“Es imposible fugarse de una cárcel como sea sin la ayuda del servicio penitenciario. En realidad, no hubo fuga. Fue una amable invitación a escaparse. En nuestro país lamentablemente la mayoría de los prófugos no vuelven salvo que se mediatice mucho su rostro y sean conocidos por la población en general. El caso paradigmático es el del “gordo” Valor que todo el mundo vio despeñarse de un muro de una cárcel”, sostuvo el especialista en el sistema carcelario Leandro Halperín.
Desterrando con estas palabras la hipótesis del escape de los tres detenidos, calificando al relato de la fuga como algo inverosímil. Agregando que en este caso, como en cualquier tipo de fuga es imprescindible que las fuerza de seguridad actúen de manera rápida y eficaz, para garantizar la recaptura de los reos.
Por otro lado Halperin afirmó que dentro del sistema penal argentino hay una “población estable” de los prófugos quellega a los 105 mil reclusos.
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