Tras las denuncias por sucesos violentos en la rambla Catalunya, el funcionario provincial los recibió ayer y prometió refuerzo policial.
La Capital |
Los reiterados hechos de violencia denunciados por los guardavidas que trabajan en las playas de la rambla Catalunya desembocaron en una reunión con el ministro de Seguridad provincial, Maximiliano Pullaro, y en la promesa del funcionario de reforzar la seguridad en esa zona con "una planificación conjunta", para optimizar los dispositivos de prevención y fundamentalmente con policías en la arena, que acompañarán los patrullajes de la Guardia Urbana Municipal. "Tenemos una gran cantidad de recursos desplegados en La Florida y el balneario, y sobre todo en la rambla. Nuestra prioridad es que esa zona esté segura", se comprometió Pullaro.
La importante reunión de ayer surgió a pedido del gremio que nuclea a los guardavidas. En ese sentido, participaron del encuentro Flavio Galimberti y Ricardo Nallino, representantes de Suagra (Sindicado Unico de Guardavidas y Afines de la República Argentina).
En lo que va de la temporada veraniega, los guardavidas advirtieron repetidamente situaciones violentas que no pueden controlar y que exceden el alcance de sus funciones. Agresiones verbales y físicas, ingesta descontrolada de alcohol, peleas, arrebatos, tenencia de armas y otra serie de inconvenientes deben padecer aquellos que trabajan en el sector, y también los que quieren aprovechar para disfrutar de las bondades de la costa rosarina.
Incluso, los bañeros apuntaron que en la jornada navideña hubo "un descontrol total, con muchos alcoholizados y nula presencia policial". En ese marco de tensión, y ante la amenaza de un posible paro por parte de los guardavidas, se promovió la reunión que se desarrolló ayer con Pullaro, que de alguna manera logró arrimar ciertas promesas, descomprimió el estado de alerta y despejó la chance de un cese de actividades en estas fechas.
El ministro recepcionó las necesidades y solicitudes de los guardavidas y se comprometió a trabajar con la Municipalidad para mantener la seguridad en este emblemático lugar, que muestra un gran poder de convocatoria en esta época del año. Asimismo, Pullaro destacó especialmente la importancia de realizar una "planificación conjunta", para poder atender debidamente y controlar estas situaciones.
En ese marco, y ante el claro pedido de los guardavidas, el responsable de la seguridad provincial prometió garantizar la presencia de policías en la playa y aseguró que se diagramarán bajadas de efectivos, acompañando a los agentes de la Guardia Urbana Municipal, que muchas veces no tienen los elementos ni la autoridad necesaria para contener este tipo de casos.
Con esa decisión, quedó claro que el escenario de conflicto se encuentra en la zona de playa, y que a partir de ahora se hará un especial foco de atención. Incluso, desde el sector gremial apuntaron que las autoridades prometieron patrullajes policiales cada 45 minutos por la arena.
Asimismo, desde la cartera de Seguridad advierten que se encuentra en estudio la posibilidad de instalar gazebos, como puestos fijos para el personal de seguridad.
Para Año Nuevo. Con este escenario de evidente entendimiento y de buena predisposición general, el ministro confirmó que las fuerzas de seguridad estarán presentes el 1º de enero con controles de uniformados, tanto en la rambla como en toda la zona costera de la ciudad, ya que se espera para esa jornada una gran afluencia de personas.
De esta manera, los guardavidas encontraron algunas de las respuestas que fueron a buscar, y seguramente el viernes será una auténtica prueba de fuego para todos los elementos de control y seguridad que actúan en ese sector, para ver si logran disuadir cualquier tipo de acción violenta en las calientes arenas rosarinas.
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