Al rojinegro le cuesta ganar y mantener una línea futbolística. El empate con Lanús fue escaso y mostró una vez más que necesita un cambio profundo.
La Capital |
Newell’s no encontró ni encuentra su norte. No es un equipo seguro ni tampoco entusiasma. Quiso recuperar el fútbol olvidado en este semestre y se quedó en el intento. Alguna vez fue seguro y hoy luce dubitativo, sin una línea a seguir. Busca el resultado por sobre los ideales y enterrando aquella frase de que el estilo no se negocia. Sí, se negocia y se rinde a los pies de un resultado, que es lo que en definitiva importa en un fútbol resultadista y que modifica el pensamiento interior de los hinchas. Por algo tantos entrenadores fueron quedando en el camino del largo campeonato 2015. Hoy la Lepra de Bernardi busca eso, sumar por encima del juego más allá de que su idea futbolística sea diferente a la que plasma en el terreno. Y en la búsqueda de responsabilidades de este pobre andar leproso una parte le cabe al entrenador y otro tanto a un plantel agotado que necesita un recambio.
¿Cuándo en los últimos años se vio a un Newell’s resignando el protagonismo para cuidar la mínima diferencia? Eso ejecutó el sábado por la noche frente a Lanús en su búsqueda por borrar de la memoria lo sucedido dos semanas antes con Chicago. En los últimos minutos Villalba reemplazó a Boyé con el fin de dar batalla en el medio en un momento de repunte granate y proponer la disputa del partido lejos del arco de Unsain. Fue sólo un intento porque al final la visita se llevó una igualdad gracias al golazo de tiro libre de Ayala.
Ni antes con Gallego —ineludiblemente siempre surge la comparación—, Newell’s mostraba identidad ni ahora con Bernardi logró recuperarla. El Tolo fue despedido por no alcanzar los objetivos pregonados, donde también se analizaron resultados como siempre se hace en un deporte, y se fue por la puerta de servicio. Hoy poco cambió en lo que respecta a nombres, no así en cuanto a funcionamiento porque todo permanece igual. Si apenas alcanzó a clasificar a la liguilla Pre Sudamericana, hoy en la segunda tanda y que deposita para definir el pase a la copa jugando de visitante, hasta ahora con Unión.
¿Qué deparará el futuro leproso? La dirigencia avisó que la continuidad del técnico está garantizada y de hecho se está trabajando en el armado del próximo plantel. De todas formas, en el fútbol nada es seguro y todo puede variar de acuerdo a la conveniencia o resultados. Los dirigentes muchas veces nadan a favor de la corriente de la gente. Hay ejemplos de sobra y de hecho el Tolo fue elegido por pedido de los hinchas. ¿Mantendrán en pie un proyecto elaborado a futuro y con cierto recambio de por medio? ¿O lo resignarán en pos de la salvación personal teniendo en cuenta el año electoral?
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