, terminó escribiendo en el libro de quejas de la oficina municipal un comentario en donde destacó el hecho. En tanto, el secretario de Gobierno local, se encargó de dar a conocer la situación.
“A mí me educaron así”, señaló Cortés. “Los valores están por sobre todo”, sostuvo al tratar de explicar por qué había negado una recompensa. El hombre, de 42 años, es casado y padre de tres hijos. Es oriundo de la localidad de Humberto Primo, vecina de San Cristóbal.
El martes pasado, Cortés fue a trabajar como todos los días a una oficina municipal que otorga licencias de conducir en dicha localidad. A las 7.30, apareció don Livio Simonella, de 81 años, a quien conoce porque renueva su carné todos los años. Era una jornada agitada, y como Simonella había llegado temprano le pidió que volviera más tarde para que no perdiera tiempo.
“Me dijo que haría trámites y compras y luego volvería, como hizo. Debía observarlo el médico y llenar planillas para renovar la licencia. Cuando regresó, lo acompañé a otra oficina, completó el trámite y se fue”, relató.
Hasta allí, parecía ser un día normal. Pero mientras estaba ordenando los legajos junto a su compañero de oficina para poder retirarse a las 12.50 advirtió que alguien se había olvidado un portafolio negro.
Cortés dudó un instante, pero finalmente decidió abrir el maletín. “Me encontré con que había dinero y cheques y cuando me di cuenta que era de Don Livio me preocupé por su salud, sobre todo por cómo se iba a poner si se daba cuenta de la pérdida”, comentó.
“Entonces lo llamé por teléfono –continuó relatando el trabajador–. Primero no me atendía porque iba conduciendo, y cuando me comuniqué, me identifiqué y le dije: «Usted se olvidó algo». Primero me lo negó, pero fue hasta que le comenté lo del portafolio que había encontrado. Entonces le dije; «Me tomé el atrevimiento de abrirlo, pero no se preocupe que lo tengo yo. Venga mañana, retira la licencia y se lleva el maletín». Y así ocurrió”, explicó.
Al retirarse de la Municipalidad, llevó el bolso y lo aseguró en una caja fuerte sin saber con certeza la suma que atesoraba.
Rechazó la recompensa
Tras recuperar esa gran cantidad de dinero y en agradecimiento Don Livio quiso recompensar el gesto. “Yo le dije que no correspondía. Seguramente él trabajó toda su vida para tener algo”, reflexionó, y agregó: “Volvería a hacer lo mismo si tuviese otra oportunidad. La honestidad antes de todo”.
Livio abrazó fuerte a Cortés y pidió hablar con el intendente de la localidad para informarle de la buena acción del empleado. Pero ante la ausencia del jefe comunal, terminó escribiendo en el libro de quejas de la oficina municipal un comentario en donde destacó el hecho. En tanto, el secretario de Gobierno local, se encargó de dar a conocer la situación.
“A mí me educaron así”, señaló Cortés. “Los valores están por sobre todo”, sostuvo al tratar de explicar por qué había negado una recompensa. El hombre, de 42 años, es casado y padre de tres hijos. Es oriundo de la localidad de Humberto Primo, vecina de San Cristóbal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario