Hoy se debaten dos proyectos que mantienen serias diferencias sobre qué cantidad de metros libres de fumigación debería haber cerca de las poblaciones, y respecto de si se permiten o se prohíben las aspersiones aéreas.
Imagen ilustrativa. Foto: Archivo Diario UNO Santa Fe
La Ley Provincial Nº 11.273, de fitosanitarios, cumplió en 2015 20 años. En las últimas dos décadas los avances en la producción agrícola –tanto en la tecnología aplicada como en la cantidad de hectáreas sembradas en la provincia y en el país– fueron muy grandes y todos los actores interesados en el tema coinciden en que se debe actualizar la norma.
Sin embargo, eso es lo único en que coinciden. En la actualidad se discuten dos proyectos y ambos tienen grandes diferencias en los aspectos a cambiar.
Una de las iniciativas es la ingresada a la Cámara por el diputado José María Tessa (Nuevo Encuentro), que cuenta con el apoyo y el aporte de varias ONG vinculadas al ambientalismo. El otro proyecto es el de la diputada Inés Bertero (PS-FPCyS), quien en varias oportunidades intentó legislar sobre el tema.
Ayer por la mañana integrantes del Foro Santafesino por la Salud y el Ambiente y la Multisectorial paren de Fumigarnos realizaron una conferencia de prensa frente a Legislatura para anunciar una concentración y una serie de actividades que realizarán hoy, a las 15, en ese lugar. La intención de los ambientalistas es que los legisladores –que van a estar sesionando a esa hora– y la ciudadanía en general comiencen a tomar nota del debate que se va a empezar a dar en la Legislatura.
En el lugar estuvieron representantes de las ONG organizadoras de los eventos. Entre ellos, Javier Gallucio, representante de Amsafé; Carlos Manessi, presidente de Cepronat, Roberto Pozzo, del Centro de Estudios Alejandro Olmos; Paulina Riera, presidente de Adeci (Asociación Defensa del Ciudadano); y varios representantes del Centro Cultural y Social El Birri y representantes del MST, Nueva Izquierda.
“El artículo 41 de la Constitución norma el Principio Precautorio que protege a los ciudadanos ya que ante la duda sobre los efectos negativos o perjudiciales de algún producto, por precaución, no debería utilizarse. Sin embargo, se está fumigando en toda la provincia con productos tóxicos, reconocidos como probables cancerígenos por la OMS y se están aplicando sobre las personas, aire, agua, tierra, con perjuicios presentes y futuros no dimensionados”, sostuvo Riera.
Lentamente el tema está instalándose en la agenda pública. La discusión ya se viene dando en reuniones preparatorias que se realizan en las comisiones de la Cámara de Diputados prácticamente todas las semanas entre los actores que componen el Foro, diputados y especialistas que vuelcan su opinión sobre el tema.
Al cierre de esta edición se estaba discutiendo si el tema llegaría hoy al recinto para su tratamiento. Hasta ahora el debate se vino posponiendo y la modificación de la ley tenía preferencia para tratarse en la sesión de hoy. Pero si no se liman algunas diferencias la discusión podría quedar para más adelante.
Las principales trabas están centradas en la cantidad de metros desde la línea agronómica de pueblos y ciudades a partir de los cuales se puede fumigar. Los ambientalistas quieren que el límite esté a 800 metros y Bertero, que en un principio planteaba 50 metros, flexibilizó su postura a 100 o 200 metros dependiendo de si hay o no una barrera de árboles.
Además, las ONG quieren prohibir las fumigaciones aéreas y para llegar a ese objetivo proponen ir corriendo el límite de lo permitido año tras año hasta llegar a eliminarlas. Bertero, en tanto, argumenta que en épocas de lluvia esa es la única manera de fumigar. “La ley tiene que ser clara y superadora de la actual. La nueva ley tiene que ser una solución y no un problema”, esgrimió Bertero.
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