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domingo, 8 de mayo de 2016

Angelini negó ola de despidos, pero admitió que cuesta llegar a fin de mes

El diputado provincial del PRO dijo que es por el efecto del aumento en las tarifas, pero que el país se está acomodando y que “hay perspectivas de crecimiento muy interesantes para 2017”

Cruce. “Hay funcionarios provinciales que tienen poca memoria sobre cómo era antes la relación con Nación”, se quejó Angelini. Foto: José Busiemi / UNO Santa Fe
La relación entre la provincia y la Nación no fue la mejor desde el inicio de las gestiones del gobernador Miguel Lifschitz y el presidente Mauricio Macri. Con la triple fuga al mes de asumir ambos Ejecutivos –que generó duros enfrentamientos–, ahora se suman los cruces por la ayuda ante la emergencia hídrica que atraviesan 18 de los 19 departamentos de Santa Fe.

Para el diputado provincial y presidente del PRO en Santa Fe, Federico Angelini, hay cuestiones muy concretas a analizar: “Hay ocho ministerios que están designados por el Presidente para trabajar en la provincia en esta situación de emergencia. Algunos ya trabajando en lo urgente, como Desarrollo Social que asiste a personas que en muchos casos perdieron gran parte de sus bienes. La ayuda social llegó a muchas ciudades y comunas. El Ministerio de Defensa puso muchos elementos de logísticas y recursos humanos, a través del Ejército, vehículos de gran porte, lanchas. Mientras que Salud está trabajando junto a Desarrollo Social por todo lo que va a dejar el agua y se están haciendo muchos operativos en el norte de la provincia”, sostuvo en su visita a Diario UNO.

Luego agregó: “Nosotros tenemos que estar, con los pequeños productores agropecuarios, ganaderos de la agricultura familiar y que perdieron todo. Ahí está el Ministerio de Agricultura y el del Interior que con aportes del Tesoro Nacional ya se ayudó a varias localidades. A través del Banco Nación se están sacando créditos muy importantes para que el productor los pueda pagar luego de la emergencia. Hay mucha ayuda del gobierno nacional. Y también en recursos, ya se depositaron $25 millones del Sistema Federal de Emergencias.

—La provincia tendrá que invertir $1.600 millones para reparar rutas y caminos pero hasta ahora solo llegaron esos $25 millones de Nación. ¿No hay allí un desfase?

—Nación está poniendo en todo el Litoral más de $300 millones entre ayudas directas a las provincias y a los municipios. Santa Fe recibió $10 millones, Santo Tomé $2 millones, Reconquista $10 millones, San Javier $1 millón. Hay mucha ayuda que está llegando que no pasa por la provincia. Vemos por algunas declaraciones de funcionarios provinciales que tienen poca memoria sobre cómo era la relación con el anterior gobierno nacional, que mantenía una relación de apriete hacia la provincia. Ahora el Presidente vino dos veces, vino la vicepresidenta, bajaron muchos ministros a recorrer la zona. A veces nos sorprenden las declaraciones de los funcionarios provinciales. Además, esos caminos que están destruidos, en estos ocho años quién tenía que tenerlos en buen estado, la provincia. Y eso no se hizo y por eso ahora están destruidos. Las rutas provinciales también. El gobierno de Miguel Lifschitz no está hace cuatro meses, el Frente Progresista está hace ocho años. Hoy la situación sería menos conflictiva si se hubiesen hecho las obras.

—El sector productivo ya estaba complicado antes de la emergencia. En ese marco, Macri anunció el 8 de enero una ayuda para la lechería que constaba de 40 centavos por los primeros 3.000 litros de leche, pero recién se publicó en el boletín del martes pasado la resolución 162/2016, ¿no le parece que se está demorando mucho la ayuda?

—El sector tambero viene acogotado desde hace muchos años. Primero generamos muchísimo diálogo con los productores para llegar a una solución final. Las soluciones alternativas fueron las de enero con los $0,40 que en febrero se comenzaron a cobrar. Muchísimos tamberos ya cobraron y luego hubo una segunda ayuda de $0,40 de la Nación más 15 centavos por el IVA, más 10 centavos que ponía la provincia. Tal vez hay una confusión y es eso lo que se publicó esta semana. En definitiva son paliativos, no soluciones definitivas. Eso se lo decimos al sector, no le mentimos. Pero para llegar a la solución final estamos acomodando un montón de variables que hacen que hoy el país esté en una situación donde los ciudadanos tengan que hacer mucho esfuerzo, y en el medio pasa esta crisis climática y por eso Banco Nación le va a tener mucha paciencia a los productores. El Presidente fue a visitar a los tamberos a Colonia Felicia, pero en seis meses no se puede revertir una crisis que lleva ocho años, y que no se la achaco a la provincia sino al anterior gobierno nacional. Sé que no le puedo pedir paciencia a un sector que se está fundiendo. Pero sí les decimos que tenemos mucho diálogo.

—En este contexto de emergencia, ¿hay posibilidades de rever los aumentos del gas, la energía eléctrica, los combustibles que subieron casi un 30% en lo que va del año?

—No, reverlas no. Por eso hablaba del gran esfuerzo que están haciendo los argentinos y eso ya está empezando a dar resultados con perspectivas de crecimiento muy interesantes para el 2017. Si atendemos a los que más están sufriendo: aumentamos la jubilación, la Asignación Universal por Hijo, le estamos sacando el IVA a los jubilados y beneficiarios sociales, sumamos a todos los monotributistas a que reciban asignaciones familiares, permitimos que quienes cobran un plan provincial o municipal también puedan cobrar el nacional; estamos depositando $500 por única vez para los jubilados, los que cobran la AUH. Estamos trabajando con los que menos tienen. Eso es lo que tiene que hacer un Estado que viene de un proceso de inflación y reacomodamiento de precios que hacían que la Argentina esté estancada desde hace muchos años.

—¿Pero no es contradictorio con esas perspectivas de crecimiento ajustar las tarifas de esta manera? ¿Eso no tendrá un impacto directo en la pérdida de empleo?

—Hay un microclima que parecería que se está perdiendo empleo. Pero el martes estuvimos reunidos con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y nos decía que el problema es cuando hay mayor cantidad de despidos que de toma de empleo. Hoy en la Argentina no está pasando eso. Tenemos la misma variable que desde hace cuatro años. Por el aumento de tarifas, que eso hace que cueste llegar más a fin de mes, eso es una realidad, se está instalando que hay una ola de despidos y eso no es así. Es más, estamos esperanzados y tenemos datos concretos de inversiones que están viniendo al país que van a generar desarrollo y empleo.

—Sin embargo, Came dice que entre diciembre y mayo hubo 130 mil despidos, entre los que cuenta 55 mil de la construcción, 40 mil de la administración pública nacional y el resto de otros sectores, ¿eso no es así?

—Nosotros entendemos que no es así. Pero además tenemos los datos estadísticos que dicen que no es así. Sí hay una realidad en el sector de la construcción debido al despilfarro de obra pública que se hizo en la gestión anterior. Ahí, para no avalar la corrupción que hubo en los últimos años tuvimos que revisar lo que se estaba contratando y optimizamos muchos recursos. Teníamos obras que figuraban como terminadas que no tenían hecho ni un metro cúbico de asfalto. Hubo un sistema de auditoría y control y ahora se están pagando 80 mil millones de pesos en obra pública que van a reactivar al sector de la construcción. Del sector público no echamos gente trabajadora, echamos a militantes. Era gente que con el esfuerzo de los impuestos de toda la gente los partidos políticos se nutrían de militantes que no iban a trabajar. Ahí actuamos. Aquellos que trabajan muy bien en el Estado, sean de La Cámpora, del socialismo o de quien sean, pueden seguir trabajando.

—Pero si se despidieron a 40 mil personas uno supone que ahí también se despidió a gente que no era militante.

—Hacía cuatro años que no crecía el empleo privado. Para sostener la tasa de desempleo lo que se hacía era contratar a gente para el Estado. Un millón de personas ingresaron al Estado en los últimos tiempos. De esos había un montón de gente que no iba a trabajar. Hay que ejercer mucho más control sobre las personas que no van a trabajar y que no le rinde al Estado lo que le tiene que rendir.



Por Hipólito Ruiz - hruiz@uno.com.ar / De la Redacción de UNO Santa Fe

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