jueves, 7 de julio de 2011

Sin gas natural, los más pobres triplican su consumo eléctrico-Cuánto consumen los artefactos eléctricos

La EPE bajó en 5 puntos, desde 2007, las llamadas “pérdidas no técnicas” de energía. Cada invierno se dispara la demanda de los hogares más vulnerables, con redes precarias e irregulares. Son unos 130 mil en toda la provincia.
Un hogar pobre, que tiene sólo focos, un televisor, una heladera y algún otro electrodoméstico encendidos a lo largo del año, puede llegar a triplicar -y como mínimo duplicar- sus consumos de energía eléctrica, cuando llegan las temperaturas más bajas del año.

Al enchufarse una o más estufas, en esas viviendas la demanda de potencia se incrementa entre el 100 y el 200%.

Las cifras con que cuenta la Empresa Provincial de la Energía indican que unas 130 mil viviendas en la provincia (el equivalente al 70% de los hogares vulnerables) usa la calefacción que proporcionan las estufas eléctricas comunes. El reparto geográfico de los sectores excluidos no es proporcional a la población: en el sur provincial está el 60% y en el centro-norte el 40%.

Si una de esas casas usualmente demanda una potencia de un kilovatio (es decir, 1.000 vatios) en invierno sus necesidades básicas suben a 2 ó 3 kilovatios.

Quien lea con detenimiento las cuartillas impresas de las estufas eléctricas verá una indicación sobre su consumo, expresado en unidades con las que pocos están familiarizados: “1.200 W”, en algunos sistemas con expulsores de aire caliente o “1.000 W” en las de “velitas” o resistencias. Son, en efecto, mil vatios. O lo que es lo mismo, un kilovatio (kW/h), la unidad con que la EPE mide los consumos a sus clientes regulares.

Se estima que durante los meses de calor es lo mismo, o peor, porque la temperatura (alta) extrema suele extenderse más días. Y el contexto de alto consumo de energía es común a todos los sectores sociales.

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