“Mi error fue estar parado con la moto en la calle esperando que abra un comercio”, opinó Gabriel Martínez (43), el docente herido. Foto:Danilo Chiapello |
La semana pasada Gabriel Martínez (43) se encontraba en la zona de Santiago de Chile al 2800, en el corazón de barrio Roma, esperando la apertura de un local que vende insumos para informática.
Eran las 14.55 del miércoles y de un momento a otro, tan sencillo trámite se convirtió en una pesadilla.
Dos sujetos, que llegaron a bordo de una moto, se le pusieron a la par y comenzaron a reclamarle para que entregue la campera.
Lejos de obedecer, Martínez defendió lo suyo y comenzó a forcejear con el caco en plena calle.
La situación no pasó inadvertida para algunos vecinos ni para un automovilista que, al observar lo que estaba sucediendo, detuvo su marcha y comenzó a tocar bocina.
Así y todo uno de los malvivientes subió la apuesta y realizó un disparo contra Martínez, quien terminó herido en una de sus piernas.
El drama culminó cuando uno de los rufianes trepó a la moto de la víctima y escapó a toda velocidad, al igual que su compinche, con rumbo incierto.
En plena siesta
“Yo llegué al lugar 5 minutos antes de que abra el negocio, y eso fue fatal”, dijo hoy Gabriel en diálogo con este diario.
El nombrado, que es docente de Informática en la escuela Ntra. Sra de Lourdes, relató que “estaba sentado en la moto cuando de repente veo que se me ponen al lado dos sujetos, los que también estaban en una moto. Uno de ellos estaba armado.
Primero me pedían la campera. Empezamos a forcejear porque yo la campera la tenía cerrada, además llevaba la mochila y tenía puesto el casco.
Me bajo de la moto y seguimos forcejeando, lo que comenzó a llamar la atención de muchos vecinos. Un hombre que pasa en auto empezó a tocar bocina, y eso es como que los asustó un poco. Retroceden, vuelven hacia su moto, y el que tenía el revólver me dispara.
Yo en un primer momento pensé que el disparo había pegado en el piso, y que en la pierna me había pegado algún cascote, algún rebote del disparo.
Después volvieron y vieron que mi moto tenía la llave de contacto puesta. Entonces uno sube, le da marcha y se van los dos.
Fue al voleo
“Todo habrá durado unos 30 segundos”, continuó. “Actuaron con suma rapidez, con la cara semicubierta por las capuchas de los buzos. Dos muchachos de unos 20 años, quizás un poco más. No eran chiquilines.
Supongo que me eligieron al voleo. Pasaron una vez y me vieron esperando y ése fue mi error.
El balazo me perforó el pantalón, luego la bota hasta que llegó al cuerpo. El proyectil ingresó de frente, pegó contra el hueso que lo desvió en 90 grados hasta que volvió a salir. Es increíble. Todos me dicen que debe ser un arma calilbre 22.
El primero que me ayudó es el hombre del Fiat que paró con su auto. Después hicimos juntos una recorrida en su coche para ver si encontrábamos a los ladrones, pero nada.
Por último Gabriel sostuvo que “lo que me llama la atención es que esto ocurrió a plena luz del día. Había gente en la calle. No es que pasó en un lugar desolado. Lo que pasa es que a ellos (por los ladrones) ya no les preocupa si hay movimiento o no de personas. Si son las tres de la tarde o las diez de la noche. Para estos tipos es igual”, culminó.
A la cabeza
En tanto un taxista salvó de milagro su vida cuando quedó a merced de dos delincuentes que le efecutaron un tiro a la cabeza. Por fortuna el balazo no hizo blanco y sólo provocó una herida en la oreja del trabajador.
Todo comenzó a la medianoche cuando Isaías Marengo (53) circulaba con su vehículo por Cafferata y Berutti, en el extremo noroeste de la ciudad.
En un momento dado aparecieron en escena dos individuos, uno de los cuales abrió fuego con su arma contra el trabajador
Marengo sufrió una herida en su oreja izquierda.
De balas y puñales
A su vez incidentes donde mediaron balazos o armas blancas dejaron cerca de una decena de personas con heridas de distinto carácter.
* La secuencia se inició el sábado cuando se supo del ingreso al hospital Cullen de un hombre con múltiples heridas de arma blanca. Se trató de Emanuel Knaupp, de 31 años, quien fue agredido en la zona de Pje. Díaz al 8100, en barrio Pompeya.
* Un rato después ingresó un jovencito de 17 años, alcanzado por un balazo en la zona de la ingle. La víctima resultó ser Mariano Venencia, el que fue atacado en Carranza e Isabel de Guevara.
* Pasadas las 15 del sábado, Oscar Miguel Pena (78) fue atacado a tiros en Monseñor Zaspe al 3900. Según versiones la agresión se habría consumado cuando varios sujetos llegaron hasta el citado domicilio y abrieron fuego, dejándolo con heridas en ambos pies.
* En tanto Diego Armando Mendoza, de 27 años resultó herido tras un incidente ocurrido en barrio Eva Perón. El nombrado dijo que se encontraba en su domicilio cuando escuchó detonaciones de arma de fuego. Al asomarse a la calle uno de los disparos lo impactó en su pierna.
* Ya entrada la noche Julio Zavala, de 28 años , terminó con heridas de bala en sus glúteos, tras un hecho ocurrido en Villa Adelina.
* Otro jovencito, de 17 años, fue alcanzado por un balazo cuando se encontraba en la zona de Vélez Sarsfield al 3100.
El afectado resultó ser Emanuel Varrel, de 17 años, quien presentaba una herida en su hombro izquierdo.
* A las 5.50 del domingo se produjo el ingreso al efector público de Jonatan Arrendondo, de 22 años, herido en Candioti y Roverano, en Villa Adelina.
* En tanto es de cuidado el estado de salud de un hombre, de 36 años, que recibió un disparo en el pecho tras un hecho ocurrido en Santo Tomé. Las versiones indican que el nombrado salía de una celebración familiar cuando desde la calle los ocupantes de un automóvil abrieron fuego.
* Por último anoche Carlos Corvalán Barverán (26) se encontraba en la zona de Uruguay al 4000 cuando fue asaltado por dos sujetos, los que tras apoderarse de sus pertenencias le dispararon. El nombrado resultó con un impacto de bala en una pierna.
EL LITORAL.
No hay comentarios:
Publicar un comentario