La gran cantidad de vehículos incendiados intencionalmente es inédita. Desde la segunda quincena de marzo a la fecha aparecieron incinerados 108 coches en la vía pública.
Sucesión de casos desde marzo. Al margen de la cifra, que puede variar según quien la analice, lo concreto que fueron muchas decenas de hechos intencionales.
Sean uno o varios sus autores, la quema de autos en las calles de la ciudad de Santa Fe ya ha dejado de ser una mera expresión más de inseguridad urbana (de las que abundan en la capital) para convertirse, además, en un problema político. Y no, uno menor: fiscales (que deben investigar), es decir el Poder Judicial; todas las variopintas policías creadas últimamente (que deberían actuar) esto es el Poder Ejecutivo, (sin excluir el municipio que no dice ni mu, claro está, ni al Estado nacional mediante Gendarmería con su, al parecer inocua, presencia), están siendo ridiculizados por igual.
Ya sea por desconcierto, negligencia o incompetencia tras casi cinco meses no sólo no hay detenidos, tampoco hay explicación; aunque ésta aludiera a fenómenos paranormales. Lo único cierto siguen apareciendo autos quemados en la vía pública, como los dos de hace unos días, a la madrugada.
Desde la segunda quincena de marzo ya suman 108 los autos siniestrados deliberadamente. Dos conclusiones se desprenden del dato. La cifra es mayor a la cantidad de víctimas fatales producto de hechos violentos. Lo que, al fin y al cabo, es una noticia alentadora. La ironía se le escuchó a un enojado oyente que llamó a una radio local. Una principal preocupación de las autoridades parecería ser la de evitar —en lo que han tenido ningún éxito— que los medios de prensa reduzcan la cifra y, quizás, su impacto.
Cifras. Pasa que, para el Poder Judicial, los 26 autos quemados en un mismo acto al borde del terreno de un depósito municipal deben contemplarse como otro tipo de vandalismo. No se explicó cuál. Un razonamiento increíble por cuanto que el modus operandi fue el mismo. Que se quemaran 26 juntos fue porque estaban apilados (en rigor se trataba de vehículos casi convertidos en chatarra) a modo de muro que delimitaba uno de los laterales del terreno. O sea estaban sobre la calle y allí alguien les prendió fuego. De modo tal que oficialmente la cifra de 108 autos quemados hasta ahora es de 82. Es decir, no traspasó la centena, si es que eso alivia en algo. Hablar de 108, a casi cinco meses nos da un promedio sorprendente: 25 autos quemados por mes y la única respuesta obtenida hasta ahora que oficialmente se sepa es que el Estado podría ganarse un juicio en contra por la detención del único sospechoso que fuera liberado hace un mes.
Hay algo más grave aún: es la variación de objetivo en los ataques. Algo que no sólo se evidenció en la madrugada del martes pasado cuando se quemaron otros dos coches, sino que se advirtió ya en varios de los últimos ataques incluido uno de hace dos semanas en la que el dueño de una camioneta, providencialmente desde el interior de su casa, alcanzó a ver una llamarada y pudo a salir a tiempo para evitar que el fuego consumiera el vehículo con el que logra el sustento diario de su familia.
Hace unos días el cuerpo de Bomberos Zapadores de la Unidad Regional 1 de la policía logró sofocar dos autos incendiados antes de que amaneciera. La dueña de la vivienda de Berutti al 2100 del barrio Los Cipreses despertó alertada por vecinos: su Volkswagen Gol color blanco, estacionado en su puerta, se incendiaba. El auto no tenía seguro y la dueña tampoco medios para repararlo con lo que se quedó sin su coche.
Testimonio. Otro auto se quemó en José Pedroni al 6500 del barrio Loyola Sur, un Ford Escort color blanco, que estaba en la puerta de un taller mecánico ya reparado y a la espera de que su dueño lo retirara. Carlos, dueño del taller mecánico de Loyola Sur, contó que cerca de las cinco de la madrugada escuchó un ruido, salió de su casa y vio el auto en llamas.
"El Ford Escort modelo 95 que se quemó era de un cliente. Este auto estaba listo para ser entregado. El daño es total. Ya avisé al dueño y veremos cómo arreglamos esta situación. Este es un problema grande tanto para mí como para el dueño", dijo.
Sin detenidos. No hay ningún detenido por estos casos. El único que estuvo preso fue Sandro D' Angelo, quien sin dinero para pagar la fianza de 40 mil pesos debió permanecer un par de meses detrás de las rejas. Pago la fianza con ochho motos en caución.
Según la Fiscalía a "Sandrito", como se lo conoce en el barrio Los Hornos donde reside, se le imputó la autoría de dos ataques incendiarios en esa barriada. Algo que, trascendió, se ajustaría a su personalidad díscola y transgresora. Los autos supuestamente quemados por D' Angelo, como todos hasta el 11 de mayo cuando fue detenido, estaban abandonados o en desuso. Con el detenido en la cárcel, los ataques no pararon. Al revés, se expandieron territorialmente a casi todo el ejido urbano y zonas aledañas a la capital. La explicación oficial ensayada fue se trató de conductas por imitación.
En una entrevista lograda por el programa ATP, que se emite por Somos Santa Fe, D'Angelo denunció que la policía le pegó para que se "hiciera cargo" de las quemas de autos. "Me detuvieron los de la División Seguridad Personal (que depende la AUE-Agrupación Unidades Especiales), me pegaron a mí y a un menor que cayó conmigo para que digamos que nosotros éramos los que quemábamos los autos", dijo en la entrevista en que contó su detención el 11 de mayo.
Al día siguiente, el jefe de Seguridad Personal, oficial Martín Leiva, señaló que el detenido había confesado ser el autor de dos incendios intencionales a dos vehículos. Su declaración fue cuestionada por el abogado de D'Angelo, Germán Corazza, que señaló que "los policías no pueden dar especificaciones de las causas en trámite y tampoco puede tomar declaración en sede prevencional, ya que donde hay mayores garantías es frente al fiscal. Nada de eso se hizo. Incluso el testimonio de dos mujeres que lo apuntan como responsable fue ante la policía y no ante el fiscal, eso nos sorprende mucho", explicó según los periodistas del referido canal de TV.
Limpieza. El fiscal regional, Ricardo Fessia, dijo oportunamente a La Capital que en la investigación existe la convicción de que en muchos autos quemados fueron acciones emprendidas por vecinos de esos barrios como un modo de limpiar la calle de los mismos.
Se trata de casos en los que, siempre, el vehículo estaba abandonado. Reveló también que en un caso, hay indicios de una reacción despechada de índole pasional y en algunos otros —los primeros— de un ajuste de cuentas entre punteros políticos. Pero esos fueron casos registrados en marzo. Desde entonces no se hallan respuestas y creció no sólo el número de autos quemados y el daño (ahora son vehículos de cuya utilidad se valen sus dueños para trabajar o desplazarse) y la cada vez más incomoda exposición de las autoridades ante el hecho impune.
No hay comentarios:
Publicar un comentario