En 2010 el Gobierno ya había
reclamado a la ONU por la militarización en Malvinas. Los opositores que
fueron. El saludo entre Moyano y Moreno.
Arropada por el universo kirchnerista y varios dirigentes
opositores que invitó, la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner
anunció la conformación de una comisión que analizará y declasificará el
informe Rattenbach y también que presentará una queja en la ONU por la
\"militarización del Atlántico Sur\" por parte del Reino Unido.
“Vamos a plantear fuertemente esta militarización del Atlántico Sur
(...) “Por eso he instruido a nuestro Canciller para que presente
formalmente ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y ante
la Asamblea General (...) esta militarización del Atlántico Sur, que
implica un grave riesgo para la seguridad internacional\", anticipó la
Presidenta.
Dejá vú. Sin embargo, no se trata de un anuncio nuevo de la Presidenta:
el 11 de octubre de 2010, el gobierno nacional ya le había presentado a
Naciones Unidas una protesta formal la Argentina ante el Reino Unido por
los ejercicios militares británicos en las Malvinas.
El embajador ante la ONU Jorge Arguello informó \"la presentación ante
el Secretario General de las naciones Unidas, Ban Ki Moon, y le
acompañamos una copia de la nota verbal de protesta presentada por la
Argentina al Reino Unido\".
Informe re-desclasificado. El Informe Rattenbach que la presidenta
ordenó hoy desclasificar fue publicado en forma completa por la revista
Siete Días en 1983 y hoy puede conseguirse por internet por sólo 150
pesos. Cristina ya había anunciado su \"apertura\" cuando volvió de su
licencia médica en enero.
Es más, la iniciativa de abrir ese informe tampoco es novedoso. En abril
de 2007 los diputados nacionales Federico Storani y Pedro Azcoiti
presentaron un proyecto de ley (expediente 1350-D-2007) para publicar de
informe.
Lo inédito. Una de las mayores novedades que anunció Cristina fue que se
inaugurará un hospital de salud mental destinado a los ex combatientes
de las Islas Malvinas en la guerra de 1982.
Opositores en la Rosada. Salvo la Coalición Cívica y varios bloques del
Frente Amplio Progresista, el resto de los partidos aceptó el convite
del Gobierno al acto. A la derecha de la Presidenta, en las primeras
filas, se ubicaron los diputados Felipe Solá, Francisco de Narváez, Viky
Donda, Enrique Thomas, Patricia Bullrich, Ricardo Gil Lavedra, Federico
Pinedo y Mario Barletta, flamante titular de la UCR.
También acudieron dos referentes del socialismo, el gobernador de Santa
Fe Antonio Bonfatti y el senador Rubén Gustiniani, así como el senador
Juan Carlos Marino.
El macrista Pinedo aseguró a Perfil.com que se \"sintió cómodo\" en la
Rosada, el radical Gil Lavedra respaldó el discurso de CFK y Solá
recordó a este medio que \"antes venía todo el tiempo a la Rosada y
ahora hace cuatro años que no venía\".
Los Moyano en primera fila. El mandamás de la CGT Hugo Moyano y su hijo
Facundo se ubicaron en la primera fila, a pocos metros del secretario de
Comercio Interio Guillermo Moreno. Se saludaron y cruzaron pocas
palabras. El camionero luego solo dialogó con Facundo y sindicalistas
aliados: Hugo Yasky (CTA), Omar Viviani (taxis) y Julio Piumato
(judiciales).
La Cámpora cerca. El diputado \"Wado\" De Pedro, de La Cámpora, y el
presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, intercambiaron
largas conversaciones con el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini.
Medios K presentes. De los anuncios de Cristina también fueron testigos
presenciales tres empresarios de los medios oficialistas: Horacio
Verbitsky, Daniel Hadad y Sergio Szpolski, quien estrechó fuertes
abrazos con altos funcionarios de la Rosada a la salida.
Veteranos en acción. Un numeroso grupo de ex combatientes de Malvinas
logró entrar a la Casa Rosada y siguieron el discurso con agitados
cánticos patriotas. Hubo forcejeos con la seguridad de la Casa de
Gobierno y hasta una golpiza al diputado Díaz Bancalari a la salida.
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