Colón es junto a San Martín (SJ) el equipo más goleador de la Zona “A” con 15 tantos. No obstante, tiene 10 en contra y en los últimos tres juegos le anotaron seis.
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Los números reflejan el poderío de Colón en ataque, pero también son elocuentes en cuanto al déficit que evidencia en defensa. En nueve fechas que se llevan jugadas, el elenco rojinegro es junto a San Martín de San Juan el equipo con más goles a favor (15) en la Zona “A”. Una cifra más que respetable en la que se sostiene para concretar el ansiado ascenso.
Pero también es cierto que recibió 10 tantos en contra y en ese rubro es uno de los equipos más vulnerados detrás de Instituto (14), Douglas Haig (13), Guaraní Antonio Franco (11) y Nueva Chicago (11). Con el agravante de que tres de estos equipos se mantienen en las posiciones de abajo en la tabla.
La realidad indica que conviven dos equipos en uno. El Colón con poder de fuego, sobre todo jugando en el Brigadier López donde convirtió 10 goles, y el que defiende y sufre cada vez que lo atacan. A partir de allí se explica el desequilibrio que se observa dentro del campo de juego.
De los 15 goles que convirtió el conjunto rojinegro, cinco los hizo Gustavo Villarruel, tres Cristian Pavón, dos Lucas Alario y el resto se reparten con uno entre Franco Lazzaroni, Gerónimo Poblete, Facundo Callejo, Fernando Telechea y Facundo Curuchet.
En ese aspecto es positivo que los goles se repartan entre varios futbolistas, lo que implica que la responsabilidad de convertir no recae únicamente en un futbolista. Incluso es loable que se pueda disimular el mal momento de Alario y que el equipo siga anotando. Lo que sí resulta preocupante es la endeblez defensiva que se notó en varios partidos de este torneo.
Colón recibió seis goles en los últimos tres partidos (dos cotejos en condición de local). Con el dato irrefutable de que las últimas dos presentaciones fueron ante equipos de menor valía como los casos de Ferro y Douglas Haig de Pergamino.
Habrá que decir que la falta de solidez no debe circunscribirse únicamente a los cuatro defensores, porque los volantes centrales bajaron su rendimiento y a los extremos a veces le cuesta el ida y vuelta para dar una mano en la contención. Por lo cual muchas veces Colón es un equipo largo que prescinde de la mitad de la cancha y juega de área a área. Y en ese ida y vuelta goza y sufre al mismo tiempo.
Cambia el esquema
La expulsión de Alario ante Douglas obligará a Diego Osella a modificar el dibujo táctico para visitar mañana, desde las 21, a Boca Unidos de Corrientes. En varios encuentros que Colón jugó de visitante el entrenador dispuso un 4-5-1 para jugar de contra y le fue bastante bien. De hecho lo utilizó ante Lanús en la Copa Argentina y ganó 1-0, también en el triunfo ante Argentinos por 2-0, disputando un gran primer tiempo y en el empate 1-1 con Gimnasia (J).
Es decir que con ese dibujo táctico no perdió en condición de visitante sumando dos triunfos y un empate. Sí cayó como local ante San Martín de San Juan, más allá de que a los 25 minutos de la primera etapa el DT sacó a Yamil Garnier para poner a Facundo Curuchet.
No obstante si el técnico decide el ingreso de Pavón por Alario se conformaría un mediocampo más ofensivo que en las otras presentaciones porque en este caso serían dos volantes centrales (Ballini y Poblete). Mientras que en los otros partidos jugaron Poblete, Garnier y Fernández (Lanús y Gimnasia de Jujuy), mientras que con Argentinos lo hicieron Poblete, Garnier y Leys.
De confirmarse el ingreso de Pavón la probable formación sería con: Broun; Castillo, Lazzaroni, Landa y Bíttolo; Villarruel, Poblete, Ballini, Llama y Pavón; Telechea.
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