“La controversia en torno a este sistema de defensa surge en aquellos casos en los que los propietarios, sin el menor conocimiento acerca de electricidad, conectan por su cuenta, o contratando a un supuesto técnico, un alambrado directamente a la corriente de 220 voltios de la red, con el riesgo de causar la muerte que aquello conlleva”, sostuvo el diputado provincial del Frente Renovador, Lisandro Bonelli.
A lo que posteriormente agregó “la instalación y uso de cercos eléctricos de seguridad para uso privado”. Asimismo explicó que según el artículo 6 de la iniciativa “la altura mínima a la que deben estar emplazados los cercos eléctricos de seguridad será de 220 centímetros (2,20 metros) contados desde el nivel del suelo”.
Al mismo tiempo expresó que de la reglamentación propuesta quedan excluídos “los cercos eléctricos de uso rural (boyeros) y los utilizados en las dependencias de las fuerzas de seguridad provinciales y nacionales y de las fuerzas armadas acantonadas dentro de los límites de la Provincia”.
Esta discusión se dio en el marco de la creciente inseguridad por lo que cientos de vecinos de la provincia de Buenos Aires y del resto del país, decidieron implementar estos dispositivos para resguardar la seguridad de sus hogares.
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