En medio de los festejos por el fin de año, ladrones ingresaron a una vivienda de 9 de Julio al 1300. Violentaron una caja fuerte y se llevaron dinero. Además, provocaron severos destrozos en el inmueble. “La casa está como si le hubiese pegado un misil”, dijeron las víctimas.
Danilo Chiapello
dchiapello@ellitoral.com
El nuevo año no pudo empezar peor para un matrimonio de jubilados que reside en el corazón de barrio Sur. Transcurridos los primeros minutos de 2015, M.C., de 78 años (el hombre prefirió hacer reserva de su identidad) recibió una llamada telefónica donde se lo alertaba que la puerta de su domicilio estaba abierta.
Con la urgencia lógica del caso, el dueño de casa (un jubilado del Poder Judicial de nuestra ciudad) salió rumbo al lugar acompañado por algunos familiares.
Pero ni bien llegaron al inmueble de 9 de Julio al 1300 constataron la gravedad de lo sucedido. “La casa estaba como si le hubiese impactado un misil”, dijo hoy el damnificado.
En su búsqueda por dinero y objetos de valor, los intrusos causaron serios destrozos en las dependencias de la vivienda. Lograron abrir una añeja caja fuerte, desde donde sustrajeron una importante suma de dinero, y se llevaron además alhajas que en su mayoría son recuerdos de familia. Como si no bastara con lo hecho hasta allí, antes de retirarse los rufianes no se privaron de dar muestras de su malignidad. Por ejemplo, dejaron abiertas varias canillas, con la sola intención de provocar el anegamiento del lugar.
Trago amargo
“Como todas las familias, a las 22.30 del día 31 dejamos la casa para ir a reunirnos con familiares a festejar el fin de año”, comenzó diciendo M.C. quien accedió gentilmente a narrar detalles de lo acontecido.
“Pero a las 0.20 del 1° nos llama por teléfono una persona diciendo que la puerta de casa estaba abierta. Fuimos hasta allá y nos encontramos con un desorden total. La casa estaba como si le hubiera impactado un misil. Todo destrozado.
“La puerta estaba rota, así que nos pusimos a buscar un cerrajero. Pero imagínese a esa hora, y esa noche, lo que fue encontrar uno. Imposible.
“Tratamos de cerrarla como pudimos, creo que lo hicimos bastante bien, y nos fuimos. No tenía sentido quedarnos porque todo estaba dado vuelta. Además, mi esposa ya estaba bajo una crisis de nervios por lo sucedido”.
Fueron varios hombres
“Nosotros tenemos una caja fuerte que debe tener entre 150 y 200 años. No sé si todas son iguales pero la nuestra está construida de la manera siguiente: primero la estructura exterior, luego una capa de tierra y finalmente la caja propiamente dicha. En su momento me dijeron que la construían así para evitar que se dañe su interior en caso de incendio”, precisó.
Como no pudieron abrirla, la dieron vuelta. Quiero aclarar que para dar vuelta semejante objeto debió ser necesaria la participación de varias personas. Pesa casi una tonelada. Una vez que la tumbaron el doble fondo acerado que tiene la caja lograron doblarlo, a través de palancas.
Metieron la mano por ahí y sustrajeron los ahorros que tenía allí guardados. Una suma bastante importante pero que prefiero no revelar.
Toda esa tierra quedó adentro de la habitación. Además al volcar la caja, cayó sobre la cama matrimonial que por supuesto resultó destruida.
Nos tuvimos que ir
Por último, el dueño de casa indicó que los ladrones “también anduvieron por el resto de las dependencias de la casa, las que también fueron requisadas con gran violencia.
En suma se llevaron además del dinero de la caja, las alhajas que en su mayoría son recuerdos familiares y algunos electrodomésticos. Todavía no tenemos con precisión qué cosas se llevaron, porque todos los días nos damos cuenta que nos falta algo más.
El dato más triste es que a raíz de lo ocurrido tuvimos que dejar de vivir en esa casa. No sólo por los daños sino porque además mi esposa no quiere volver. Así que ahora me tengo que encargar de tratar de poner todo en orden, reorganizarme de nuevo y tratar de recomenzar.
Es muy penoso todo esto. Porque una persona joven se rehace enseguida. El mayor también, pero le cuesta mucho más”, sentenció.
dchiapello@ellitoral.com
El nuevo año no pudo empezar peor para un matrimonio de jubilados que reside en el corazón de barrio Sur. Transcurridos los primeros minutos de 2015, M.C., de 78 años (el hombre prefirió hacer reserva de su identidad) recibió una llamada telefónica donde se lo alertaba que la puerta de su domicilio estaba abierta.
Con la urgencia lógica del caso, el dueño de casa (un jubilado del Poder Judicial de nuestra ciudad) salió rumbo al lugar acompañado por algunos familiares.
Pero ni bien llegaron al inmueble de 9 de Julio al 1300 constataron la gravedad de lo sucedido. “La casa estaba como si le hubiese impactado un misil”, dijo hoy el damnificado.
En su búsqueda por dinero y objetos de valor, los intrusos causaron serios destrozos en las dependencias de la vivienda. Lograron abrir una añeja caja fuerte, desde donde sustrajeron una importante suma de dinero, y se llevaron además alhajas que en su mayoría son recuerdos de familia. Como si no bastara con lo hecho hasta allí, antes de retirarse los rufianes no se privaron de dar muestras de su malignidad. Por ejemplo, dejaron abiertas varias canillas, con la sola intención de provocar el anegamiento del lugar.
Trago amargo
“Como todas las familias, a las 22.30 del día 31 dejamos la casa para ir a reunirnos con familiares a festejar el fin de año”, comenzó diciendo M.C. quien accedió gentilmente a narrar detalles de lo acontecido.
“Pero a las 0.20 del 1° nos llama por teléfono una persona diciendo que la puerta de casa estaba abierta. Fuimos hasta allá y nos encontramos con un desorden total. La casa estaba como si le hubiera impactado un misil. Todo destrozado.
“La puerta estaba rota, así que nos pusimos a buscar un cerrajero. Pero imagínese a esa hora, y esa noche, lo que fue encontrar uno. Imposible.
“Tratamos de cerrarla como pudimos, creo que lo hicimos bastante bien, y nos fuimos. No tenía sentido quedarnos porque todo estaba dado vuelta. Además, mi esposa ya estaba bajo una crisis de nervios por lo sucedido”.
Fueron varios hombres
“Nosotros tenemos una caja fuerte que debe tener entre 150 y 200 años. No sé si todas son iguales pero la nuestra está construida de la manera siguiente: primero la estructura exterior, luego una capa de tierra y finalmente la caja propiamente dicha. En su momento me dijeron que la construían así para evitar que se dañe su interior en caso de incendio”, precisó.
Como no pudieron abrirla, la dieron vuelta. Quiero aclarar que para dar vuelta semejante objeto debió ser necesaria la participación de varias personas. Pesa casi una tonelada. Una vez que la tumbaron el doble fondo acerado que tiene la caja lograron doblarlo, a través de palancas.
Metieron la mano por ahí y sustrajeron los ahorros que tenía allí guardados. Una suma bastante importante pero que prefiero no revelar.
Toda esa tierra quedó adentro de la habitación. Además al volcar la caja, cayó sobre la cama matrimonial que por supuesto resultó destruida.
Nos tuvimos que ir
Por último, el dueño de casa indicó que los ladrones “también anduvieron por el resto de las dependencias de la casa, las que también fueron requisadas con gran violencia.
En suma se llevaron además del dinero de la caja, las alhajas que en su mayoría son recuerdos familiares y algunos electrodomésticos. Todavía no tenemos con precisión qué cosas se llevaron, porque todos los días nos damos cuenta que nos falta algo más.
El dato más triste es que a raíz de lo ocurrido tuvimos que dejar de vivir en esa casa. No sólo por los daños sino porque además mi esposa no quiere volver. Así que ahora me tengo que encargar de tratar de poner todo en orden, reorganizarme de nuevo y tratar de recomenzar.
Es muy penoso todo esto. Porque una persona joven se rehace enseguida. El mayor también, pero le cuesta mucho más”, sentenció.
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