Lo confirmó el director del Hospital de Niños, González Carrillo. Se está atendiendo a más de dos chicos por día. Los expertos advierten que con la llegada del calor hay que extremar precauciones
Autor:José Busiemi / Uno Santa Fe - Hospital de Niños. Allí se atienden la mayoría de los casos por picadura que se registran en el centro norte provincial.
Los alacranes están presentes durante todo el año pero, con la llegada del calor, empiezan a aparecer, y con ellos los problemas por picaduras. Consultado por Diario UNO, el director del Hospital de Niños, Doctor Orlando Alassia, Osvaldo González Carrillo, confirmó que desde el 20 de octubre, cuando comenzó a subir la temperatura, se registraron 23 ingresos de chicos que fueron picados.
Carrillo sostuvo que afortunadamente son todos casos leves, pero que en los períodos con mucho calor se da un promedio de entre dos y tres casos por día. Para el profesional esta cifra no es algo constante, pero en verano suele aumentar muchísimo y contó que hay entre 300 y 400 casos al año.
Por este motivo destacó que lo primero que hay que hacer ante un caso de picadura es estudiar los síntomas, ya que el chico puede presentar solamente dolor en la zona de la picadura o síntomas generales (vómitos, dolor abdominal, piel de gallina o palpitaciones). “Si tiene únicamente dolor, no hay que hacer nada, solo esperar y ver cómo evoluciona. Ahora si tiene alguno de los otros síntomas, es un niño que necesita suero. Siempre lo indicado es consultar al médico. Ahí se observa al paciente entre dos y cuatro horas y se decide cómo proceder”, remarcó.
Para González Carrillo la peligrosidad de las picaduras en los chicos está muy ligada al peso, más que a la edad. En este sentido, sostuvo que “el mayor riesgo es hasta los 30 kilos, que es el peso que puede llegar a tener un chico de entre ocho y nueve años. Sin embargo, hubo chicos fallecidos de 12 años”. Además comentó que, afortunadamente, no se han registrado casos fatales por picaduras en los últimos años.
Cuanto más rápido se actúa, el riesgo es mucho menor. Esto significa que hay que aplicar el suero antes de las dos horas de detectado el ataque. Para el director del Alassia lo difícil a veces es detectar cuándo se produce una picadura. “Debemos estar atentos, una de las señales es que el niño de forma abrupta empiece a llorar del dolor”. Es un dolor muy fuerte, y generalmente se descubre por eso. Igualmente, hay que revisar la cuna o la cama y tratar de encontrar el alacrán. Lo más usual es encontrar picaduras en manos y pies, pero no hay un lugar en el que resulte más agresiva la picadura.
En tanto, Mariana Maglianese, responsable del Programa de Zoonosis y Vectores de la provincia, sostuvo que frente a esta problemática, los chicos están más expuestos que los grandes. “Al incorporar una determinada cantidad de veneno en un cuerpo de adulto la reacción va a ser distinta a la de un menor”.
De todos modos, la funcionaria resaltó que “en el último año se han detectado, en el norte de Santa Fe, casos de moderados a graves también en adultos”. En este sentido, comentó que en estos momentos se está haciendo el procesamiento de datos del año pasado y este trabajo va a permitir saber cuáles son las franjas etarias de la población más afectadas, y así poder mejorar la política comunicacional, el abordaje médico y el tratamiento preventivo.
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