Fue durante una reunión entre funcionarios de la empresa con diputados y senadores del oficialismo. Afirman haber invertido más de mil millones en los últimos cuatro años.
Más estaciones transformadoras y cableado no alcanzaron para evitar los inconvenientes en el servicio, pero el gobierno asegura que sirvieron para atenuar sus efectos. |
Los calores de diciembre y enero trajeron no pocas
dificultades en la prestación de los servicios eléctrico y de agua
potable, especialmente en los dos grandes centros urbanos de la
provincia, y la lógica preocupación en el seno del Frente Progresista,
Cívico y Social cuyos legisladores se sentaron ayer con el directorio de
la EPE y mañana harán lo propio con el de Assa.
La reunión con el directorio que encabeza Daniel
Cantalejo se hizo en Rosario, la ciudad más afectada por los cortes de
energía en los días más tórridos del actual verano, mientras que con
Assa será en esta capital donde las dificultades con la provisión de
agua fueron mayores.
Cantalejo y su equipo abundaron en datos sobre la
inversión realizada en los últimos cuatro años, los pasos a dar y
descartaron de cuajo cualquier intento privatista (ver pág. 4) y no
fueron pocos los legisladores que insistieron en la necesidad de
discutir ya un marco regulatorio para el servicio. El diputado radical
Santiago Mascheroni -uno de los principales impulsores de dicho marco-
calificó ante El Litoral de “bueno” e “interesante” al prolongado
encuentro de la víspera.
“El marco regulatorio debe ser una ley que fije
reglas claras para el prestador y para el usuario. Debemos discutirlo
con la oposición y avanzar en la ley para darle una fuerte señal al
usuario”, destacó el radical al tiempo que valoró que también se empiece
a hablar de la importancia en el servicio del cambio climático y el
incremento en las pautas de consumo por la incorporación a los hogares
de mayor cantidad de artefactos, como por ejemplo aires acondicionados.
“Saludo que se pondere como elemento el cambio climático y el incremento
de la pauta de consumo que genera una situación que obliga a invertir.
La velocidad con que se arma un barrio o los edificios nuevos, es mayor a
la que tiene la empresa para actualizar su equipamiento. Esto exige más
allá del trabajo en la coyuntura, políticas de estado para el mediano y
largo plazo”.
Volviendo al tema del marco regulatorio con un
reglamento de suministro técnico, las bonificaciones e indemnizaciones
pasarán a estar tabuladas y no en función de acciones unilaterales que
tome la empresa, como ha ocurrido en los últimos años.
Mascheroni y el socialista Raúl Lamberto fueron dos
de los participantes del encuentro donde además de los directores de la
EPE estuvo el secretario de Servicios Públicos, Alejandro Boggiano.
“Fue una reunión interesante, se nos dio un informe
pormenorizado de la inversión realizada entre 2008-2011, que en obras
fue de 380 millones y de todo tipo de 1.023 millones”, agregó el
radical. “En la crisis reciente, de no haberse realizado las
inversiones, el colapso pudo haber sido mayor”, añadió. “Se reconoció el
incremento en la demanda y las dificultades de correr a la mismo
velocidad que los pequeños usuarios exigen, pero se avanza a buenos
pasos”, concluyó.
Mirada socialista
Lamberto -a su turno- resaltó que el Frente
Progresista tomó a la EPE con un quebranto operativo y que en los
últimos años hubo una mejora financiera importante, un plan de inversión
y mejoras en la calidad del servicio. Ante el planteo de los cortes
producidos especialmente en Rosario, señaló que de las 1.100
subestaciones que tiene la ciudad, 85 (6% del total) tuvieron problemas
pero afectando especialmente zonas céntricas con una mayor repercusión
mediática. “Hubo una mezcla que agravó la situación: más temperatura,
más población y más cables subterráneos cuya reparación demanda más
horas de trabajo que las líneas áreas”, dijo el socialista.
“El eje es continuar con la inversión, ese es el
camino”, resaltó. Lamberto también apoyó el planteo del marco
regulatorio e insistió con un ente regulador que antes de su concreción
puede tener una etapa intermedia con convenios con universidades “para
que el usuario tenga una visión extra empresa de lo que se está haciendo
y que sea nexo entre ciudadano y prestador”.
El socialista también consideró indispensable sumar a
las variables, los cambios en la modalidad del consumo y la
construcción de 1.100 edificios en Rosario en los últimos cinco años,
“elementos que no se deben obviar en una planificación de un servicio
público”.
Lamberto: “No se pueden obviar los cambios en el consumo y la construcción de edificios”. Foto: |
Cantalejo aseguró que la inversión en los últimos cuatro años supera los mil millones de pesos. |
Mascheroni: “Hay que fijar reglas claras para el prestador y para el usuario” |
Inversión
Lamberto resaltó que la inversión de los últimos
cuatro años en la EPE es de 1.023 millones de pesos, según los datos
aportados por Cantalejo.
Esa suma surge de los 388 millones invertidos en
trabajos públicos; 72 en transformadores; otros 68 millones de trabajos
propios de la empresa; 12 en la red de transporte; 50 en obras
realizadas por terceros; 273 millones en bienes de capital y otros 160
millones en devolución de préstamos solicitados por gestiones
anteriores.
Algunos números para tener en cuenta
Los directivos de la EPE además de los detalles de
la inversión de los últimos cuatro años, también abundaron en otros
detalles numéricos a tener en cuenta a la hora del debate sobre la
situación de una empresa que tiene 50.000 kilómetros de líneas de cable,
de las cuales el 10% está en Rosario y de éstas la mitad están
subterráneas.
Cantalejo aseguró que en su gestión, ya se pusieron
en marcha 13 nuevas estaciones transformadoras, se hicieron ampliaciones
en otras 12, repotenciaron 8 y habilitaron 15 nuevos centros de
distribución en toda la provincia.
También informó que se agregaron en el período 130
kilómetros de cables de media tensión, otro tanto de tendidos
subterráneos y se levantaron 10 subestaciones.
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