La Justicia confirmó el
procesamiento de un taxista que abandonó a una pasajera y le robó su
equipaje. La usuaria, una turista paraguaya, tomó el vehículo en la
terminal de ómnibus y fue trasladada por el chofer hasta una panadería
donde, a pedido del conductor, bajó a comprar pan.
La Justicia confirmó el
procesamiento de un taxista que abandonó a una pasajera y le robó su
equipaje. La usuaria, una turista paraguaya, tomó el vehículo en la
terminal de ómnibus y fue trasladada por el chofer hasta una panadería
donde, a pedido del conductor, bajó a comprar pan. Al regresar, el coche
no estaba y tampoco sus pertenencias: ropa, documentos personales,
libros y una notebook.
El hecho ocurrió el 21 de enero de
2011, tuvo un fallo inicial contrario al tachero y ayer se conoció la
confirmación del auto de procesamiento por hurto calificado que decretó
la Sala I de la Cámara de Apelación en lo Penal. Frente a la desmentida
categórica del chofer, fue clave la prueba aportada por el rastreo
satelital (GPS), que permitió comprobar que a la hora denunciada el
móvil hizo el recorrido relatado.
Según la denuncia, a poco de llegar a
la ciudad la joven turista se subió a un taxi en la estación Mariano
Moreno. En medio del recorrido, el taxista le pidió que le comprara pan
en un local, para lo cual le entregó 5 pesos. Al regresar, el auto no
estaba y tampoco un bolso con ropa, comestibles, libros, documentos y
una notebook marca Toshiba.
La defensa del taxista planteó que la
denunciante aportó "una descripción genérica e imprecisa sobre las
características fisonómicas del conductor, como de los horarios
enunciados, que no torna posible que estuviera en la hora señalada por
la denunciante en la dirección indicada".
Para la Fiscalía de Cámara, la
declaración de la víctima "resulta concordante con la prueba reunida,
principalmente el informe proveniente de la empresa de taxis a la que
pertenece el imputado y el GPS del vehículo, que da cuenta del trayecto
aludido por la denunciante". El Ministerio Público notó, además,
"contradicciones del imputado en contraposición a la coherencia de los
dichos de la víctima", tras lo cual se pronunció a favor de ratificar el
procesamiento.
Los camaristas sostuvieron que la denuncia era "absolutamente verosímil".
También destacaron que del informe de
la firma Fono Taxi surge "indiscutiblemente que la pasajera ocupó el
taxi en la terminal para realizar el itinerario descripto".
Los jueces señalaron que no puede
exigirse a la mujer "una detallada descripción del taxista, ya que sólo
por pocos instantes el avistamiento habría sido frontal entre pasajera y
conductor", cuando éste le entregaba la plata para el pan.
"Menos aún puede exigirse que
identifique el modelo y marca del auto, dada la diversidad de vehículos
afectados al servicio de taxi en la ciudad, siendo en cambio fácil
señalar la unidad, por los guarismos bien notorios que ostentaba el
rodado, fácil de memorizar, aspecto que expuesto por la denunciante
motivó la individualización del imputado", agregó el texto.
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