Francisco Galluccio, alumno de La Salle, clasificó primero para representar a la Argentina en las Olimpíadas Internacionales de Matemática que se desarrollarán en julio, en Ciudad del Cabo
Orgullo local. El joven obtuvo importantes premios en todas sus participaciones.
Matemáticas puede ser la materia más temida por gran parte de los estudiantes secundarios. Pero quienes se atreven a mirar más allá de alguna fórmula compleja pueden encontrar grandes oportunidades. Ése es el caso de Francisco Galluccio, un chico de 17 años que cursa 5 año en el colegio La Salle y que representará a la Argentina en las Olimpíadas Internacionales de Matemática que se desarrollarán en Ciudad del Cabo, Sudáfrica del 3 al 13 de julio.
Este año la IMO (por sus siglas en inglés) reunirá a representantes de 108 países y el joven santafesino es el que encabezará la delegación nacional integrada también por Brian Morris Esquivel (Rosario), Agustín Mazzocato, Agustín Marchionna, Lucas de Amorin y Maximiliano Zittelli (todos de provincia de Buenos Aires).
Francisco tiene una larga trayectoria en las competencias nacionales e iberoamericanas en esta materia pero es la primera vez que clasifica para el Mundial de Matemáticas. Y no ha sido un camino sencillo.
“Al selectivo de olimpíadas internacionales acceden los alumnos que aprobaron el examen del torneo nacional. Esa competencia se realizó en noviembre en Mar del Plata y Francisco, además de aprobarlo, sacó una mención por el tipo de resolución que hizo en los problemas”, explicó su profesora Marcela Ovejero y agregó: “Eso le dio la posibilidad de acceder a otros torneos selectivos internacionales. En marzo rindió el torneo internacional de la cuenca del pacífico y obtuvo una medalla de bronce. Y el 15 y 16 de mayo rindió un selectivo, que son dos evaluaciones de tres problemas cada uno, donde se eligen los mejores puntajes entre casi 200 alumnos de todo el país; donde sacó el primer puesto”.
Ese honor mantendrá a Francisco muy ocupado los próximos días, ya que antes de partir deberá realizar un entrenamiento intensivo en Buenos Aires, hacia donde partirá el próximo lunes 9. “Primero voy a hacer un entrenamiento con todos los chicos del equipo argentino. Y el 4 de julio nos vamos directo a Sudáfrica a participar de la olimpíada”, señaló entusiasmado.
Francisco no puede disimular su alegría por acceder a esta instancia justo sobre el final de su educación obligatoria y mientras piensa en qué será de su futuro profesional a partir de 2015. “Lo que quiero hacer ahora es terminar muy bien el año con el tema de las olimpíadas y ver cuáles son mis posibilidades para el año que viene. Algo como una ingeniería o una licenciatura, vinculadas a la matemática, es lo que más quiero ver ahora”, subrayó.
Pero el viaje tiene también otro atractivo el poder compartirlo con chicos de otros lugares a los que ya conoce y con quienes tiene una buena relación. “Somos siempre los mismos (los que participamos)”, reconoció entre risas el adolescente.
Su relación con las competencias matemáticas comenzó hace muchos años, cuando se encontraba en la escuela primaria. “La primera vez que participé fue en 6º grado cuando me invitaron a hacerlo desde la escuela”, recordó. Y la primera experiencia fue muy buena ya que obtuvo el segundo puesto en el torneo provincial, llegó a la instancia nacional y hasta lo invitaron a participar de una de las olimpíadas iberoamericanas que se realiza para chicos entre 11 y 15 años.
Desde entonces Francisco no dejó de participar y así, con mucho entrenamiento, fue convirtiéndose en uno de los referentes santafesinos en las competencias. “Me empezó a gustar y fui preparándome”, contó y agregó que obtuvo menciones de honor en competencias nacionales e internacionales y se consagró campeón provincial en 2011 y regional en 2013.
El desafío
Para el joven estudiante de La Salle el interés por la matemática está vinculado al desafío de encontrar soluciones a distintos problemas que se presentan. “Tenés un problema y tenés que buscar una forma de resolverlo. Pero hay un montón de alternativas y eso es lo más lindo que me deja la olimpíada”, resaltó.
Y agregó que el otro aspecto que tienen ese tipo de competencias académicas es la posibilidad de conocer y compartir con chicos de distintos puntos del país –y en el caso de julio, del mundo–. “Te hacés muchos amigos. Es gente que tiene los mismos intereses que vos entonces se generan lazos que no formás en otros lados”, manifestó.
Es que Francisco tiene las prioridades bien organizadas y sabe que más importante que los premios es disfrutar de la experiencia y aprovecharla al máximo. “Lo primero va a ser divertirme y estar bien con los chicos. Después quiero ver si saco algo. Pero, por suerte, ya puedo empezar a disfrutar desde ahora todo lo que pude lograr”, dijo.
Al respecto señaló que las posibilidades del equipo nacional en las olimpíadas son buenas porque el nivel de nuestros representantes ha ido aumentando significativamente en el último tiempo. “En varios torneos, la Argentina subió el nivel. Por ejemplo, en la Cuenca del Pacífico hace varios años que no sacaba el medallero completo (una de oro, dos de plata, cuatro de bronce y las menciones de honor) y recién este año los 10 participantes obtuvimos un premio. Yo saqué una medalla de bronce”, ejemplificó.
Para animarse
A Francisco le gustaría que más personas se animen a participar de las olimpíadas matemáticas para que puedan incorporar una gran cantidad de herramientas y experiencias que les servirán en distintos ámbitos de su vida personal y profesional.
“Para las olimpíadas uno le recomienda a los chicos que practique y estudien. Eso después te afianza para la escuela y te enseña cómo estudiar matemática”, señaló y siguió: “Muchos de los que dicen que les va mal en esa materia después no se sientan a ver los temas. Pero para que te vaya bien en todas las materias lo ideal es que se sienten algunos días a practicar, que empiecen de a poco y luego vayan avanzando cada vez más. Por ejemplo, yo estuve seis meses preparándome para esto y después los resultados son impresionantes. Logré llegar a hasta este lugar. Creo que la gente tiene que hacerlo de manera más metódica y no se mande de una a estudiar dos semanas antes”.
De esa manera, explicó, se va perdiendo el miedo y se va preparando para nuevas experiencias. En el caso puntual de las olimpíadas nacionales contó que, de manera paralela, se realiza La Odisea, que es una competencia en la que los participantes de las distintas provincias forman grupos y participan de juegos con los que ganan puntos pero también se relacionan con chicos de otros lugares de los que se aprende mucho.
En poco tiempo Francisco tendrá la oportunidad no sólo de demostrar todo lo que sabe de matemáticas sino también de enriquecerse con todas las experiencias paralelas que le traerá la olimpíada internacional. Sin dudas traerá grandes noticias cuando regrese a mediados de julio.
DIARIO UNO.
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