jueves, 7 de julio de 2011

Se recuperan los chicos del trágico incendio en Hardy-Tienen quemaduras de distinto grado

Dos permanecen hospitalizados en Santa Fe. En tanto, un tercero está internado en la terapia pediátrica en Reconquista. Uno de ellos relató cómo ocurrió la tragedia.
En esta montaña de algodón se desencadenó la tragedia. Foto:Agencia Reconquista
En esta montaña de algodón se desencadenó la tragedia. Foto:Agencia Reconquista


Por Gustavo Capeletti
gcapeletti@ellitoral.com

Los tres chicos sobrevivientes de la tragedia ocurrida el sábado en Campo Hardy, General Obligado -donde el sábado perecieron calcinados dos nenes de 10 y 11 años que jugaban en una estiba de algodón que ganó el fuego-, permanecen internados en Reconquista y Santa Fe con cuadros estables.

Héctor Saucedo, de 12 años, hermano de una de las víctimas fatales, era atendido en el sector de terapia intensiva pediátrica del Hospital Regional de Reconquista, con quemaduras en pies, manos y cara, pero sin daños irreversibles según la estimación médica.

Por su parte, César López, de 14 años, continuaba este miércoles en la sala de quemados del Hospital Cullen de Santa Fe, con un diagnóstico médico de “lúcido y estable”.

El tercero, Ramón Esteban Esquivel, de 13 años, era el más comprometido de los tres amiguitos que sobrevivieron a las llamas por la gravedad de las quemaduras recibidas en distintas partes de su cuerpo.

Este menor debió ser derivado al Hospital de Niños Dr. Orlando Alassia de la ciudad de Santa Fe debido a que presentaba quemaduras de consideración en manos y pies.

El parte médico indicó que estaba “lúcido y estable”, aunque se descuenta que su recuperación llevará un tiempo prolongado.

Atrapados

Según relató la madre de Ramón a medios regionales, el nene “pidió permiso para ir a jugar con la computadora del club del paraje, pero en el camino se encontró con sus amigos y juntos se fueron a hacia el campo del productor Osvaldo Luis Muchiut, donde dos enormes montañas de algodón tentaban al juego infantil.

Como las sombras de la noche comenzaban a envolver el horizonte y el frío glacial de los últimos días los amilanaba en sus travesuras, se decidieron a hacer una cueva en la parva del cultivo para resguardarse.

Estando ya en el interior del montículo de algodón, uno de los nenes más pequeños -que perdió la vida- accionó un encendedor y el algodón comenzó a arder de forma incontrolable.

La mujer narró que “Ramoncito contó que alcanzó a manotear alguno de sus amiguitos y que la montaña de desmoronó”, quedando atrapados definitivamente José Ramón Giménez, de 11 años y Rosendo Javier Saucedo, de 10, que perecieron calcinados.

Ahora se supo con certeza que fue un remisero en su auto quien los trasladó hasta el Samco de Florencia, 20 kilómetros al norte por la Ruta 11, para recibir las primeras curaciones.

Luego serían derivados a Reconquista y de ahí a Santa Fe, según el daño recibido por el contacto con el fuego.

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