Construyeron sus casas de material sobre terrenos que pertenecen a Vialidad y donde está previsto el paso de una colectora. Los vecinos del barrio Ghiglione interrumpieron completamente el paso de los vehículos sobre la traza entre las 12.30 y las 13.30 de ayer.
.La Capital |
Un centenar de vecinos del barrio Ghiglione de Villa Gobernador Gálvez cortaron ayer la autopista a Buenos Aires ante la versión de que los desalojarían de los terrenos pertenecientes a la Nación en los que edificaron sólidas viviendas. En el lugar viven unas 80 familias, de las cuales una parte habría comprado de buena fe las porciones de tierra a un supuesto estafador, mientras que el resto asegura que se instaló allí por una promesa política, aunque de palabra.
El caserío, todo de material, con servicio de luz y agua y con sus calles debidamente delimitadas, está montado sobre un predio de Vialidad Nacional, y por allí está previsto el paso de la colectora de la autopista, cuya construcción se detuvo hace alrededor de dos semanas, entre otros motivos, por la ocupación del predio.
Confuso. El episodio que desencadenó la reacción de los vecinos que mantuvieron cortada la traza a Buenos Aires entre las 12.30 y las 13.30, es confuso y hay dos versiones sobre lo sucedido. Mientras desde el barrio aseguran que a las 8.30 de ayer se presentaron tres camiones municipales custodiados por la policía dispuestos a levantar vallados y postes divisorios y bajo la advertencia de que antes del viernes debía estar todo desalojado; desde el municipio explican que el movimiento del personal municipal respondía a tareas de limpieza, en el marco de un operativo sanitario dispuesto a partir de denuncias por presuntos casos de desnutrición infantil en un barrio lindero.
"Aquí se presentó el jefe de Servicios Públicos, de apellido Tedesco, diciendo que había que desalojar antes del viernes, supuestamente por orden del intendente interino, (Rodolfo) Cavallieri. También vino el jefe del Comando de la policía, Claudio Zapata. Querían sacar tirantes, un cercado, tejidos, todo para dejar las casas libres. La gente comenzó a discutir y no permitió que tocaran nada. Ante la incertidumbre y como nadie venía a darnos explicaciones es que hicimos el corte. El único que apareció fue el concejal Carlos Dolce que nos contuvo, y después llegó el subsecretario de Seguridad, (José Luis) Giacometti, que nos aseguró que la cosa no era así, que nos quedáramos tranquilos, que se está viendo cómo se va a resolver, aunque no garantizó una solución", contó a La Capital Silvia Taborda, vecina del barrio.
Fue precisamente Dolce quien convenció a los manifestantes de que se retiraran de la ruta y que apelaran al diálogo con el Ejecutivo. "Yo y otras vecinas fuimos a hablar (por ayer) con Cavallieri, quien nos dijo que no es así, y que iría a charlar con nosotros, pero no vino. De todas maneras levantamos el corte hasta el viernes y a la espera de que alguien venga, de lo contrario vamos a cortar de nuevo. También vamos a ir mañana (por hoy) a la Defensoría del Pueblo en Rosario para pedir algún tipo de amparo porque estamos todos asustados", advirtió la mujer.
Saneamiento. Designado como vocero municipal, el subsecretario de Seguridad explicó a este diario que la presencia en el barrio Ghiglione de camiones del servicio público, además de personal policial y de Gendarmería se debió a "alguna clase de trabajos en la zona dispuesto para el miércoles, jueves y viernes, y que tiene que ver con la revisión de los chicos por lo que también intervienen médicos, ante supuestos casos de desnutrición. Son también tareas de saneamiento, como la remoción de chapas, escombros y ranchos donde no habita nadie".
El funcionario aseguró que "no hay riesgo de desalojo. Se va a trabajar en el tema, investigar qué se puede hacer: si hay que modificar la traza, trasladar las viviendas o qué alternativas hay. Y si es necesario que algún funcionario vaya a hablar con los vecinos, no hay ningún problema, aunque sería más conveniente que se organizaran en un grupo y fueran ellos a dialogar al municipio", dijo, en relación al reclamo de los vecinos del barrio Ghiglione que piden que el Estado "dé la cara".
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