El DT Rojiblanco no anduvo con vueltas y realizó una profunda autocrítica tras la caída de anoche. “Desaprovechamos una chance importante de luchar por el ascenso”, manifestó Madelón.
Diario UNO |
La derrota en la noche de Corrientes caló hondo en las ilusiones de Unión, ya que ahora ve mucho más lejana la posibilidad de pelear hasta el final por un ascenso a Primera División que, a esta altura, pasó a ser un mero espejismo.
El revés ante Brown de Adrogué había generado un duro cimbronazo en el seno del plantel, que debió reponerse más en lo anímico que en lo futbolístico, ya que aún las chances seguían latentes. Pero lo emocional hizo mella y el equipo se desdibujó después del primer gol de Boca Unidos. A partir de allí cayó en un pozo tan pronunciado que el resto del partido casi que lo padeció, ya que careció de ideas y argumentos para darlo vuelta.
Y la salida de los protagonistas del vestuario se hizo eterna. Primero salieron Brahian Alemán y Luciano Vella, que no quisieron hablar, hasta que apareció el entrenador Leonardo Madelón que, con un profundo dolor, puso la cara con una descarnada autocrítica.
“Ahora no nos queda otra que sumar y ver para qué nos alcanza. Hoy (por anoche) nos superaron durante todo el partido, de principio a fin y en todas las líneas. Nunca supimos qué hacer. Es una pena, porque desaprovechamos la chance que teníamos de volver a ponernos en juego. La situación cambió con esto, porque quedamos muy lejos”, manifestó el orientador Rojiblanco, que se lo notaba abatido con cada palabra que esbozaba.
Siguiendo con el balance del encuentro, fue determinante al admitir que se trató de “un partido para el olvido. Este es un equipo que no lo conozco, porque veníamos haciendo las cosas bien, más allá del traspié de la fecha anterior. Hicimos todo mal de entrenada y perdimos bien. No hay excusas”.
Durante el ida y vuelta con los medios apostados en cancha de Huracán de Corrientes, Madelón siempre dejó en claro la falta de ideas que hubo y que, por más que el partido hubiese durado 20’ más, por cómo estaban dándose las cosas, era casi imposible pensar en darlo vuelta.
“Nunca tuvimos cerca de hacer un gol. No hay que mentirle a nadie. Jugamos mal y ahora sólo nos resta pensar en el partido contra Aldosivi, donde sí nos jugamos nuestra última chance de seguir arriba. Es difícil, pero no hay que rendirse”, agregó.
Asimismo, intentó encontrarle una explicación lógica al bajón futbolístico en el momento menos indicado. “Hay bajos rendimientos, esa es la realidad. Cuando uno anda mal hay que tratar de buscar soluciones. Esta vez no encontré las respuestas que esperaba. El cúmulo de cosas es determinante para nosotros en esta recta final”, disparó.
“Cuando un partido se pierde no tiene arreglo al igual que cuando se gana, por eso no hay que pensar tanto. Pero este fue un duro golpe y ahora quedamos muy lejos”, concluyó.
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