Colastiné Sur es uno de los barrios de la costa que con lluvias intensas o crecida de los ríos sufre las consecuencias. Es por eso que los vecinos comenzaron a prepararse para la posible emergencia que se puede dar el próximo mes con el fenómeno de El Niño. Pusieron en marcha un operativo de limpieza de zanjas y desmalezado de terrenos y lugares desocupados; y además, tras la reparación de una bomba y compra de un motor, decidieron juntar 100 pesos por familia, para el combustible.
Según contaron desde la vecinal, “los vecinos de la calle San Javier son los más afectados, incluso con precipitaciones intensas”. La presidenta de la institución, Marcela Fernández, expresó: “Están en un sector muy bajo del barrio y desemboca en la laguna y esos vecinos siempre tienen problemas de que cuando llueve no desagota rápido el agua y tampoco es para usar una bomba, pero queda varios días; y cuando es mucha el agua tampoco alcanza la casabomba y el municipio tiene que poner varias más y a veces no las tiene y eso lleva su tiempo”.
Siguiendo esta línea, recordó que les vino muy bien el préstamo de una bomba que repararon y tras juntar fondos, compraron un motor. La capacidad que posee es de 80.000 litros por hora. “Ahora estamos organizados con los vecinos y hay un encargado que enciende la bomba cuando se necesita. También nos pusimos de acuerdo con el combustible y pondrán 100 pesos cada familia solo para eso. Esto comprende solo a los habitantes de la calle San Javier”, agregó más adelante Fernández.
En una de las reuniones que se llevó a cabo en la institución vecinal se tomó esta decisión de poner el dinero para el combustible. Este sector está ubicado al este de la calle principal que es Puerto Colastiné, es la primera a la derecha al ingresar al barrio y comprende más o menos unas tres cuadras.
Estar preparados
La presidenta de la institución hizo referencia a este trabajo de limpieza que encararon. Lo llevan a cabo sobre todo los fines de semana cuando todos poseen más disponibilidad. “Además estamos haciendo limpieza de cunetas y colaboramos con las tareas que hace el municipio que por ejemplo hizo un desmalezado muy importante esta semana en el barrio, es decir que ellos hacen lo suyo y nosotros colaboramos”, manifestó.
Más adelante, la vecinalista agregó: “Tratamos de buscar soluciones y no aportar problemas ni sumar cosas al municipio. Si bien son ellos los que deben hacerse cargo, colaboramos en lo que podemos desde el barrio. Desde la vecinal estamos de manera permanente conectados con los vecinos, y además si bien la delegación de La Guardia nos ayuda tratamos de colaborar, de solucionar los inconvenientes por nuestros propios medios. La idea no es sentarse y esperar que las cosas pasen y la ayuda llegue sino movernos desde el barrio”.
Ante la consulta sobre si hay vecinos viviendo en zonas de vulnerabilidad hídrica, Fernández dijo: “En los últimos meses llegó gente nueva a Colastiné que se puso en el lecho del río y con ellos algo deberán hacer. Tienen casas precarias y están en zona inundable, cuando crezca el río tendrán que salir. No es gente del barrio que está desde siempre, sino que llegaron desde otro lugar y hace unos meses. Eso escapa a nosotros y al municipio, de todas maneras ellos deberán hacer algo”.
Para finalizar, la presidenta de la institución manifestó: “Nosotros ya estamos preparados y organizados para lo que pueda suceder. Vamos a seguir con estas tareas, manteniendo el barrio en condiciones. Lo ideal sería hacer construcciones en altura sobre todo en la zona cerca del terraplén, muchos están dispuestos a hacerlo pero eso lleva tiempo y ya no se puede hacer, pero seguiremos trabajando al respecto sobre todo lo que tiene que ver con la urbanización de Colastiné Sur”.
La unión de los vecinos
De pescado fueron las empanadas que en varias ocasiones vendieron desde la vecinal con el fin de que todo lo recaudado sea destinado a la compra de algunas camionadas de tierra para reforzar las defensas y también adquirir el motor de una bomba que servirá para drenar el agua. En definitiva los preparativos de los vecinos de este sector de la costa comenzaron a mediados de año con la meta de evitar inconvenientes y sobre todo que no haya evacuados.
Vale aclarar que este barrio tiene una sola casabomba y para el sector que mira hacia la laguna. “Queremos arreglar ese motor que nos prestaron para colocar esa bomba donde no hay y reforzar el escurrimiento del agua acumulada. Y para el cuidado del terraplén queremos colocar tierra. Si bien dicen que el agua que vendrá no será mucha queremos estar preparados y no actuar en apuros y así lamentarnos”, dijo en su momento Marcela Fernández a Diario UNO pero fueron por más y no solo lo repararon, sino que pudieron comprar uno nuevo.
Para finalizar, esta vecina e integrante de la comisión directiva de la vecinal expresó: “Rescato de todo esto la unión y la responsabilidad de los vecinos de Colastiné Sur. Si bien surgió desde la vecinal, todos se sumaron, se destaca el compañerismo y el compromiso por defender y cuidar el lugar donde todos vivimos, como nuestra casa”.
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